D I E C I S E I S

109 15 0
                                    


Jordan abre el portátil, y esta a punto de ingresar la clave cuando un celular suena en la habitación.

Para ser mas específicos, mi celular.

-Un momento -me levanto y lo tomo de la encimera, es mi papá, así que decido contestar- Alo.

-¿Elizabeth? -esta molesto muy molesto- ¿Donde estas?

Miro nerviosa a los chicos que se encuentran mirándome.

-En la casa de una amiga ¿por qué?

Escucho como inhala, y me parece algo exagerado.

-Necesito que vengas ya mismo a la casa -se que intenta sonar relajado- ahora.

Frunzo el ceño extrañada y recuerdo la insinuación sobre el baño que me hizo esta mañana.

-Oye, si crees que estoy haciendo algo con Jordan... -él me interrumpe. Y noto como Jordan se atraganta con su gaseosa.

-¡No tiene nada que ver con los Howland!

Me quedo pasmada un momento. ¿Entonces qué mierdas...?

-Papá -me alarma- ¿qué sucede?

Escucho un leve forcejeo y luego no es mi papa quien me responde.

-¿Podrías por una vez en tu vida hacer lo que se te esta pidiendo? -su voz sale arrogante y enojada. Es Tory.

-¿Así como tu hiciste caso cuando te dijeron que no abrieras las patas? -ahora es el turno de que Dan se atragante.

Mi hermana inspira.

-Elizabeth, no me pongas a prueba.

Me rió sarcástica y voy a hablar, pero ella se me adelanta.

-Por lo menos yo no tengo una demanda que me puede costar al menos dos años de prisión.

Mi risa desaparece y yo me quedo pasmada.

-¿Qué...?

Ahora ella ríe.

-Ven ahora a casa -se por su tono que aprieta los dientes y tras decir eso me cuelga.

Me quedo un momento asustada mirando mi celular. Luego corro hasta la habitación en donde deje mi ropa y con los zapatos medio húmedos me los coloco. También me coloco mi chaqueta que esta mojado por fuera, pero no por dentro. Y salgo.

Los chicos me miran pasmados mientras guardo en mi bolsillo mi celular y tomo el casco.

Jordan es el primero en levantarse.

-¿Que sucede? -se ve preocupado mientras se me acerca.

-Un problemilla que se me acaba de presentar.

-¿Qué? -ahora es Dan- No te puedes ir así, aun esta lloviendo...

-No se que mas hacer -mi voz sale desesperada-, tengo que irme.

Jordan asiente.

-Vamos, te llevaré en mi carro, así no correrás riesgos ni te mojaras. Y cuando puedas veremos todos el portátil de Jana -asiento, luego Jordan mira a Dan-. Creo que tu lo cuidaras bien.

Dan asiente, voy hasta el y le doy un abrazo de despedida antes de salir con Jordan de la casa. Él abre su paraguas y juntos caminamos hasta su auto que esta vez esta solo, me subo en el copiloto y Jordan arranca.

Agradezco que no hable en el camino mientras yo me muerdo el pulgar con nerviosismo.

Una demanda.

SwirldaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora