El marcador resonó en todo el lugar haciendo que los estudiantes estallaran de alegría. Forks como era de esperarse había vencido a su primer oponente de la semana.
Pero tampoco había sido tan fácil.
Los del equipo contrario se habían desenvuelto bastante bien en la cancha durante casi todo el partido. Y cuando me refería a que se habían desenvuelto bien queria decir que tenían una muy buena defensa. Bastante para que varios recibieran palizas durante el avance, incluído Jack.
Tan sólo fueron los últimos minutos de juego que definieron para que lado iba la victoria y eso hizo que el entusiasmo por parte de todos incrementara más que de costumbre.
Al parecer, nosotros tampoco nos tragabamos el punto de los amistosos.
Mis mejillas todavía seguían bastante tibias mientras que bajabamos de las gradas. Jack habia decidido dedicarme el último punto, besando sus dedos índice y corazón para luego apuntar a mi dirección.
Mis piernas volvieron a fallarme en aquel instante pero para mi suerte Cameron me atrapó en el momento justo salvandome de una tremenda y cómica caída.
Por otro lado la atención que había recibido en consecuencia me había abrumado lo suficiente para que mis mejillas permanecieran en un vívido color rosa hasta último momento.
–Eso estuvo cerca–habló Cam a medida que avanzábamos hacia el estacionamiento.
La gran mayoría de los estudiantes se esparcían allí, entre los coches, bebiendo y disfrutando de buena música mientras que comentaban de todo menos de los exámenes que nos estaban alcanzando los talones.
Preferíamos ignorar nuestra triste realidad.
–Jugaban bastante bien–añadí siguiéndole el hilo.
Cameron siseó por lo bajo mientras escondía sus manos en sus bolsillos delanteros.
–Será mejor que te alejes de Jack por esta semana rubia. Nunca estuvo así en un partido.
Lo mire con las cejas elevadas sin haber esperado tal comentario de su parte.
–¿Hablas en serio?–solté una risilla sin poder creer su idiotez.
Me concedió una sonrisa culpable en respuesta.
–Tampoco estuvo tan mal–habló Candace por su parte.
Cam movió la cabeza de un lado a otro cuestionando aquel hecho.
–Se notaba distraído.
Muy bien.
Tal vez sí había sido un poco mi culpa.
Tecleé rápidamente avisándole que lo iba esperar cerca de su coche volviendo a activar los nervios en todo mi cuerpo.
No tenía la más pálida idea de cómo Jack iba a reaccionar al respecto.
Siendo consciente de que era tan malditamente impredecible, todas las reacciones más imprevistas eran completamente válidas.
Pero... de algo estaba segura.
Si reaccionaba mal en cualquier grado, aquellas pastillas significaban algo crucial y tal vez la telaraña de suposiciones que había creado en mi mente por algún lado tenían sentido.
Eso me inquietaba mucho más que discutir con él por mi atrevimiento.
Porque tenía que admitirlo, había sido bastante atrevido de mi parte haber indagado un poco en el asunto.
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Soportando a Jack.
Teen FictionElenna Carson Fusco a sus diecisiete años nunca tuvo la oportunidad de haberse enamorado y eso ella lo consideraba como un privilegio. Pensaba que el amor era pura cuestión de suerte y dudaba mucho haber nacido con mucha. Aferrada en los libros rom...