Capitulo 4: Seth.

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El vuelo fue algo casi insoportable, tener que escuchar a cada rato a Lizzie abrir su boca para soltar cualquier estupidez o joderme con algún comentario que igualmente yo aprovechaba para lanzarle algo para lograr que se callara, a veces funcionaba otras no. Todo fue perfecto cuando finalmente cada uno cayó en un sueño tan profundo aunque bueno, hay que exceptuar el momento en el que no sé porque diablos terminamos durmiendo abrazados, es algo que en nuestros cinco sentidos no haríamos ni locos.

Cuando finalmente bajamos del avión no nos dirigimos la palabra solo nos limitamos a esperar nuestro equipaje en la cinta transportadora y finalmente nos dirigimos hacia la salida del aeropuerto. Nuestros padres hacia un lado hablando, en el otro Rosie, Maddy y Will, por ultimo Lizzie y yo caminamos uno al lado del otro pero con tres metros de espacio entre nosotros. Pienso en acercarme así sea para soltarle cualquier comentario que la saque de casillas pero la alarma de mi cabeza se activa diciendo "ALEJATE DE ELLA". Nos dirigimos hacia la salida del aeropuerto, pero sigo sintiendo esa extraña sensación de acercarme a ella así sea para molestarla pero cuando finalmente decido hacerle caso a esa sensación e ignorar la alarma de mi cabeza, David aparece llegando al lado de ella.

— ¿Qué onda Lizzie? ¿Todo bien en el vuelo o mi hermanito se pasó de insoportable?

— ¿Que te puedo decir? Es Seth—responde la muy tonta, como si fuera algo obvio.

Doy unos cuantos pasos para acercarme a ellos y entro en la conversación.

—A que te refieres con eso ¿eh?

—Pues que eres insoportable por naturaleza.

—No te estarás describiendo a ti misma—respondo y ella pone los ojos en blanco. ¡Punto para Seth!

Mi hermano decide detenerse y echa un brazo sobre los hombros de Lizzie y el otro sobre los míos.

—Ya, ya chicos. No hay que pelear—dice—Estamos en Cancún, hay que disfrutar del mar, la arena, el sol y las chicas en bikini, anímate Seth—me pide.

Yo esbozo una sonrisa, es justo lo que necesito, chicas. Al ver la cara de Lizzie que me fulmina con la mirada mi sonrisa se convierte en una carcajada.

—Tienes razón, David—habla Lizzie—Ustedes disfruten de las chicas mientras yo conozco guapos Mexicanos. —suelta.

—Tú contrólate, que tienes novio—no sé por qué diablos dije eso.

—Bueno ¿y tú qué te crees? No eres mi padre para decirme que hacer y qué no. Tengo novio pero no estoy amarrada. Tengo derecho a divertirme y eso a ti no te importa.

Comenzamos a andar de nuevo hacia a la puerta.

—Sí, tienes razón no me importa. Pero después no me pidas que te quite algún pesado de encima.

—Tranquilo que de ti no necesitaré ni la hora.

Luego de la pequeña discusión y de un silencio casí interminable como si de un entierro se tratara, interviene David.

—Chicos, en el auto solo cabe uno más. Yo me voy ahí, ustedes nos alcanzan en otro.⸻anuncia.

—Te odio—decimos Lizzie y yo al unísono. Nos miramos y volteamos los ojos.

David sube al auto, cierra la puerta y baja el vidrio para hacernos un guiño y reírse, finalmente el auto desaparece de mi vista. Doy media vuelta para decirle a la insoportable que nos vayamos de una vez por todas, pero no está ya empezó a caminar. ¡Demonios! Esta chica es un puto dolor de cabeza.

— ¡Lizzie!—grito. Pero parece que estuviera sorda.

Así que decido caminar más rápido, obviamente yo la alcanzaré en menos de nada por lo tanto no tiene caso correr es decir no es que tenga interés alguno por ir detrás de ella.

No era mi intención amarte (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora