Solté una risilla nerviosa sin saber qué decir, Jack no despegó sus ojos de mí por largos segundos y trate de descifrar qué significaba eso.
Las respuestas no salían y más cuando la pregunta era bastante peligrosa de contestar.
En cuanto el silencio nos invadió de forma incomoda...
-Somos amigos Lessi-el ojiazul finalmente decidió contestar y yo asentí lentamente.
La rubita se quedó mirándonos divertida como si sabía algo que nosotros no.
Y en cuanto habló entendí inmediatamente que siete años eran más que suficientes para dudar sobre esta clase de cosas.
-Los amigos no se besan-alzó una ceja con picardia y ambos abrimos los ojos de la sorpresa.
Los amigos no se besan.
Era cierto.
Aguanté la risa por la escena tan irónica que estábamos viviendo.
Jack y yo nos miramos de forma divertida.
-Bueno... nosotros somos otro tipo de amigos-respondí una vez que encontré las palabras adecuadas.
La expresión de la pequeña era total confusión y no pude evitar sentir una completa ternura por ello.
-Es complicado Lessi, estoy seguro que dentro de diez años
lo entenderás-prosiguió Jack con un tono voz bastante dulce.Le miré conteniendo una sonrisa por su paciencia.
-¿Diez años? Eso es mucho-la carita de la niña se pintó de asombro y fue ahí donde Jack decidió cargarla en sus brazos.
Me quedé algo descolocada por la imagen que tenía frente a mí.
Era extremadamente tierno verlo de este modo.
-Y espero que sean más porque no sé qué voy a hacer cuando llegue
ese día-expresó Jack con un tinte de recelo y sonreí embobada por la actitud del ojiazul.-¿Cuando tenga amigos que me besen? Yo tampoco, que asco-contestó con un tono bastante gracioso.
Pude notar que sus expresiones eran bastante parecidas a las de Jack cuando se ponía a dramatizar.
La forma en que sus ojos se movían de lado a lado y la voz que cambiaba en un acento tierno.
Extremadamente adorable.
-Todo depende de quien sea, si es el indicado no te dará asco sino todo lo contrario-proseguí mientras que seguía a Jack por detrás.
La niña me miraba con una sonrisa de lado aferrada al cuello de Jack con cariño.
-¿Entonces te gusta como te besa mi hermano? -la oí decir y casi me atragante con mi propia saliba al recibir sus palabras.
Agradecí que Jack no podía ver lo roja que me había puesto ante aquella suposición.
-Alessia ya basta de preguntas por hoy-dijo Jack con tono bajo y la niña comenzó a reír traviesamente volviendo a conquistarme.
Definitivamente los O'donell llevaban ese algo en la sangre que los hacia completamente atrapantes sin siquiera intentarlo.
Nos adentramos los tres en una pequeña habitación.
Observe las pequeñas pegatinas en forma de estrella brillando por la cabecera de la cama. Recordé por un instante que yo también las tenía para combatir con la oscuridad de niña.
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Soportando a Jack.
Teen FictionElenna Carson Fusco a sus diecisiete años nunca tuvo la oportunidad de haberse enamorado y eso ella lo consideraba como un privilegio. Pensaba que el amor era pura cuestión de suerte y dudaba mucho haber nacido con mucha. Aferrada en los libros rom...