Finalmente es quince de diciembre y oficialmente empiezan las vacaciones de navidad, no me gusta esta celebración, lo que me encanta es hacer diferentes actividades en la nieve, ir a esquiar, patinar sobre hielo, hacer snowboard y mil cosas más. Con el clima de hoy en Connecticut, New Haven más de uno no quiere salir de la sala de estudio, incluidos nosotros.
- ¿Amor? Tierra llamando a Lizzie-dice Jayden agitando su mano en frente de mi cara.
-Ya, perdón perdón-alzo las manos a modo de disculpa.
- ¿En que estabas pensando? Seguramente era algo muy sucio, te conozco-me apunta con el dedo- Ya se, estás pensando en donde lo haremos esta noche ¿verdad? Yo propongo que en la sala, en la encimera de la cocina, en la pisci...
- ¡Jayden!-le tiro el cojín en la cabeza- El único con mente sucia en esta relación eres tú, no quieras quitarte el título.
-Bueno ya dime ¿Qué pensabas?-insiste.
-Nada, solo pensaba que por fin vamos a relajarnos de tantos trabajos y exámenes que ya me tenían loca. Deberíamos ir a esquiar. -propongo.
-Uy, sí. Tienes razón -se echa hacia atrás y apoya su espalda en el respaldo de la silla y cruza las manos detrás de su cabeza para adoptar una postura más cómoda-Ya no tendré que verle la cara al maestro de química que me odia por el simple hecho de tenerme en su clase todos los lunes a las siete de la mañana. Apoyo tu idea.
-Jayden pero no puedes esperar que seas de su agrado y tenga tu foto en un cuadro de honor con flores y todo después de lo que hiciste-le digo.
Empezando el semestre Jayden era el más emocionado por tomar la clase de química, es una de sus materias preferidas así que decidió entrar a la carrera de medicina, pero en la segunda clase hizo una mezcla de azufre con cloruro de sodio y magnesio, algo sumamente desagradable que casi hace redecorar el piso del laboratorio con el vómito de todos los que estaban allí por el olor tan repugnante de esa loca reacción química que hizo mi novio.
-Ya te dije que era por una causa justa, si no hubiera hecho no hubiera alcanzado a llegar a tu presentación de canto-me recuerda. Y es verdad ese día era el concurso de la canción, yo era la segunda en presentarme, así que Jayden aprovechó sus habilidades en la química para hacer esta pequeña travesura y poder irse. Eso me hizo quererlo aún más por no dejarme sola.
-Bueno si es cierto-admito.
-Bueno nena es hora de irnos. Te dejo en tu casa y voy a entrenamiento, el último de este año. No me gusta entrenar adentro, pero con este clima ni modo -coge mi bolso y se lo coloca en el hombro. Como siempre tan atento. Me coloco bien la bufanda por si el frio continúa y comienzo a caminar.
- Si y entrena bien porque la verdad si te hace falta sobre todo en puntería.
-Ya olvídalo-ríe-te pedí perdón muchas veces-deposita un beso en mi frente, entrelaza nuestras manos y salimos de la sala de estudio de la Universidad.
-Y crees que ese perdón me quitó el moretón de mi frente-lo miro haciéndome la seria pero luego de ver su sonrisa, mi intento se va al caño.
Así fue que nos conocimos, bueno conocí a Jayden Howell, de la forma más dolorosa. Ambos éramos nuevos en la Universidad, él estaba dando la prueba de admisión al equipo de futbol y yo la del equipo de animadoras, yo estaba muy feliz haciendo los pasos que me habían indicado cuando de repente el balón llegó con tanta fuerza impactando contra mi frente que caí de espaldas en el piso y todo lo veía doble, él llegó sumamente preocupado pidiéndome perdón y me llevó en brazos hasta la enfermería. Luego de que el mareo se me pasó pude verlo bien finalmente, un chico de cabello castaño claro, tez blanca, ojos marrón, labios bien definidos , un cuerpo notablemente de deportista con fuertes brazos, un abdomen que te mueres y una sonrisa hipnotizante que te hace olvidar tu propio nombre. Desde ese día empezamos a hablar y ahora acá estamos a punto de cumplir siete meses de noviazgo.
ESTÁS LEYENDO
No era mi intención amarte (+18)
Teen Fiction¿Del amor al odio hay sólo un paso? ¿Que hacer si lo prohibido se vuelve tentador? Lizzie y Seth no se ven desde que eran unos adolescentes, por algo que ocurrió entre ellos. Ahora son adultos y todo ha cambiado, el odio se ha convertido en algo más...