Capítulo 3 - Bienvenida, Brielle.

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Cuando llegue a casa en la noche, les dije a mis padres sobre mi nuevo trabajo de vacaciones, ellos no se negaron pero cuando les mencione que era un Hospital para enfermos mentales,se negaron. Trate de convencerlos hasta lograrlo,y cuando aceptaron le mencione a mamá del auto,ella acepto con la condición de que papá la llevara y la trajera,mi papá no muy de acuerdo acepto, y ya estaba todo listo. Amaneció y me levante de cama, hice varios arreglos en mi cuarto y luego de alistarme tome las llaves del auto y conduje hasta Kings Park.

Estacione el auto y baje de el, entre al edificio y le di todos los papeles a la Sra. Marshall. Ella me dio un recorrido por todo el lugar y estaba realmente aterrada del lugar, habían pasillos que parecía que nunca acababan y miles de sótanos, escaleras que llegaban a quien sabe donde, y miles de habitaciones, me mostro a varios pacientes que los tenían en habitaciones bajo control. Y a los pacientes que estaban medio cuerdos y caminaban por el lugar, ellos me miraban y su mirada se quedaba en mi. Otros lo hacían y reían,algo realmente horrible. ¿Qué carajo hacia yo en este jodido lugar?. La Señora Marshall me presento a la cocinera y varias enfermeras, una de ellas era casi de mi misma edad. Obtuve mi uniforme y luego de cambiarme empezó el trabajo que jamas te recomendaría tener. Ella me mostro como seria mi trabajo. Gracias al cielo solo repartiría la comida y llevaría sus medicamentos tres veces al día pero solo a una parte de los pacientes,los que están en las habitaciones la otra parte la repartiría la chica de mi edad, Sandy.

-Gracias Sra. Marshall,creo que ya se como hacer mi trabajo,la veo más tarde.-Dije tomando mi carretilla y llevándola a la cocina en donde preparaban la comida de cada paciente, mientras yo les colocaba las pastillas en un pequeño recipiente y un vaso con agua. La comida era realmente asquerosa e imposible de comer.

-¿Qué es eso,Cristina?-Dije a la cocinera,una señora de 60 o 65 años.

-Puré.-Respondió con una sonrisa.

-¿Puré? ¿De qué?.-Pregunté sorprendida.

-No lo sé.-Ella rió y continuo sirviendo silbando una canción. Sentí unas inmensas ganas de vomitar,pero trate de controlarme. Luego de que sirvieran los primeros platos,saque la carretilla de ese lugar, y la lleve por un pasillo que había dibujado como mapa y en puntos,las habitaciones en las que me tocaría ir.

La primera.

-Abrí le puerta con la tarjeta que me habían dado y sentado en una cama conocí al paciente. Un anciano que miraba fijamente el suelo, entre y deje su comida a un lado de su cama.

-Ah, ¿Stu?.-Pregunté al leer el nombre del cartel en la entrada de su puerta.

-El levanto la mirada a mi y me vio fijamente.

-He traído tu comida y tus medicamentos. Debes consumirlos. -El me vio de forma mas penetrante, y señalo con su dedo indice la entrada de la habitación, como tratando de decirme que me fuera.

-Esta bien Stu, tu tranquilo.-Salí rápidamente de ahí y cerré la puerta,asomándome por la ventanilla lo mire y gracias al cielo el comenzó a comer.

-Joder. ¿En qué me metí?.-Lleve la carretilla avanzando y entre a la segunda habitación, y decía en la entrada: Sandra. Abrí la puerta y en la esquina de la habitación estaba una mujer sentada viéndome entrar. Me asuste un poco y ella dijo: Déjala ahí.-Asentí leve e hice lo que ella me pidió.

