Capítulo 18: Jason

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Cuando conocí a Hunter y supe que luego lo encontraron besándose con otro niño todo para él se fue a la mierda, y eso sólo fue a la temprana edad de siete años. Recuerdo muy bien que eso marcó un antes y después en su relación con los demás niños de la clase, tanto fue así que nadie más le habló, excepto por mí. 

Y a él le valió una piedra lo que dijeran de él. 

Lo mismo pasó con Ash, cuando Hunter y yo la conocimos en secundaria nos dimos cuenta de algo, y es que ella era una chica muy delgada, y con el tiempo también nos dimos cuenta que luego de lo poco que ella comía en el recreo, sin pensarlo se iba corriendo al baño y lo vomitaba todo. 

Al parecer su mamá le decía todo el tiempo que debía ser una chica "hermosa" y fue tanto el trauma que esa mujer le hizo a mi amiga que estuvo en el psicólogo tratando de verse al espejo y amarse, amarse como debería hacerlo. 

Y bueno, los insultos hacia ella no se hicieron esperar, le decían esquelética, muerta de hambre y muchas otras cosas, a Hunter y a mí nos tocó defenderla un montón de veces. Desde ahí nuestros compañeros eran el "salón" y nosotros éramos los tres bichos que estaban sentados por allá atrás odiando a la humanidad. 

Con el tiempo su madre aprendió del gran error que cometió con Ash, así que mi amiga poco a poco fue subiendo de peso y aprendió a amarse ella misma, y no, no le importaba lo que dijeran de ella, le valía una hectárea de penes que le dijeran "rockera emo" o lo que sea, ella desde ahí cumplió con un modelo a seguir para Hunter y obviamente para mí. 

Pero conmigo la cosa era diferente. Mientras ellos aprendían a amarse a ellos mismos sin importarles lo que dijeran de ellos, yo vivía encerrado "en mí mismo". Me hacía el chico feliz que no tenía problemas, el que vivía libre y todo eso, pero en realidad no lo era.

Yo no me quería. 

O tal vez sí, no sé, eso tiene que ver más allá del físico. 

Pero a toda costa intenté no destacar, no "verme gay", no levantar sospechas, no ser yo. Frente a todos era el "misterioso Tommy" del cual nadie sabía nada, y así me sentía bien, hasta que llegó el puto de Jason con su "atractivo físico que me confundió en las estúpidas duchas". 

Me las pagará. 

—¿Que coño quieres? 

—Abre la puerta, T, no me gusta hablar sin verle la cara a la persona con quién me comunico. 

—Pues te jodes, imagina que estás hablando conmigo por teléfono. 

—Diablos, eres tan orgulloso, ¡Y no me joderé! —Entonces el idiota entró a mi cubículo por la parte de abajo de la puerta, que era muy alta y si alguien se agachaba podía ver lo que pasaba adentro.— ¿Sabes cuál es tu problema? Que te intentas ver como el "gran Tommy que no siente nada", quieres verte frente a todos como alguien fuerte cuando en verdad te estás rompiendo por dentro. 

—¿Qué te…? ¡No eres mi puto psicólogo! ¿Y no te parece extraño hablar de tus mierdas existenciales en un cubículo de un baño donde sólo cabe una persona? A ver idiota, quítate, merezco espacio personal. 

—No lo haré. 

¡Y el atrevido ese me tomó de las manos cuando intenté escapar! Las puso en la pared y las dejó ahí con su tonta mirada seria. 

—¡Puedes ser muy fuerte y tener brazos que son del tamaño de mis piernas! Pero estas si son fuertes. 

Y le intenté dar una patada en la entrepierna, pero con su mano derecha me tomó la pierna y le hizo presión, algo que dolió horrible. 

Para Todos Mis "Fracasos Amorosos" (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora