La Luz De Mi Vida [Goldfred]

27

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— Buenos días

— Buenos días, amor — saludó el azabache, levantando la vista hacia su pareja, que para su sorpresa no venía solo.

Gold no pudo con la insistencia de las dos chicas.
Así que terminó aceptando. Después de todo ¿Qué es lo peor que podía pasar?

— aaaw ¡¿Es él?!

— mira nada más, que cosita tan tierna

— ¿Cómo estás? — escuchó decir, a una de ellas mientras la otra le estrujaba las mejillas.

— Eres el "Uke"  ¿Cierto?

— No, no, tiene cara de "suke" — escuchó decir a la otra.

El flash de una cámara lo segó.

Ambas muchachas, hacían preguntas poco entendibles, que no le daban tiempo de responder cuando ya estaban formulado más.

— hey, hey, hey — regañó el albino, tratando de apartarlas — déjenlo en paz

El par, aunque a regañadientes se apartó del pobre azabache que no tenía ni puta idea de lo que pasaba.

— lo siento — se disculpó, Gold, muy apenado por el comportamiento de las dos hermanas.

— Me sentí violado...

— en serio lo siento

— ¿Qué está pasando?

— bueno, este par de salvajes que ves aquí — dijo señalado a ambas chicas detrás suyo.

— ¡Oye!

— son mis primas — explicó— querían conocerte

— ¿C-Conocerme? — dijo con desconcierto, pasando la vista por ambas.

Las chicas asintieron con una sonrisa.

— Okami, Naiara — dijo el albino— él, es Fred, mí pareja

— HOLAAAA — dijeron ambas con alegría

— ¡Es un placer conocer por fin al novio de nuestro primo! — dijo la más alta

— sí, moría de ganas por conocerte — dijo esta vez,  Okami.

Las mejillas de Fred se tiñeron de carmín. Su pulso se aceleró.

—El  placer es mío, lindas — sonrió con galantería, tomando las manos de ambas y depositando un beso en el dorso de éstas.

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Fred había quedado enamorado del par de muchachas.

Había disfrutado mucho el hablar con ellas. Creía que podrían ser muy buenos amigos.

Casi todo el día estuvieron conversado, por más que Gold les decía que lo dejasen en paz. A Fred no le molestaba en absoluto la presencia de las chicas, y contestaba todas sus preguntas, por más peculiares que estás fueran.

En la hora libre de Fred, lo acompañaron a la sala de descanso, en donde se encontraron a Joy.

Fred la saludó como siempre, con un abrazo y un beso en la mejilla, cosa que no pasó desapercibida por ninguna de las dos hermanas.

Así que insistieron en volver. Terminaron convenciendo a Fred de descansar en su lugar de trabajo.

Al final del día, se ofrecieron a acompañar al de piel pálida a su casa.

Okami insistió en que se sentara con ellas en la parte trasera. Gold, con algo de fastidio mandó una mirada reprobatoria  a ambas, misma que relajó cuando Fred le dijo que estaba bien.

Todo el camino se la pasaron cantando, canciones infantiles y tontas, según el punto de vista de Gold; canciones que no tenía la menor idea de que Fred conocía.

También iban contando chistes, chistes tan malos que eran buenos.

En fin, todo era risas y diversión, pero sobre todo desmadre, en el asiento de atrás.

Gold no sabía cuánto tiempo más resistiría estar en el mismo auto que el trío.
Estaba convencido de que sus primas y Fred eran una mala combinación.

Sin duda ese par sacaba lo peor de su amado príncipe, era obvio que eran una mala influencia.

O eso pensaba Gold.

— adiós, lindas — se despidió el azabache — y gracias

— Adiós

— Bye

— ¡¿Y qué, no te piensas despedir de mí?! — se quejó el albino, al ver que toda la atención iba dirigida a las jóvenes.

¡Todavía que se lo acaparan!

— oh, lo siento — sonrió — hasta mañana.

Gold se sonrojó levemente. Estaba muy ofendido pero se conformaba con eso.

[•°•°•°•]

— Abuelo — llamó el albino, al hombre que llevaba localizando toda la mañana—. Quisiera hablar contigo de algo muy importante.

— Claro, hijo

Gold entró completamente a la oficina.

El hombre le hizo una seña, indicándole que tomara asiento, en la silla que se encontraba al frente de su escritorio.

— Gracias — susurró — bueno — no sabía cómo empezar. La atenta mirada de su abuelo le intimidando un poco —, hace poco que estoy saliendo con alguien — soltó por fin. El hombre abrió lo ojos con sorpresa. — Quisiera formalizar la relación y presentarlo oficialmente como mi pareja a la familia.

— Bueno — empezó el hombre — me sorprende un poco, pero también me alegra la noticia. Claro que quiero conocerla — sonrió.

— conocerlo — corrigió.

— ¿Perdón?

— digo que, es hombre— soltó.

— Oh...no sabía que fueses Gay

Gold sintió las mejillas arder.

— igual será un honor conocerlo — continuó el mayor, ampliando su sonrisa.

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Holi

Weno, como ya se han de haber dado cuenta, desde ahora los capítulos serán más cortos :3

Espero que les haya gustado

Gracias por leer.