Luego de repartir la comida de todos los pacientes que se me había otorgado,trate de llevar la carretilla hasta la cocina,pero estaba atorada. Esto me hizo ver que entre los platos que traía en la parte de abajo, me había quedado uno,revise la lista y no había ninguna persona más. La carretilla estaba atorada de una de las llantitas,cerca de unas escaleras abajo, donde al final estaban iluminadas por la luz de una ventanilla,trate de ignorar eso y de sacar la carretilla pero entre mas intentaba parecía mas imposible. Trate de hacerlo una vez mas y al empujarla hacia atrás la solté,choque con la pared y eso hizo que cayera por las jodidas escaleras.

-¡Mierda! -Dije al chocar contra la puerta del paciente,me levante un poco adolorida,las escaleras no eran muchas y por eso no me había lastimado de mas. -Vaya, ¡que estúpida soy!.-Me sacudí un poco y me encontraba frente a la ventanilla de esa habitación,me pare un poco de puntillas para ver si en su mesa hacia falta la bajilla de la comida, y así era.

-Te encontré último paciente.-Sonreí y subí por la bajilla baje las escaleras y pase la tarjeta abriendo la puerta.

Al entrar,lo primero que busque con la mirada fue al paciente. Yo me quede completamente sorprendida al ver a un chico que parecía de mi edad,entre 17 y 18 años,sentado en la camilla. De piel blanca y el cabello muy negro y lacio. ¿Cómo un chico estaba en este horrible lugar?.

-¿Otra vez ese horrible puré,verdad? ¿Al menos esta vez me trajeron el jugo de naranja que pedí?.-Dijo con una voz muy suave y serena.

-Lamento decepcionarte,pero es puré otra vez,y no traje tu jugo.-El chico se volteo a mi con una sonrisa leve,tranquilizante. Y fue ahí cuando ví sus ojos, un azul fuerte,profundo, hermosos a decir verdad.-¿Y porqué sigues en la puerta?.-Reaccione, y fui a su mesa dejando la vajilla.-Pero tienes ahí tus medicamentos, y debes consumirlos.-El hizo una rápida inspección en la vajilla para luego volver su mirada a mi y asentir.-Solo los medicamentos. Ese puré no lo comería jamás,esa cosa tienen vida propia.-No pude liberar una risa y asentí. -¡Lo sé! ¡Es jodidamente asquerosa! Pero, ¿qué vas a comer?.

-El me mostro su mano en la cual tenía una fruta en forma de cerezas,pero color azules.-Esto.-¿Es comestible?-Pregunté tomando una.-Sí.

-Sonreí y la guarde en la bolsa de mi suéter.-La llevaré.-El rió y asintió, su risa era tierna,y transmitía mucha confianza.

-¿Porqué ríes?.-Pregunté confundida.

-Lo siento,ya no vamos a reírnos.-Dijo llevando una de esas cerezas a su boca.

-¿Re-Reírnos?-Pregunté un poco confundida.

-Sí.

-Decidí no decir nada, ya que aun no sabia la razón por la cual este chico estaba en este lugar, y sospechaba que lo que había dicho tenía que ver en algo.-Tengo que irme, ya casí es fin del horario.-Dije caminando a la puerta.-El se volteo a mi y dijo: -Cierra muy bien la puerta Brielle.-Bien. Eso hizo que todo el jodido cuerpo se me congelara y sintiera una sensación de horror. ¿Cómo mierda sabia mi nombre?.

-¿Cómo sabes mi nombre?.-Pregunté abriendo la puerta.

-Oh, Zoe me lo ha dicho.-Dijo sonriendo de lado.- ¡Joder,joder! ¡¿Quién es Zoe?!.-Ah,ah..ah, ¿sí?.-Tranquila Brielle, a de ser una chica del personal. -Pensé.

-Sí. Mi nombre es Nathaniel West. Puedes decirme Nath.-Asentí leve.-¡Mhm!.-Emití ese ruido, y cerré la puerta rápidamente, estaba un poco asustada,pero tranquila. Solo piensa. Zoe a de ser del personal.

Kings Park AsylumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora