- Bienvenida a casa mi amor - le susurro Regina a la bebé apenas entramos por la puerta de la casa.
Esta tarde cuando fuimos a visitar a la niña nos recibieron con la noticia de que ya sería dada de alta. Por lo que aquí estábamos Regina con una Isabela pequeñísima como una muñeca dormida entre sus brazos y yo atrás de ella con la pañelera colgando de mi hombro.
- Ven, vamos para que tomes asiento. - la tomé del codo y tire de ella suavemente hasta la sala de estar.
-Quiero ver a mi pequeña. -rode los ojos.
-Ya la voy a llamar. - dije, pero sin embargo Rosalba nos interrumpió para pasarme el teléfono. Lo tome y colocando una mano sobre la bocina la mire. -¿Y Mónica?
-En su habitación Doña
-Dile que venga, Regina quiere verla. -Ella asintió y yo me lleve el teléfono hasta el oído.
-¿Bueno?
-Altagracia
-Braulio -suspiré -Habla rápido estoy ocupada.
-Daniel Llamas no quiere gente en su fundación. -mi boca cayó abierta dos centímetros.
-¿Como que ese imbecil no quiere ayuda en su fundación? -exclamé indignada. -Yo, La Doña decido ayudarlo y el la rechaza. -me lleve el dedo pulgar e índice hasta el puente de mi nariz y lo acaricié. -A ver... -cerré mis ojos y tome una gran bocanada de aire. -Dame el número, yo hablare con él.
-Altagracia creo que le estás dando demasiada importancia a alguien que no la tiene.
-Eso es algo que a ti no te importa. - voltee a mi lado y me encontré a Regina mirándome directamente con Mónica a su lado. -Yo le doy la importancia que yo crea conveniente. Dame su número. -lo escuche respirar a través de la línea.
Solté la pañelera de la bebé sobre la mesita frente a nosotras y rebusque en los bolsillos un trozo de papel y una pluma que Regina había colocado en el hospital. Braulio me dictó su numero y lo apunté. Lo escuché decirme algo más pero colgué sin prestarle atención. Ya lo llamaría después.
-¿Todo bien? -cuestionó, yo asentí acercándome hasta ellas. Estire mi mano y acaricie la cabecita de Isabela con una sonrisa.
-Solo problemas en la empresa. Estaré en mi despacho. -le avise y ella asintió. Me marché dejándola con Mónica haciéndole muecas a la bebé.
*****
-¿Quien es la bebé más linda? ¡Tu! -Isabela se estiró sobre mis manos y bostezo, sonreí. Me acomode mejor en mi asiento, me incline sobre ella y bese su mejilla. Aspire su olor a bebé y la mire. Ella volvió a cerrar sus ojitos.
-¡Altagracia! -me llamó Regina y voltee a verla con una sonrisa. Isabela me trae en las nubes. -Dámela, ya es hora de su comida -se acercó a grandes pasos hasta mi e inclinándose me la quito de los brazos. Hice un mohín triste con los labios. Ella me dedico una media sonrisa y acercando sus labios hasta mi oído me susurro.
-El mismo tiempo que le dedicas a tu sobrina deberías dedicárselo a tu hija. -me señaló con la mirada a Mónica quien permanecía mirándome disimuladamente mientras jugaba con su muñeca. Suspire.
ESTÁS LEYENDO
Mónica
FanfictionNo puedo, de verdad no puedo. Sus ojos... no se que tienen sus ojos que no me dejan acercarme. - la mire con verdadera frustración. -Es tu hija Altagracia, es sólo una niña que necesita de su madre. Mónica te necesita. ¿Qué pasaría si Lázaro nunca...