Capítulo diecinueve

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Grizz.

—Gracias por acompañarme chicos —dijo Luke—. Sé que es tonto, viendo cómo está el mundo ahora ¿a quien carajos le interesa esto del matrimonio?, bueno a mí importa.

Mirabamos la variedad de anillos, todos lucían bien.

—Bien, ¿qué piensan? —dijo.

—Uno de estos... —señale unos anillos.

—Si, este es buen anillo —dijo Luke, nos acercamos para verlo mejor.

—No sé porque a tu novia le interesa esto del anillo, digo no lo comprarás solo se lo darás —habló Clark.

—Bueno, quiero hacerlo bien, ya sabes es especial —dijo Luke con el anillo entre las manos—. Quiero que se sienta especial, ella ve en mi a quien puedo ser y no el tipo que yo creó ser y cuando una persona te ve así... —lo interrumpió.

—Quieres que te vean así para siempre —dije mientras recordaba a Gabriela.

—Exacto... —escuché reír a Luke.

—Grizz, ¿que son tú y Gabriela?—preguntó Clark—. Que yo sepa, no son ni novios ¿cómo es posible que no sean nada y vivan juntos? —se burló Clark.

—Gabriela y yo somos pareja —lo miré fijamente.

—¿No es obvio, Clark?, viven juntos, imbécil —dijo Luke, me reí.

—¿Entonces eso quiere decir que ya lo hicieron verdad? —levantó una ceja.

Me quedé callado, ellos saben que aún no pasa nada entre Gabriela y yo.

—¿Es es enrio? —se sorprendió Luke—. Maldita sea...

—¿Entonces te masturbas en el baño pensado en ella? —se burló Clark.

—Chicos, no es nada fácil —rasque mi nuca.

—Si fuera tú yo ya la hubiera hecho sentir bien —dijo Clark, me molesto su comentario.

—En pocas palabras la violarias —dijo Luke.

—Tengo necesidades ¿sabes? —se defendió Clark.

—Clark, no digas estupideces, enfermo —Luke me mira—. Viejo, sé que mueres por estar con Gabriela, ella debe tener sus razones... —si se cuáles son sus razones—. Dale tiempo y cuando llegué el día te lo va agradecer... —dijo.

Luke tiene razón, pero a la vez también Clark, no sé por cuánto tiempo más pueda aguantar.

Resiste Grizz.

—Dejen de estar de románticos y vámonos —dijo Clark, solamente nos reímos.

[...]

Gabriela.

—¿Entonces Luke ya tiene el anillo de Helena? —dije mientras comía puddin de chocolate.

—Si, lo hubieras visto, está muy feliz — me quitó el puddin.

—¡Hey mi puddin! —traté de quitarselo.

—Ups, ya no hay... —me sonrió.

—Y tan difícil que es conseguir puddin —Grizz sólo me sonrio, miré la comisura de su labio, tiene un poco de puddin—. Acércate... —ordene, Grizz sin entender lo hizo.

Ya tenerlo cerca, lamí el puddin, Grizz sonrio y me beso, le seguí el beso, poco a poco me fue acostando en la cama, tenía nervios, traté de controlarme, paro de besarme y me miró fijamente.

Creo que ya viene siendo hora de que confíe en él, le sonreí, él se sorprendió no dijo nada y volvió a besarme.

Poco a poco fue metiendo su mano bajo mi blusa, mi piel se erizo al sentir su tacto, bajo sus besos hasta mi cuello, jadeos salían de mi boca, enredaba mis dedos en su cabello, se sentía bien pero estoy nerviosa.

Grizz se detuvo y quitó su camisa, mordi mi labio al verlo, él sonrió y me volvió a besar, mientras lo hacía fue desabrochando mi camisa de botones dejando al descubierto mi sostén.

En eso escuchamos como tocaban la puerta principal desesperadamente, mierda.

Grizz se quita de enzima para así ponerse su camisa, escuché como maldecía, abruche mi blusa, salí de mi habitación para ir a la puerta principal.

Tocaban la puerta con desesperación, ¿ahora qué mierda sucede?.

—¡Te estoy llamando y no contestas! —era Becca super enojada.

—Estaba acupada... —dije.

—¿Porqué tienes tú blusa mal abotonada? —bajo su mirada a mi blusa.

—Oh mierda... —susurré para así abotonarmela bien, escuché como Grizz bajaba las escaleras.

—Ya veo, si que estabas muy acupada —la escuche reí, volteé atras y Grizz estaba despeinado. Saludó a Becca y se fue a la cocina.

—¿Ah qué veniste? —dije fastidiada.

—Quiero que me acompañes al hospital —me miró, en cuanto dijo eso, salí afuera y cerré la puerta de atrás de mi.

—¿Que pasa? ¿te duele algo?, ¿es acaso de que ya viene?, oh mierda —me altere.

—Tranquila... —se rió—. No es nada malo, ¿si puedes? —rasque mi mejilla.

—Claro, ¿cuándo? —pregunté.

—Ahora...

—Está bien, solo deja voy por un suéter, está helando acá fuera —Beca asintió, me metí a la casa para así ir hasta mi cuarto por un suéter, busque en mi armario y no encontré ninguna, hasta que vi un suéter negro de Grizz sonreí y me lo puse.

—En un rato regreso —le dije a Grizz quien tomaba jugo de naranja.

—¿A dónde vas? —se acercó a mí.

No puedo decirle, Becca me mataría.

—Es algo de chicas...

—Está bien... —beso mi frente—. Ten cuidado —le sonreí—. Por cierto te queda bien el suéter —me abrazó.

—Cierra la boca —Grizz se agachó para besarme.

—Grizz debo irme, Becca me espera — bufo y me soltó—. Mos vemos —dije para así agarrar las llaves del carro, al salir Becca me sonríe—. Bien vamos.

Becca asintió y me siguió, por la ventana pude ver a Grizz solo me reí.

—¿Entonces ya lo hicieron? —dijo burlona.

–Apenas estábamos iniciando y nos inrrumpiste....

—Oh mierda —susurró.

—Asi es...

Se que tendremos más oportunidades, todo que su tiempo.

A primera vista [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora