Capítulo veinte

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Grizz.

Maldita sea, me arruinaron el momento, todo iba bien, cerré mis ojos al recordar los jadeos de Gabriela, mordi mi lado al recordarlo.

—Mierda Becca, si ubieras llegado un poco más tarde —suspiré—. Y no puede ver debajo de su blusa, maldita sea.

Subí para ir a la habitación de Gabriela, pero al hacerlo miré esa puerta que me pone de nervios, quería ver qué hay dentro de ella, ya que Gabriela desde que empecé a vivir con ella me lo prohibido, estaba enfrente de la puerta, solo échare un vistazo.

Abrí la puerta, pensé que vería algo excéntrico pero no, sólo era una habitación normal, entré, miré cada rincón hasta que miré unas fotografías que estaban en la mesa de noche, tomé una, era una niña de aproximadamente cuatro años, sin duda es Gabriela, desde pequeña es linda.

Miré otra donde sale con un señor abrazándola supongo que es su padre, había más fotos de ellos dos.

¿Porqué Gabriela me prohíbe entrar?, no hay nada malo, sólo es la habitación de su padre, bueno debe tener sus razones. Deje las fotografías como estaban para así salir, al hacerlo miré que en el armario estaba el vestido que Gabriela uso en la fiesta, al ver había más vestidos, lucían demasiado costosos.

—¿Cómo se miraría Gabriela con los demás vestidos? —susurré. Al revisarlos, uno se cayó, mierda.

El vestido cayó arriba de una caja fuerte, esta abierta. La curiosidad me gano y miré lo que contenía adentro, había una bolsa negra junto con papeles, dejé los papeles porque siendo sincero no me importaba.

Saque más papeles, pero en estos habían números y direcciónes, al leer uno, no los reconocí, sentí algo duro en la bolsa, al meter mi mano tragué saliva, reconocía esto, al sacar lo que pensaba que era lo deje caer.

—¿Pero que mierda? —dije en voz baja—. ¿Porque tienes esto Gabriela? —pasé ambas manos por mí cabello, tengo demasiadas preguntas, empece a buscar más en la bolsa, maldita sea, no es sólo una arma si no dos, miré una foto en esta algunas personas estaban tachadas.

Mierda, necesito una explicación para esto.

[...]

Gabriela.

—¿Cómo te sientes? —le pregunté a Becca, mientras manejaba.

Desde que salimos del hospital estaba un poco callada.

—¿Becca? —pregunté.

—Bien, aunque es raro pero a la vez me emociona —lágrimas salieron de los ojos.

—Oh vamos, no de nuevo —sonreí.

Estacione el carro enfrente de su casa.

—¿Le dirás a Sam? —la miré como limpiaba sus lágrimas.

—Por supuesto —sonrió para así mirar la fotografía que tenía de su bebé.

—Apuesto que es un niño —dije, Becca sonrió.

—Gracias por acompañarme —sonrie.

—No agradezcas... —rasque mi nariz.

—Por cierto, en la mañana Helena hizo una reunión, te estuve marcando pero no contestaba, pero al ir a tu casa mire que estabas muy ocupada —sonrió.

—¿De qué hablo Helena? —evité lo que dijo.

–Lo de acción de gracias, mañana a las once empezarán a cocinar, así que te quiero a ti y a Grizz en la iglesia para ayudar con los preparativos –ordenó.

—Como órdenes capitana —hize un saludo de militar, Becca solo se rió.

—Nos vemos Gabriela —se despidió.

Puse el carro en marcha para así ir hasta mi casa.

[...]

Ya había llegado a mi casa, estacione el carro, suspiré, recordé lo que había pasado con Grizz en la mañana, una sonrisa se me escapó.

Entre a mi casa, no miré a Grizz en la cocina ni en la sala, supongo que esta en la habitación, al subir las escaleras, miré la puerta de la habitación de mi padre abierta, mi corazón empezó latir demasiado rápido.

Al estar enfrente de la habitación, miré a Grizz, las armas estaba a un lado de él, mientras leía y miraba la fotografía con la gente tachada.

—¿Que significa esto Gabriela? —volteó a verme demasiado serio, mi corazón latía demasiado rápido.

—Te dije que no entrarás aquí... —mi pecho empezó a doler.

—¿No querías que me enterará de esto? —apunto las armas— ¿¡Que significa esto? –me gritó, me sorprendí ya que es la primera vez que me lo hace.

Mi pecho dolía y me constaba respirar.

—Te dije que no podías entrar, te había prohibido entrar aquí —lleve mi mano a mi pecho, no de nuevo.

—¿No querías que me enterará de tu secreto? —se acercó a mí con unas hojas en su mano.

—¡Te dije que no podías entras aquí! —grité,mi pecho dolió haciendo que cayera de rodillas al piso, mierda, estoy sudando, no puedo respirar, Grizz se agachó quedando muy cerca de mí, trate de alejarlo, no puedo respirar.

[...]

Narrado omnisciente.

Grizz al ver como Gabriela cayó al suelo se quedó callado, se agachó a su altura, miró que a Gabriela le constaba respirar se asustó.

—¿Gabriela estás bien? —estaba apunto de acariciar su mejilla pero Gabriela le dio un golpe.

—D-déjame en paz... —la voz se le empezaba a ir, Grizz al verla sudando no sabía que es lo que le estaba pasando.

—Maldita sea, ¿que te sucede? —Gabriela lo ignoró y como pudo se levantó para así ir hasta su habitación, le constaba estar de pie Grizz hizo la ayudó ir hasta la habitación.

Aunque Gabriela no quería pero necesitaba de su ayuda en ese momento.

Llegó a su mesa de noche y de ella saco su inhalador, Grizz sólo la observaba.

—Mierda... —pronunció.

Gabriela inhalado tres veces para poder controlarse, empezó a respirar pero su pecho a un le dolía.

—Pensé que moriría —murmuró Gabriela, Grizz no escuchó.

Gabriela se sentó en el piso, abrazándose así misma para empezar a llorar. Grizz se agachó a su altura, de nuevo, quería saber qué es lo que le pasó a se unos segundos.

–¿Qué fue lo que te ocurrió? —preguntó.

Gabriela lo ignoró para así seguir llorando. Trato de abrazarla pero ella no se lo permitió, lo empujó.

—¡Déjame! —Gabriela frunció el entrecejo—. ¡Vete, no te quiero ver! —sus labios temblaban—. Dejame sola —limpio sus lágrimas.

—Gabriela... —pronuncio Grizz.

—¡Lárgate! —le avento una almohada, Grizz sin decir nada se levantó y salió de la habitación.

Gabriela al escuchar como Grizz bajada las escaleras y escuchar como cerraba la puerta empezó a llorar.

Grizz volteó a ver si en la ventana estaba Gabriela pero no lo estaba, unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos, no entendía porque reaccionó de esa manera, aunque una cosa estaba clara entrar a la habitación fue mala idea.

A primera vista [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora