KiriBaku Month

Moda

Nota:
No tengo idea de que hacer, pero veré que sale

— ¿Qué diablos es eso? — pregunto con horror.

— ¿Esto? — señalo su cabeza — ¡Ah! Es que es lo último en moda.

Al decir eso el rubio se dio una facepalm, si antes creía que su pareja era idiota hoy lo supero, es más ahora creía que Eijirō le quito el puesto a Kaminari, pero bueno dejando de lado esos pensamientos, fruncio el ceño y cruzándose de brazos lo miro fiero.

— Odio eso — dijo.

— A mi me gusta — abrazo el objeto después de quitarlo de su cabeza.

— Ni creas que vas a dormir aquí si tienes eso — fruncio más el ceño.

— Vamos no te pongas así, además me veo muy bien, soy más varonil — sonrio.

— Eijirō dime como esa porquería te va hacer más varonil, lo que hace es que te veas idiota — dijo molesto.

— Katsuki, ¿Cómo pudiste? — llevo una mano al corazón — ¡Oh dios como duele! — Kiri-dramas-on.

El rubio suspiro tratando de controlarse, quería agarrarlo de sus hermosos y fuertes brazos y aventarlo por la ventana.

Pero si lo hacía lo expulsaban, tendría que pagar el vidrio y cuidar a su molesto novio lo que durara en el hospital.

No, mejor lo dejaba así y él se salvaría.

Ahora el problema era quitarle ese jodido sombrero que tenía literalmente escrito ridículo en el.

— Tira eso, es más mejor quemalo, si no lo haces no dormiras aquí — sentencio.

— Pues este horrible sombrero y yo nos vamos — se hizo el indignado y salió, escucho la puerta cerrarse tras él — no aguantar mucho — sonriendo se fue a su habitación.

Una semana había pasado y ellos no dormían juntos desde esa pequeña "discusión" si es que así se le puede llamar.

Kirishima tenía ojeras unas horribles y marcadas ojeras.

— Katsuki, amor, bebé, bomboncito, mi dulce explosivo, caramelito ácido, cielito lindo, mi musulmán asesino, mi... — y una serie de apodos raros dieron dichos por Eijirō tratando de llamar la atención de Katsuki, aunque sólo estaba acabando con su minúscula paciencia.

— JODER PUEDES CERRAR LA BOCA UN JODIDO MOMENTO — su paciencia acabo.

— Lo siento — dijo como niños regañado — pero quiero dormir contigo — hizo puchero viéndolo con sus ojitos de perrito triste.

— No hasta que tires esa mierda — dijo acomodándose en su lugar.

— Katsuki, amor, eso ya paso de moda ahora lo que anda es esto — al estar solos en su habitación Eiji mostró la prenda.

— ¿Es enserio? — no sabía si atacar o pedir una explicación.

— Claro que si, ahora todos lo usan — sonrió.

Katsuki mostró una sonrisa de lado, remojo sus labios y ataco.

Cabe destacar que ahora la prenda de dulce paso a mejor vida y eso que a Bakugō no le gusta tanto pero la disfruto.

Porque Kirishima + ropa de dulce = sexo seguro y duro.

Fin

La neta ni idea que hacer aquí, salió algo extraño muy extraño.

Bueno nos vemos después

Maripositas del mal