Capítulo 31: Lizzie.

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Me despierto en la mañana, lo cierto es que no dormí mucho después de lo que me confesó Seth y debo decir que aún me cuesta creerlo, me siento algo tonta por no decirle el "a mí también me pasa lo mismo" o "yo también te quiero", lamentablemente ninguna de las dos frases salieron de mi boca me quedé prácticamente congelada y, bueno sumémosle a eso que llegó mi madre con su charla conservadora recordándome de que no debo invitar chicos a mi cuarto, el problema es que en mi cuarto ya han estado varios entre ellos Seth pero ellos nunca se enteraran. Quieren tener una hija sonsa y casi monja pero no, soy totalmente lo contrario, soy algo rebelde y por eso mismo me choca la idea de mi padre que me quiera casar con Jayden, no estamos en el siglo pasado donde se arreglaban las bodas y renunciar uno a su felicidad y libertad. Pues no, no estoy de acuerdo y nunca lo estaré. Será un completo tormento estar casada con alguien a quien no ambas y fingir que si por las apariencias y lo que digan los demás. ¡Qué absurdo! Y lo peor de todo es que lo entendí mucho más cuando fingí con Jayden, me vale una mierda lo que digan los demás sobre mí. Es más me siento tan animada que si en este justo momento Seth llegara y me dijera que confesemos todo y que afrontemos el hecho de que estamos enamorados, lo haría sin pensarlo dos veces, me enfrentaría a mis papás y al mundo entero por conseguir mi felicidad junto a él.

Por lo pronto iré a la Universidad, para hablar en la facultad sobre mi beca en UCLA en la escuela de artes, todo está tan perfecto con Seth que me duele el pecho de solo pensar en dejarlo. Jayden está preso y espero siga ahí mucho tiempo, Seth me dijo que me quería y yo lo quiero a él, no es perfecto. ¿No es todo lo que una persona busca cuando está enamorada de otro? Ser correspondido y si nuestra situación es esa, ¿por qué no luchar por nuestra felicidad sin importar lo que piensen los demás? Creo que por el momento pospondré la beca y elijo a Seth, sé que es una completa locura y ahora entiendo a las protagonistas de los libros que he leído, cuando decidían todo lo posible por seguir con la persona que aman. Yo las criticaba, pero ahora que estoy en el mismo lugar puedo entender las locuras que se pueden llegar a hacer por amor.

Treinta minutos es lo que tardó en llegar a la Universidad, atravieso el camino adoquinado por la mitad de dos campos verdes e ingreso, luego de atravesar varios pasillos y dar varios giros encuentro la oficina que estaba buscando Escuela de Arte pone en un letrero.

⸻ ¡Buenos Días!⸻saludo a mujer de mediana edad detrás del mostrador, una pelirroja poco amable, todo hay que decirlo.

⸻Si, que se le ofrece⸻responde de manera poco cortés.

⸻Estoy buscando al Decano Springfall ¿Está?⸻pregunto directamente.

Alza la bocina del teléfono, tecleando unos botones rápidamente que me sorprende, teniendo en cuenta que tiene las uñas un poco largas. Luego de unos minutos finalmente es atendida.

⸻Señor Springfall, está aquí una estudiante...⸻me mira de manera interrogatoria tal vez esperando que le diga mi nombre.

⸻Lizzie Walter Duncan⸻respondo y se lo comunica al decano.

⸻Listo, si señor⸻cuelga y se dirige a mi⸻Pase, es la primera puerta al fondo y la derecha⸻me indica.

⸻Gracias⸻respondo.

Hago exactamente lo que me dijo y finalmente llego a la puerta que me ha indicado. Doy dos golpes y espero respuesta.

⸻Siga⸻una voz gruesa me responde desde el otro lado de la puerta.

Entro y me encuentro con un hombre de unos sesenta años, alto y delgado con un cabello ligeramente canoso. Se levanta cuando me acerco a estrecharle la mano.

⸻Buenos Días, señor Springfall

⸻Hola, Lizzie ¿Cómo has estado?

⸻Bien, gracias ¿y usted?

No era mi intención amarte (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora