Punto de vista, Katherine.
4:00 a.m.
Ella dormía de manera plácida a mi lado, acurrucándose contra mi cuerpo como si fuese un pequeño koala. No podía evitar que la felicidad me invadiese. No podía creer que mi amor estuviese de nuevo aquí, conmigo, como si yo valiese tanto la pena.
Haber pasado tanto tiempo confundida con lo que quería, me hacía perder el tiempo que tenía que recuperar con ella. Estar tan consciente de aquello que me impedía seguir con lo que más anhelaba, fue regalar cada oportunidad a la nada. Desperdiciar todo lo que pude aprovechar. Si tan solo le hubiese dicho la verdad desde un principio, no le hubiese causado tanto daño.
No pretendía ser como cualquiera que cruzó su camino en algún momento. Pretendía ser yo quien llegara a amarla solo como ella lo merece, y, al contrario de todo, fui tanto, menos eso.
- Fui muy, muy estúpida - Susurré, disculpándome con su silueta dormida, acariciando el mechón de cabello que caía y tapaba su rostro. Besé su mejilla y la abracé como si mi vida dependiera de ello.
Solo yo podía entender cuán bien me hacía Dominique y su presencia. Su risa; sus gestos, su cuerpo, su mirada, sus manos, su dulce aroma. Podía enumerar infinidad de características únicas, que solo ella poseía. Podía pasarme cada noche en vela haciéndolo.
Bueno, de hecho, sí lo hice.
Nunca nada podía compararse a la sensación de ver sus preciosos ojos, y que ellos me mirasen tan bien; como si fuese posible que en ellos, mi mundo entero encontrase lo único para lo que fue hecho.
Estaba dispuesta a dar todo de mí, por ella. Ahora, estaba totalmente segura de todo, pero más que decírselo, se lo demostraría.
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8:40 a.m.
Los rayos de luz entraban por la ventana de mi apartamento. Mis pesados párpados no querían dejar de descansar, pero al sentir un vacío a mi lado, mi corazón casi para por completo. Me levanté de golpe, sentándome en la cama, apreciando las sábanas revueltas y el vacío en ellas. Mi mente casi colapsa. Estaba a punto de perderme y echarme a llorar, con lágrimas amenazantes asomándose por mis ojos, cuando escuché el sonido de la puerta cerrarse, y a mi Dominique entrar a la habitación, con una sonrisa hermosa, que desvaneció al verme.
- ¿Qué pasa? - Se acercó a mí, y me acarició el rostro, borrando una lágrima de él. - ¿Es porque no estaba aquí? - Preguntó con un rostro enternecido, y preocupado. Yo asentí cerrando los ojos, pensando que por un momento, eso pudo ser realidad. Ella rió de manera tierna, y se abalanzó a mis brazos, haciendo que yo la abrazase por la cintura, y que mi rostro quedase en su pecho. Acarició mi cabello, y no dejó de estrujarme contra ella.
- Hazme sentir que esto también es real, Katherine. - Escuché de su parte, y me abracé más a ella.
Por supuesto que lo haré, mi amor.
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Después de cocinarle el desayuno, y hablar sobre cualquier tema que se nos ocurriese mientras comíamos sentadas en el piso de la sala, ella me pidió prestada una muda de ropa para poder cambiarse, por supuesto que no me negué en lo absoluto. Ella podía adueñarse de cualquier cosa mía si así lo quisiera. Me duché rápidamente, ella me esperó en la habitación. Cuando entré, lo primero que hice fue verla sentada a la orilla de la cama, balanceando sus pies adelante a atrás, como una pequeña niña. Sonreí al verla, era lo único que ansiaba ver desde hace tiempo. Al notarme, Dominique alzó sus brazos para que yo los viera, estaban totalmente escondidos debajo de las mangas largas de mi buzo gris. Reí con ganas al notarlo, verdaderamente parecía una niña.
- Es muy cómodo - Confesó, riendo también.
- ¿Lo es? - Pregunté, acercándome a ella.
- Mjm - Asintió, estirando sus brazos para que yo los tomase.
- Se ve mejor en ti, creo que te prefiere - Le dije, haciendo que se levantara de la cama y estuviese frente a mí.
- ¿Tú crees? - Preguntó, viéndose a sí misma y luego alzando la vista hacia mí, abrazándome por la cintura.
- Estoy muy segura de ello - Le dije, tomando su rostro en mis manos. Besé sus labios sin detenerme. Todavía mi cuerpo estaba medio desnudo, solo llevaba ropa interior. Su toque en mi espalda era glorioso. Sus manos me daban la seguridad que no encontré en ninguna otra parte.
- Espera - Me detuvo, haciendo que me alejase. - Si seguimos, no podremos parar, y, me gustaría hablar primero. - Me dijo. Entendí por completo la situación. Tendríamos que hablar sobre nuestra relación de ahora en adelante, y aclarar las cosas de una manera más tranquila. Estaba dispuesta a llevarla a la pequeña cabaña para distraernos, y hablar con calma, pero primero, ella quería ir a su apartamento a ducharse.
- Sí, tienes razón. - Le sonreí y besé su mejilla antes de separarme y dirigirme al armario. - Hm, ¿qué crees que debería ponerme? Volteé a su dirección, mostrándole las opciones. Ella comenzó a reír.
- ¿Quieres que escoja tu ropa? - Preguntó, como no creyéndolo.
- Claro que sí. Tú tienes mejor gusto para eso que yo - Hice una mueca.
- Estas exagerando - Rodó los ojos sin creerlo, pero seguía con una sonrisa juguetona. - Pero quiero intentar algo. - Ella dio un pequeño saltito que me hizo reír y llegó a mi lado. Escogió la blusa de lana con cuello redondo que me quedaba ceñida, de color negro; un pantalón color gris, y por último, una chaqueta de cuero negra. Comenzaba a hacer frío ese día, así que ese conjunto me mantendría más que calentita. Me pareció una gran idea dejarle hacer eso, me sentaba bastante bien a decir verdad.
- No te imaginas cuanto amo verte en chaquetas de cuero - Me confesó, mordiéndose el labio inferior y abalanzándose sobre mí, besándome con ganas. Sentía mi corazón derretirse y mis piernas flaquear cada vez que me sorprendía con sus actos o sus palabras.
- Y yo te amo a ti - Declaré, viendo sus ojos. Su expresión se volvió suave y feliz, y solo volvió a besarme. Sentía la necesidad de volver a estar tan cerca de ella, sin ropa, pero era mejor apresurarnos, lastimosamente.
El beso comenzaba a tornarse más apresurado, pero sin ganas, tuve que detenernos.
- Lo siento, es solo que... - Me interrumpió.
- S-si, entiendo - Respiraba agitada, antes de volver a unir nuestros labios en un beso rápido. - El último, lo juro - Rió, y volvió a besarme.
- No quisiera que fuera el último. - Le dije.
- Solo por ahora. - Susurró.
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Butterfly (DomKat) [EDITANDO]
FanfictionHe vivido poco, pero lo poco que he vivido ha sido muy intenso hasta ahora. ¿Es posible que lo que sienta solo sea algo-como una distracción- que mi inconsciente haga para dejar de ser tan negativa? ¿O solo soy yo que quiero creerlo así? No sé, inc...