Capítulo 21 - Depresiva Suicida.

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Mamá toco la puerta insistentemente, gritandome que fuera a cenar, cuando logro convencerme yo iba casí con los ojos cerrados para no ver cualquier otra cosa que me asustara.

Al acabar de cenar, subí a mi habitación rápidamente, cerrando la puerta y encendiendo todas las luces de mi habitación, como lámparas y la del baño. Luego de ducharme y cambiarme, me acosté en la cama.

No iba a dormir con las luces apagados, por que ya sea Zoe, o el cachorrito, o una inundación en mi habitación, podrían matarme.


Pasaron dos horas y media para poder dormirme, y luego de dos horas mi despertador me levanto.


No había dormido para nada más que dos simples horas.

Al acabar de alistarme y desayunar salí de casa, y conduje hasta Kings Park, habían autos estacionados, y personas que caminaban en el patio.

Cuando entre fui con Sandy y le pregunté sobre ellas, ella dijo que eran personas que posiblemente iban a traer a una persona enferma al lugar.

A la hora de los desayunos, repartí todos y aún le ayude a Sandy a repartir los suyos. Cuando estaba con ella en uno de los últimos pasillos pude ver por la ventana, el otro edificio de Kings Park, uno mas pequeño.

-¿Y allá esta vació?.-Pregunté.


-Ah, no, ahí están los enfermos a quienes les tenemos un cuidado especial, y esas cosas.-Sonrió y yo asentí.

Luego de haber acabado, la Sra. Marshall nos encargo mostrar todo Kings Park a las personas que estaban interesadas en el lugar.

Así se hizo la hora del almuerzo, Nathaniel estaba dormido cuando llegue a dejar el suyo, estábamos muy distanciados por causa de mi trabajo. Al salir de su habitación choque con el chico que se quedo viéndome un largo rato la ultima vez que lo ví. El chico de piel trigueña y cabello rizado.

-¡Lo siento señorita!.-Dijo apartándose rápidamente.

-No te preocupes, ¿tu quién eres?.-Pregunté curiosa.

-Soy Christopher.-Dijo sonriendo de lado. Yo asentí y le sonreí de igual forma, y seguí mi camino a la cocina. Podía ser que este chico fuera parte de mi imaginación, como todo lo demás que estaba molestandome últimamente.

Al estar en la cocina, Crisitina y Sandy reían mientras preparaban la cena. Yo estaba sentada frente a la mesa y Sandy fue a mi.

-¿Qué pasa?.-Preguntó ella con una sonrisa tierna.

-Nada, estoy un poco distraída, eso es todo.-Le sonreí y ella asintió.

-Bien pequeña. Falta 1 hora para la cena, ayudanos a acabar la comida.-Dijo Sandy.

Estuvimos una hora y once minutos terminando la comida, cuando las repartimos todas, recordé que a la habitación de Sandra no había ido, así que me dirigí a su habitación, y al entrar Sandra estaba sentada en el mismo lugar de siempre.

-¡La cena Sandra!.-Reí dejando la comida en su mesilla.

-Wi. Que alegría.-Dijo ella bromeando.

-Vamos Sandra, ven a comer.-Fuí a ella riendo.

-No tengo hambre.-Dijo.

-Si tienes, siempre dices lo mismo.-Tome su mano tratando de levantarla.

-¿Sabes que no tienes que hacer esto con los pacientes cierto?.-Preguntó ella viéndome.

-¿Por qué?.-Pregunté.

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