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- ¿Me quieres decir qué es esto? - exigió el albino mostrándole la hoja de papel que el azabache conocía a la perfección.

- una renuncia

- ¡Ya sé lo que es! ¿Pero qué significa?

- que renuncio

Gold frunció el entrecejo. Harto de la actitud del otro.

- ¡¿Así?! - sonrió con cinismo- ¡¿Quieres saber lo que opino de tu renuncia?! - tomó la hoja de papel con ambas manos y la hizo añicos.

El azabache abrió la boca con sorpresa e indignación.

- ¡¿Pero como se atreve?! - exclamó molesto-. ¡Pues ¡¿Sabe que?! ! haré otra?!

- pues la volveré a romper - sonrió socarronamente -

- ¡Entonces haré otra e iré a quejarme!

- ¡Puedes hacer cuantos papelitos quieras, los voy a romper todos! ¡No te permito renunciar! - decretó.

-¡Agh! ¡Usted es un- !-

Antes de que pudiese decir nada el albino lo sujetó del traje, para después estampar sus labios contra los suyos y empezar a moverlos con rudeza.

Fred abrió los ojos como platos. Intentaba safarse pero era inútil, Gold lo tenía sujeto con firmeza, impidiendo cualquier intento de escape.

Sintió como mordía su labio inferior, obligándolo a abrir la boca para introducir su lengua a su cavidad bucal y explorar sin pudor alguno el cálido lugar, haciéndolo soltar un jadeo.

Se separaron después de un par de minutos.

Conectaron miradas.

Fred frunció el entrecejo al instante y en cuanto se vio libre del agarre, no perdió tiempo y le proporcionó una tremenda bofetada al albino mientras lo fulminaba con la mirada.

- El hecho de haberme besado una vez, no quiere decir que puedas hacerlo cuando te plazca - escupió con veneno - Escúchame con atención - dijo imitando la acción anterior del albino, tomándolo del cuello de la camisa para acercarlo y asegúrese de qué lo escuchara - ¡Más te vale mantener las manos quietas y que no te intentes pasar de listo conmigo! ¡Guarda tu distancia, estúpido! ¡O te haré llorar! - lo soltó con brusquedad - ¡Advertido estás! - lo señaló con amenaza para después salir de la oficina cerrando la puerta de un golpe.

Gold llevó una mano a su mejilla, la cual se empezaba a inflamar. No sabía que dolía más, el golpe o las crueles palabras de Fred.

[•°•°•°•]

- Golden...la cagué - hablaba con su hermano por teléfono. Necesitaba desahogarse.

<<No entiendo ¿Cómo que "la cagaste?>>

- Con F-Fred, la cagué con Fred - aclaró - y-y me siento mal...

<< ¡Espera un momento! ¡¿Estás..?! ¡¿Estás ebrio..?!>> Preguntó. Gold negó, algo muy estúpido considerando que Golden no podía verlo. <<¡Ay! ¡¿Sabes qué?! ¡mejor voy para allá!>> Dijo para finalizar la llamada.

Gold soltó un suspiro, dejó el móvil a un costado y observó la botella de vodka a medio terminar que tenía por un lado, rellenó su copa y la llevó a sus labios para beber el contenido de una.

La Luz De Mi Vida [Goldfred]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora