Capítulo veintiocho

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Gabriela.

Abrí mis ojos podía ver claro con la poca luz que había, no escuchaba ningún ruido producido de afuera, supongo que los chicos aún duermen. Al querer moverme no podía me lo impedían. Sonreí al sentir como Grizz me abrazaba por la cintura, traté de safarme de su agarre, es imposible.

—Buenos días —dijo con voz ronca y escondió su cara en mi cuello, mi piel se erizo.

—Buen día... —respondí, me acercó más a él, me moví para estar más cómoda.

—Mhmm... no te muevas así...—murmuró cerca de mi oído, tarde en entender lo que me había dicho.

¡Mierda!.

No estábamos completamente desnudos, yo tenía su camiseta y Grizz solamente ropa interior pero aun así pude sentirlo. Recordé lo que había sucedido ayer.

Sonreí.

Sentí mi cara caliente. No me moví. Volteé a ver a Grizz, al parecer se volvió a dormir, miré cada facción de su rostro. Estoy agradecida de tenerlo a mi lado.

—Y pensar que no te creí acosadora —abrió los ojos, me ruborice. 

—Cállate...

Sólo me miró y me beso, seré realista amo sentir sus labios. Empezamos a escuchar ruidos de afuera. Lo aleje al oírlos hablar.

—Grizz, no...

—Gabriela, si...

Le jale un pequeño mechón de pelo, este se rió.

—Esta bien... —se sentó, puede ser su espalda, se puso ropa, me reí al ver sus calzoncillos. 

—Bien, me urge ir a orinar — volteó a verme. Solo le sonreí, estaba por salir de la casa de campaña pero se regresó a darme un beso—. Te amo.

—Te amo más... —respondí. Grizz salio, dejandome sola.

Suspire.

Me cambie, me dolía un poco el cuerpo, oh mierda, mis muslos tienen un poco de sangre, necesito un baño urgentemente. Tarde un rato en salir de la casa de campaña, sólo escuchaba a Gwen y Bean, salí para verlas.

—Buenos días —dijo Bean al verme.

—Buenos días —mierda que frío esta haciendo.

Las chicas hacían una pequeña fogata, supongo que para desayunar.

—¿Y los demás...? —pregunté.

—Fueron por peces —dijo Gwen—. Ya tienen rato, supongo que ya no tardar en venir —sonrió.

—Ya vienen  —gritó Bean, Grizz venía con ellos.

Mientras comíamos, los chicos nos daban indirectas de que había mucho ruido en la noche, fui la primera en darme cuenta, moría de verguenza y Grizz al darse cuenta se atragantó con la comida. Nos habíamos olvidado de que había personas a nuestro alrededor. 

[...]

Caminaba de regreso a casa, si caminamos en línea recta puede que lleguemos más rápido de lo esperado. Cada vez hacia mas frío, Grizz me prestó uno de sus gorros de lana. Su nariz estaba roja, me burle.

—¡Espero llegar pronto, me urge un baño! —comentó Bean.

—Un baño caliente no estaría mal —dijo el chico de la marihuana.

—Si, es lo primero que haré al llegar a casa... —esta vez habló Gwen.

—Yo dormiré, extraño mi cama —dijo el chico de pelo rizado.

A primera vista [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora