22. Una noche con problemas técnicos.

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Jack's POV

Nuestros movimientos eran lentos pero intensos, realmente placenteros. Mordi su labio inferior haciendo que soltara un suspiro, mi ego se infló por haberle causado tal reacción. Me encantaba saber que podía hacerle sentir muchas cosas con tan solo un beso. Me separé dirigiendome directamente a su cuello.

Mmm, vainilla.

Su aroma, su piel todo era increiblemente delicioso en ella.

Dibujé un camino imaginario con mis labios, besando cada centímetro de su piel, sintiendome cada vez más excitado.

–Jack...–suspiró cerca de mi oído y tan solo eso hizo que mi masculinidad doliera–Nos pueden ver–musitó esta vez, la miré por unos segundos con una sonrisa traviesa.

–Solo estamos jugando–me acerqué lo suficiente–Dejate llevar Cars–susurré encima de sus labios, ella asintió sonriendo tímidamente y fue ahí donde algo hizo click en mí. Era su inocencia, su maldita inocencia la que me tenía completamente loco por ella. Tanto que, se estaba volviendo mi droga personal, mi adicción y sabía que tarde o temprano eso se iba a poner en mi contra. Pero ya no podía hacer más nada, ya estábamos dentro, dentro de este juego que los dos habíamos creado sin darnos cuenta. 

Choque mis labios encima de los suyos de forma feroz buscando desesperadamente esa sensación electrizante, que extrañamente solo lo sentía con ella. Se sentía tan bien, muy distinto a las demás.

Fue difícil pero luego de largos segundos tuvimos que separarnos. Nos miramos fijamente con la adrenalina pura  viajando por todo nuestro cuerpo, el agua para mi ya no se sentia para nada fria, habiamos entrado en calor y la sensacion punzante en mi entrepierna cada vez aumentaba mas. Nuestras respiraciones se chocaban y una gran parte de mi estaba formando algo que jamas había experimentado.
No sabía exactamente qué era pero podia sentirlo.

Bah, serán las ganas inmensas que tenía de tirarmela.

Tenía que ser eso.

–¿Ya te he dicho que eres hermosa?– rompí el hielo, sus palabras causaron que sus mejillas se tiñeran de rosa, algo que me parecía extremadamente adorable.

–Basta –miro para otro lado reteniendo una sonrisa.

Otra de las cosas que más me gustaban hacer era intimidarla, parecía un cachorro acorralado. Uno muy tierno.

–Pero si estoy diciendo la verdad, eres jodidamente hermosa Cars–insisti sincero moviendo su rostro haciendo que fijara su vista en mí.

Hizo una mueca en desaprobación,  y yo sonreí–Vale, ¿quieres que te mienta?–pregunté divertido, ella mordio su labio–eres horrible, vamos que hasta la duquesa de Alba pasaría desapercibida al lado tuyo–bromeé haciendo que soltara una carcajada, no pude evitar reir a la par.

–Pero... si está...muerta–dijo entre risas.

–Ese es el punto–respondí guiñando el ojo, ella río más. Sonrei ferozmente disfrutando verla reir, siendo tan fresca, tan ella.

  –Jack– pronuncio mi nombre pero esta vez sonando mas seria, sus ojos pardos puestos en mi.

–¿ah?–expresé algo descolocado por lo inmerso que estaba en ellos, eran uno de los ojos más bonitos que había visto en mi vida.

Almendrados, dulces, inocentes.

Ella aparto su mirada y bajo la cabeza.

-Creo que...–comenzó, la miraba atento–Creo que deberíamos irnos–su voz sonó algo rasposa, estaba seguro de que no era solo eso. Sabía cuando me estaba mintiendo.

Soportando a Jack. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora