La Luz De Mi Vida [Goldfred]

15

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— buenos días~ — saludaba desde la puerta el azabache, con una humeante taza de café en la mano.

Gold levantó la mirada del libro que tenía en las manos, se quitó los lentes y los colocó sobre el escritorio.

— buen día

— tú café — le entregó la taza.

— gracias

— de nada — tomó asiento frente a él, contemplando el libro que anteriormente el albino había estado leyendo — ¿Te gusta mucho leer? — levantó la vista topándose con los ojos grises.

— así es —  respondió, dando un sorbo a la bebida.

— mmh — tomó el libro entre sus manos y lo  hojeó con curiosidad. — ¿Y de qué trata?

— sobre la superación personal y conyugal — respondió, acomodándose de mejor manera — es sobre un hombre que tiene problemas en su matrimonio, a tal grado que la esposa le pide el divorcio y a lo largo de la historia va enfrentándose a varias cosas — explicó. El azabache lo miraba con interés. — no he llegado al final.

— se escucha interesante — lo observó por última vez antes de dejarlo donde estaba y en la página marcada. — es lindo que tengas un tan buen hábito como el que es la lectura —  formó una tenue sonrisa — no todos nacen con ese don.

—  Gracias — sonrió — ¿Y que hay de ti? ¿Te gusta leer? —  preguntó después de unos segundos.

Fred se acomodó de mejor manera en su asiento, inclinándose más hacia el frente, para responder.

— en sí, la lectura no es lo mío. He leído un par de libros, pero no tengo un gusto tan desarrollado por leer, no tanto como tú — sonrió.

— ¿Entonces qué te gusta? — los ojos de Fred permanecieron fijos en los del albino.

— No lo sé — se encogió de hombros — me gusta cocinar.

—  ¿Cosinas?, No creí que llegarás a saber más que a hervir agua para  café —. Sonrió con de lado.

— pues no es por enamorarte pero se preparar vasos con agua muy bien  — le guiñó un ojo con coquetería. Luego de eso ambos rieron. — no, ya fuera de bromas, uno de mis pasatiempos es la cocina. — soltó un suspiro para proseguir — Mi sueño frustrado es ser cheff — apoyó la cabeza sobre sus manos.

— ¿Te hubiese gustado ser cheff? — arqueó una ceja. Fred asintió.

— ¿A ti no te hubiese gustado ser algo distinto a lo que eres ahora?

El albino lo pensó durante unos segundos. La verdad es que no, nunca pensó ser algo aparte de esto. Toda su vida creció oyendo decir que tan grande sería y a que se dedicaría. Estaba tan ocupado siendo lo que los demás esperaban, su nunca se detuvo a pensar qué era lo que él quería.

— No, supongo que nunca me imaginé siendo algo que no fuese esto —  suspiró con desgane —, pero si tuviera que elegir algo aparte de esto — hizo una pausa. El azabache escuchaba atento —,  sería escritor.

— eso suena bien, y va de acuerdo a ti.

— ¿Así?

— síp

— ¿Y por qué lo dices? — preguntó, recibiendo un encogimiento de hombros.