O C H O

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De nuevo estoy dentro de la imponente mansión. Jordan me guía a travez de los pasillos hasta que llegamos a un lugar apartado. Un largo y ancho pasillo con únicamente dos puertas, una a cada lado y al final un balcon.

Él me señala la de la derecha.

-Esa era la habitación de Jana -luego señala la otra-, esta es la mía.

Jordan se dirige a la puerta y yo lo sigo, y algo en esta llama mi atención. La puerta tiene tallado en una hermosa cursiva. JO. H.

El abre la puerta y cuando lo estoy siguiendo para entrar toco el tallado.

-Jordan Howland.

Cuando estoy totalmente dentro el cierra y echa seguro.

Su habitación es gigante, tiene una cama con dosel azul claro y una colcha azul oscuro, y esta llena de almohadas. A cada lado tiene una mesita y a un lado hay una hermosa biblioteca. Tiene una mesa de centro y un grande televisor con controles frente, en una pared hay dos puertas y en una esquina hay un gran mueble con un computador y libros sobre este, también tiene un sillón azul oscuro y las paredes están hermosamente tapizadas, el piso es de madera pulida y tiene una gran alfombra blanca.

Suelto un silbido al contemplar la grandiosa habitación.

-¿De qué son las puertas?

-El baño -señala la de la izquierda- mi armario -señala la de la derecha.

Y me entran unas horribles ganas de entrar a su armario, ¿toda su ropa será gris blanca y negra?

-Ven -el se sienta en la mesa de centro, así que yo me ubico junto a su lado- los...

-¿Sabes? No me diste el portátil.

El levanta la mirada un poco desconcertado.

-Oh si, lo siento -señala el mueble del computador-, en el primer cajón hay uno con cargador, llévalo.

Reprimo las ganas de hacer una O con mis labios, porque Dios, este chico de verdad es rico.

-Mira -el me señala una lista que tiene en la mano y esta tiene resaltados de distintos colores-, los de amarillo son familiares, los de azul son amigos de hace tiempo, los de verde son simples socios, los de rojo...

Se escucha como alguien intenta entrar y luego suenan golpes.

-¡Jordan! -me sobresalto al escuchar la demandante voz, mas golpes- ¿Estas ahí?

Me levanto de golpe dejando caer la silla. Es la voz de una mujer, aparentemente joven y muy confiada en si misma.

-Jade -decimos al mismo tiempo mirándonos a los ojos.

-¿Qué hago? -muevo los labios y levanto las manos.

El señala el armario.

-Métete ahí -mueve también la boca y luego dice en voz alta-, ya voy Jade.

Recoge todas las hojas y yo mientras corro hasta la puerta de la derecha, la abro y me meto dentro, la luz se enciende sola.

Escucho cuando la puerta se abre, me gustaría ver, pero obviamente es imposible.

Miro a mi alrededor y sonrió al ver toda la ropa negra, gris, azul oscuro y blanca de este chico, también hay múltiples trajes y gabanes, y en el aire flota el aroma de su loción.

Inspiro.

-¿Qué hacías? -Jade tiene una voz melodiosa, suave y de mujer empoderada.

-N-nada -tartamudea Jordan.

SwirldaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora