Me quedé callada descifrando si se estaba refiriendo a lo que yo pensaba. Sus ojos me miraban destellantes y el feeling que se había creado entre nosotros era mágico.
Al menos yo lo sentía así.
La música cambió a una relativamente lenta adhiriendose irónicamente a la situación y sonreí.
—¿Que te pida qué? —me hice la tonta por segunda vez en la noche y me acerque más a él con seguridad.
—Tu sabes qué Cars—habló a escasos centímetros de mi rostro, sus labios me amenazaban con fuerza.
Lleve mis manos a mi pelo apartandolo detrás de mi oreja sin despegar mis ojos de él, Jack llevó sus manos a mi cintura para luego acercarme a él con un movimiento.
No lo pienses demasiado Elenna.
Y en cuanto las palabras claves iban a salir de mi boca, alguien se acercó a nosotros con energía.
—¡O'donell!—una voz femenina apareció al lado mío y giré para ver.
Una morena se acercó a él con precisión y no pude evitar hacer una mueca de perros.
—¡Becca! Hola—contestó el ojiazul separándose de mí.
Becca.
Otra vez ella.
Mi mal humor se desató al ver como la morena pasaba de mí con total descaro ignorando mi presencia y mucho más por la forma en la que nos había interrumpido.
La observé, su cuerpo era como el de una maldita barbie: piernas kilométricas, cintura diminuta y atributos bien formados.
Me sentí como una completa niña en plena pubertad al lado de ella.
Jack enfocó su vista en mí y le miré con expresion neutra sin querer demostrar absolutamente nada, pero por dentro podía sentir una molesta sensación ardiente en el estómago.
—Rebecca ella es Elenna—me presentó como si pudiera escuchar lo que estaba pensando.
Jack me tomó de la mano atrayendome hacía él.
Me solté al segundo.
La chica me miró con recelo fugazmente para luego fingir sorpresa.
—Oh, lo siento no te había
visto—expresó riéndose y yo sonreí sin mostrar los dientes.Falsa.
—Un gusto—se acercó a mí y cruzamos mejillas.
Su perfume barato me llegó hasta el cerebro y me alejé más rápido de lo normal. La morena llevó su atención nuevamente a Jack.
—No pensé que vendrías, no me dijiste nada anoche—sentenció con un tono de voz bastante irritante.
Algo en mi hirvió internamente al procesar sus palabras.
¿Anoche?
¿Habían estado juntos?
—Fue algo de último
momento—respondió Jack rápidamente.La morena se acercó más a él para luego hablarle al oído y las ganas de estar ahí se disiparon al instante.
Mire alrededor buscando a Cam y Candace como modo de escape.
No los veía cerca. Tal vez habían vuelto a la mesa.
—Voy a... voy a buscar a mis amigos—dije torpemente y Jack me miró con ojos grandes y antes de que pudiera decir algo me escapé de la escena con rapidez.
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Soportando a Jack.
Ficção AdolescenteElenna Carson Fusco a sus diecisiete años nunca tuvo la oportunidad de haberse enamorado y eso ella lo consideraba como un privilegio. Pensaba que el amor era pura cuestión de suerte y dudaba mucho haber nacido con mucha. Aferrada en los libros rom...