KiriBaku Month

Pesadillas

Estaba sudando, se movía de un lado a otro en su cama, sonido ahogados salían por su garganta, abrió sus ojos, estaban llorosos, paso su mano por su cara secando las lágrimas.

Suspiro tratando de calmar a su corazón y cuerpo, ya más calmado se quedo pensando en lo que soñó hace unos minutos.

— ¿Quién era ese chico? — se pregunto.

Tenía unas semanas sin poder dormir, soñando con lo mismo, soñando con un chico que moría frente a él un chico al que no pudo salvar por ser débil.

Se levanto de la cama y camino al baño, enjuaga su rostro y se queda mirando en el espejo, de repente la imagen del chico aparece en el reflejo.

— ¿Por qué? — lo escucha decir, asustado se da la vuelta pero no hay nadie.

— Me estoy volviendo loco — Katsuki suspira y regresa a su cama, se acomoda pero no quiere dormir, no quiere soñar de nuevo con esa escena frente a él.

Sin darse cuenta se queda dormido, escucha toques en la puerta de su habitación, bosteza y se levanta, mira la hora ya es tarde.

— Ya voy — dice sin ganas.

Se alista colocando su uniforme, al abrir la puerta nota la mirada de su novio sobre él.

— Katsuki, ¿Estás bien? — pregunta preocupado.

— Si, vámonos — empieza a caminar dejando al pelirrojo atrás.

Eiji lo alcanza pero decide no preguntar, sólo espera que su novio le cuente que es lo que pasa, que le tenga confianza.

Las clases inician, cuando llega la hora del entrenamiento deben usar sus trajes de héroe, así lo hacen.

Frente a ellos las estructuras montadas, los "civiles", todo esta tan bien diseñado que parece real.

Katsuki siente miedo, tiene una preocupación que se presenta cuando lo ve.

Ve a ese mismo chico que muere en sus pesadillas, empieza a temblar y no sabe porque, sólo es un maldito entrenamiento, nada es real.

Los equipos son formados, el entrenamiento empieza, todos corren y usan sus habilidades.

Pero él se queda parado, siente la mirada del joven sobre él, entonces ve como un edificio esta cayendo y sera sobre el chico.

Se impulsa con unas explotaciones, pero no llega a tiempo, maldice, grita de frustración, el entrenamiento acaba, se va a su cuarto después de quitarse su traje.

No asiste a las últimas clases, esta enojado con él mismo, se acomoda en su cama hundiendo su rostro en la almohada.

Escucha toques en su puerta, sabe quien es pero no quiere verlo, no quiere ser visto de esa manera tan lamentable.

Los toquidos paran, sabe que Eiji estará preocupado pero en ese momento no esta bien consigo mismo.

Cae dormido después de desquitarse con la almohada, ahora su sueño lo manda a una ciudad que no conoce, esta él y Eijirou, por alguna razón eso le da mala espina.

— Todo estará bien — le oye decir.

— Lo se — se permite sonreír.

Después todo es un caos, pierde de vista a Kirishima, esta preocupado pero no puede dejar a medias lo que hace, cuando termina con esos robots va en busca de su novio.

Lo encuentra recargado en una pared.

— Ey despierta — lo mueve pero Eiji no responde — vamos bastardo abre los ojos — dice desesperado, mira como el cuerpo de su novio cae de lado, esta sin vida.

Despierta exaltado, no, no, no, eso no puede pasar, se asusta, tiembla y maldice.

Se pone de pie y sale de su habitación en busca de alguien.

A lo lejos ve al profesor Aizawa dar la última ronda, se acerca a él y le cuenta todo lo que paso.

El sensei suspira y lo manda a dormir, Katsuki obedece, cuando esta de nuevo en su cama cierra los ojos y queda dormido.

— ¿Por qué? — ve a Eiji preguntar, esta todo lleno de sangre — ¿Por qué me dejaste morir? — dice serio — eres débil — Eijirou empieza a desaparecer.

No puede moverse, cae de rodillas y grita.

Siente como una calidez lo rodea y abre sus ojos, Eiji esta abrazándolo, reconfortandolo.

— Todo esta bien — susurra el pelirrojo.

Katsuki lo abraza y hunde su rostro en el pecho del chico.

— Lo lamento — susurra entre el llanto, Eiji es el único que conoce esa imagen tan derrotada de él.

— Tranquilo todo esta bien, todo estará bien — besa la frente del rubio y después sus labios.

Katsuki siente tanta calidez que sus pesadillas parecen nada aun lado del rayito de luz que es su novio.

Duermen aabrazados y por primera vez en una semana duerme sin soñar cosas horribles.

Porque acaba de prometerse proteger a ese chico que lo mantiene seguro entre sus brazos.

Fin