Butterfly (DomKat) [EDITANDO]

Capítulo 44

Después de poco tiempo llegué a mi apartamento, esperando fuertemente que Ray no se me cruzara en el camino, que para mi suerte, no lo hizo.

Escogí algo fresco y normal para llevar; una colonia, cepillo, pasta dental y todo lo necesario.

Salí de mi apartamento lo más rápido que pude y crucé la calle hasta dar con la siguiente esquina y seguir mi camino hacia el apartamento de Dominique. No me costaba llegar, pues su apartamento y el mío estaban realmente muy cerca, como para llegar caminando sin ningún tipo de inconveniente.

Eso era un peligro sin lugar a dudas, pues ella podría salir algún día de estos y encontrarme a mí y a Ray juntos, pero bueno, ¡ya qué! Esto está a punto de irse por un acantilado de igual manera.

Y qué maldito dolor se siente al recordar eso.

Luego de aproximandamente quince minutos estaba entrando al edificio de apartamentos de Dom, toqué su puerta y esperé a que abriece esta, pues calculando el tiempo que tardé, muy posiblemente haya terminado de ducharse.

Esperé por unos segundos hasta que divisé su silueta húmeda con sus cabellos castaños y empapados cayendo sobre sus hombros, goteando agua por su cuerpo, con tan solo una toalla blanca cubriendo su glorioso y puro cuerpo.

¡Joder, qué guapa es!

Qué guapo su cuerpo

Qué guapos sus cabellos

Qué guapos sus ojos

Qué guapa su sonrisa

Qué guapa, Dominique...

-¿Lista?-Me preguntó alegre, saltando de manera tierna pero sosteniendo con una mano la toalla.

-Claro que si, bubba.-Respondí divertida, besando sus suaves labios por un tiempo largo, haciendo que elevara sus talones para poder seguir con más facilidad.-Te quiero demasiado, Domie...-Susurré separando muy levemente nuestros labios, sintiendo aún la sensación de ellos en los míos.-No tienes idea de cuanto lo hago.-Acaricié su rostro de manera delicada, sintiendo a la vez un enorme agujero en el estómago, como vacía por dentro.

-Oh, claro que tengo idea... bubba.-Contestó mostrándome sus lindos dientecitos, lo que hizo que repitiera su acción. Seguí con mis manos sobre su rostro unos segundos más hasta que a duras penas logré alejarme, le pregunté si podía entrar a la ducha a lo que asintió y me guió para luego dejarme.

----

Salí tiempo después con la ropa puesta terminando de secar mi cabello con la toalla, cuando la vi salir de su pieza con un hermoso vestido color crema, sus sandalias y su cabello totalmente liso.

Me helé por completo al verla ahí parada. ¡Es que tenía tanta suerte, joder que sí! 

-Eres un ángel...-Hablé sin querer escuchando su risita nerviosa. Me aclaré la garganta tiempo después.-Lo lamento, yo... es que te ves tan hermosa.-Terminé por decir, alzando las manos obviando el asunto.

-Y tú, no sabes lo que causas en mí cuando estás de esa manera.-Anunció acercándose cada vez más a mi, colocando sus manos en cada uno de mis hombros.-Me fascina verte con el cabello mojado.-Confesó.-No lo entiendo, pero es la verdad.-Terminó riendo.

Tomé su cintura y la alcé solo unos centímetros para tomar sus labios, luego de unos segundos volvimos a nuestras posiciones anteriores.
Terminé por secarme el cabello y de preparar cada cosa.

-¡Vamos!-Habló emocionada picándome el costado con un dedo, haciéndome reír.

-Vamos.-Respondí tomando su mano y dirigiéndonos hacia la salida para encontrarnos con el auto.