Capítulo 11 - Viernes fuera de lo normal.

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Pase la tarde completamente sola, no hice nada más que ver la tv y leer. Admito que no hubo peor tarde que esa. Todo un viernes.

La tarde se había ido completamente rápido. Ya todo había oscurecido. Fui a la cocina y tome un recipiente para servirme cereal, cuando cerré el refrigerador luego de sacar la leche, el televisor se apagó. Voltee a verle, pero fue algo que ignore, seguramente estaba programado. Continúe con mi cereal, y al acabar de servirlo, tome asiento en el desayunador y el televisor se encendió.

Lleve lentamente mi cuchara con cereal, y gotas de leche que caían sobre el plato, a mi boca, estaba tratando de alguna forma de no pensar en lo peor de nuevo y tranquilizarme. Y la silla que estaba a mi lado se movió hacia atrás. ¿Qué había sido eso?.

Deje mi plato sobre el desayunador y baje de la silla alejandome un poco de la cocina, pero al llegar a la sala, el televisor se apagó de nuevo, al igual que las luces de la casa y el plato de cereal de repente cayó sobre suelo. Me asuste demasiado y abrí la puerta de la entrada rápidamente, saliendo de casa caminando hacia atrás sin apartar la vista de adentro.

¡Me altere demasiado cuando mi espalda choco con alguien! Me voltee y era Nathaniel.

-¡Nathaniel!-Le grité, pero no por estar molesta, si no por lo asustada y el miedo que estaba en mi en ese momento.

-¡Brielle!-Gritó de igual forma asustado.

-¿Qué haces aquí?-Luego de la pregunta, recordé que estaba molesta con el, y reaccione.-¡¿Qué diablos haces aquí?!

-Calmate Smith. Vine por ti. Ya salí del hospital como podrás ver, y quería verte.-El dió un paso hacia atrás y miro adentro de la casa.-¿Qué paso?

-Deberías de estar empacando. Y no, no paso nada.

-Saliste en pijama de tu casa, como si escapabas de algo. Y dices ¿qué no pasa nada?.-Nath camino hacia la entrada de la casa, abriendo la puerta cuidadosamente mientras con su mano derecha buscaba el interruptor de la luz de toda la sala. Al encontrarlo, presiono este iluminando el lugar. En cambio yo, no quería entrar.

Nathaniel miró como la leche llegaba casi a la sala, desde el suelo de la cocina y se giro a mi.

-Brielle, ¿estás segura de que no paso nada? Esto no se mira como si no hubiese "pasado nada".

-Tranquilo, estoy segura de que no "paso nada"-Fui adentro y mire el plato y el contenido de este que estaba esparcido por parte del suelo de la cocina y sala.

-Voy a limpiar tu desorden. Ni los niños pequeños hacen tus desastres, Smith. Ve a tomar un baño y a cambiarte, vine a sacarte de casa.

-No.

-¿No?-Nathaniel me miro confundido y con una sonrisa de lado.

-Sí, dije que no.-Repetí mi respuesta.

Nath dejo mi "desorden" a un lado y fue a mi haciéndome cosquillas. El sabia que era algo que no toleraba.

-¡Espera!, ¡Nath, detente!-Mientras el más hacia, mas risa me provocaba, pero intentaba simularlo ya que estaba molesta, y no quería reír, el orgullo ante todo, Smith.

-Vamos, haz lo que te dije. Quiero hablar contigo. Quiero arreglar todo.

Nathaniel, de alguna forma, con sus últimas palabras me había convencido, así que acepte y aparte sus manos para ir a mi habitación. No porque ya no estuviese molesta, si no porque sentía curiosidad a lo que me diría. Quizá, solo quizá, había cambiado de opinión respecto a Europa.

Luego de un rato, baje rápidamente por las escaleras y fui a el mientras sujetaba mi cabello con una liga, el estaba sentado en el sofá y al verme se puso en pie y me sonrió, paso su mano por mi cabeza lentamente hasta llegar a mi liga y la quito guardándola en su chaqueta, haciendo que mi cabello cayera sobre mis hombros y un poco sobre mi rostro.

Kings Park AsylumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora