C A T O R C E

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Al salir de clases le aviso a Jordan que esperaré hasta el día siguiente para visitar al señor Jobs, y salgo corriendo con ganas de ver a Dan, bueno... creo que mas que todo preocupación.

Cuando ingreso a el hospital una enfermera me informa que no esta, pero que dejo una nota para mi.

Estoy en la casa de Kal.

Le agradezco a la enfermera y comienzo la terrible y larga caminata hasta ese lugar. De verdad creo que me hace falta un auto en el cual moverme.

Al llegar lo encuentro en el mismo lugar en el que nos abrazamos acorralados el día anterior. El fuego dejo una mancha negra de hierba quemada en el suelo.

Dan se encuentra arrancando pasto y lanzando lo.

Camino hasta él y me siento frente cruzando mis piernas, él no levanta la mirada y yo cierro los ojos.

-Estoy lista para que me preguntes.

-Eli... -habla bajo, vuelvo a abrir los ojos y veo su afligida mirada- ¿En qué te metiste?

Suelto un suspiro.

Era de esperar que preguntará sobre eso ¿no? Pero me imagine que iba a querer hablar de Lila.

-¿Alcanzaste a leer el examen del forense?

Para mi decepción Dan niega con la cabeza.

-Solo leí algo sobre algunas fracturas y un golpe en el cráneo -Dios no, tiene que ser mentira. Es imposible que ese examen hubiese sido solo una copia ¿no?

-Jana Howland es una chica que murió hace cinco años -le explico-, intento saber que paso.

Eso parece extrañarlo, pero por algún extraño motivo asiente sin preguntar.

-¿Qué paso realmente ese día?

Le cuento a Dan todo, lo del rió, lo de Kal, mi silencio y mi acusación. Le cuento mi mudanza y mi extrañeza al verlo. Y ya que estamos, también le comento todo lo relacionado con Jana Howland, todo lo que se, la razón de la golpiza que recibió. Le comento sobre Jordan Howland y le cuento como me rencontré con Benjamin. Le cuento todo sobre mi vida, porque si él me odia, si de alguna manera siente que necesita algún tipo de venganza, decido entregarle todo lo necesario, porque el se lo merece si lo quiere, y yo también me merezco el castigo.

Dan asiente.

-¿Esto de Jana es alguna forma para redimirte con lo de Lila? -sonrió un poco al ver lo bien que lo entendió y asiento-. Quiero ayudarte, necesito distraer a mi mente de lo sucedido, de verdad para mi es como un golpe, porque en un parpadeo mi vida se había esfumado, al igual que mis amigos y mi novia...

Le sonrió ligeramente y no me siento en capacidad como para negare lo que me pide, porque a fin de cuentas se lo merece ¿no?

Yo no estoy en posición de negarle nada, pero aun así le advierto sobre el riesgo de la situación y el lo acepta.

Me comenta que no le rompieron nada los golpes y que muy pronto estará bien, en una semana por mucho, pero que aun quiere descansar.

-Pues entonces vamos a que te recuestes -me levanto y veo como la desconcertada mirada de Dan me sigue.

Voy hasta la puerta y romo uno de los vidrios de esta, tanteando para encontrar la chapa y abro. Antes de ir por Dan ingreso yo sola, puedo ver que es una sala algo polvorienta y con muebles antiguos. Tiene esa decoración de pura señora mayor, con manteles blancos y un poco de porcelanas.

Escucho como algo se cae a mi espalda y volteo a mirar encontrándome con Dan recostado en el marco de la puerta. Voy a hasta él y mientras se recuesta sobre mi lo ayudo a sentarse en uno de los sofás, de los cuales se levanta una mata de polvo obligándome a toser.

SwirldaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora