Capítulo siete

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Grizz.

Después de que Gabriela me pidiera de nuevo que me quedara con ella dimos un pequeño paseo, empezaba a escurecer.

—Tengo hambre —llame su atención.

—Igual yo, vamos a comer —me miró con una leve sonrisa.

Son pocas las veces que la miro sonreí y sin duda estoy agradecido de eso.

[...]

—¿Qué quieres comer? —me preguntó mientras miraba el refrigerador.

Me senté en la barra que estába en la cocina. No le puse atención, me dediqué a mirarla, observaba todo de ella, su cabello, su piel y viéndola bien tiene lindos labios.

Es demasiado hermosa.

—Grizz, ¿me estás escuchando? —me saco de mis pensamientos.

—¿Si? —la miré, Gabriela alzó una ceja—.  ¿Qué decías? —dije avergonzado.

—Te dije que si quieres comer spaghetti o algo más —me miró fijamente.

—Spaghetti, suena bien —sonríe.

—Bien vamos a prepararlo —Gabriela se recoge el cabello.

Me levanté para ayudarle.

Mientras preparabamos el spaghetti todo era risas y pláticar de cualquier cosa. Quería que olvidará un poco su dolor.

Al terminar, miramos la cocina, quedó un asco.

—Te ayudare a limpiar —me pase con las bromas, la escuché reír.

[...]

Mientras comíamos miramos un par de películas, al terminar, platicamos un rato.

—No eres como pensé que eras —mencione.

—¿Cómo pensabas que era? —se acomodo para mirarme mejor.

—Ya sabes una chica ruda —sonreí.

—Ya veo —sonrió.

Hubo un silencio pero no fue nada incómodo. La escuché bostezar, miré la hora ya eran las dos de la mañana, el tiempo pasó rápido.

—¿Quieres dormir? —ella negó.

—No, ¿tú? —preguntó.

—No —mentí, moría de sueño.

—¿Quieres ver otra película? —asentí.

Cómo a la mitad de la película mis ojos se empezaron a cerrar.

[...]

Gabriela.

No tardó mucho para ver qué Grizz se quedó dormido y en una posición no muy cómoda.

Cómo pude hice que recargara su cabeza en mis piernas. Él se acomodó, sonreí al verlo dormir. Acaricie su cabello, bosteze, me contagió el sueño.
[...]

Grizz.

Abrí mis ojos, ya que mi celular empezó a sonar sobre la pequeña mesa que se encontraba en la sala, estire mi brazo para agarrarlo

—¿Hola? —contesté.

¡Grizz! ¿Dónde demonios estás?era Luke—. Las listas ya están en la iglesia y te necesitamosdijo algo enojado.

–En un rato voy —dije para así colgar.

–¿Quien era? —escuche l voz adormilada de Gabriela.

A primera vista [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora