Capítulo 16 - El chico de la Clave Morse

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La respuesta que obtuve del otro lado de la pared, no era un nombre, fue un: "Te lo diré en un momento más apropiado" y como respuesta a esto le dije: "Esta bien".

Luego de un rato de intercambiar golpes con la pared, nos despedimos. La puerta de mi habitación se abrió y entro un tipo en bata, traía consigo una carretilla con vajillas y medicamentos, cosas que dejo sobre mi mesa y volteo a verme.

-Tienes que consumirlo.

Fue todo lo que dijo antes de salir del lugar. Me acerque a la mesa y mire que la comida, gracias al cielo, era de Cristina, lo supe porque ya no era el tipo asqueroso de comida que ella hacia antes, eso me trajo mucha alegría, al fin ocurría algo bueno después de llegar.

Acabe mi comida y mire esas pastillas en sus pequeños frascos con poca confianza, dado que, el lugar en si no me la transmitía para nada.

Recordé las palabras de la Señora Marshall, sobre el comportamiento que debía tener, y acabe tomándome las pastillas. Eran tres, y todas sabían horrible.

Pasaron los días en Kings Park, no me sentida sola del todo, estaba Zoe conmigo casi todo el tiempo, era muy rara la vez que se separaba de mí, ella quería que fuese a Nowhere Land, pero no me sentía bien del todo para hacerlo, era como recordar a Nath y era lo que menos quería en ese mismo momento.

Patryk y Luke llegaban de vez en cuando, no tengo ni la menor idea del como lo hacían sin ser vistos, al menos por una parte, como ellos decían, y con la persona de la clave morse, intercambiábamos golpes con la pared para comunicarnos, todos los días.

Le pedí a Zoe que averiguara su nombre, ella se negó, dijo que era mejor que lo supiera cuando el me lo dijera, Patryk y Luke no sabían sobre esta persona, y tampoco me sentía con la necesidad de contarles.

Mantuve un perfecto comportamiento en el lugar, casi durante una semana y media, y la persona al otro lado de la pared, me había hecho saber, que cuando alguien lo hacía, una vez a la semana este tendría derecho a recrearse un rato en el patio, claro, siempre y cuando lo vigilaban casi tres del personal. Lo hacían, porque sabían que nadie en el lugar mantenía el comportamiento correcto, y así nadie salía.

Fue el método que utilizamos con esta persona, para poder conocernos. Ambos nos mantuvimos bien, y así el día del receso ambos conocernos.

Patryk y Luke lo hicieron también, aunque para ellos fue un completo desafío, ya que salían de sus habitaciones.

El día llego, y dos tipos del personal, llegaron a mi habitación y dijeron lo que yo ya sabía sobre el receso, acepte y me puse en pie.

Llegue al patio y lo primero que hice fue respirar profundo, el aire fresco me hacía demasiada falta, creo que una semana más sin el, y habría muerto. Observe todo el lugar, disfrutando de lo hermoso que estaba el día, mire los árboles, las flores, el pasto, mientras eran sacudidos por el viento cálido, el cielo, las aves y puse demasiada atención para escucharlas cantar. Estaba completamente encantada. Todo esto me hacia demasiada falta.

Luego de voltear a ver cada pequeña cosa, lleve la mirada a una no tan grande mesa de madera muy clara, donde estaba un chico de cabello oscuro, que hacía llamar la atención a primera vista, ya que era lo único de ese color en el lugar, mechones ondulados y semi-largos de este mismo, caían por sus brazos de tez pálida apoyados sobre la mesa descolorada. Voltee la mirada hacia el resto del patio y no había nadie más. ¿Era esta la persona de la clave morse? No cabía duda de que sí lo era.

No dude un segundo en caminar hasta el lugar y posé mis manos sobre la mesa, gracias a la poca luz que el sol en su puesta, nos brindaba, hacía resaltar las pecas que marcaban la piel de mis brazos. Golpee la madera casi hueca de aquella mesa, diciendo "Hola" en clave morse. El chico rió por lo bajo, y levanto su cabeza volteando para verme. Fue ahí cuando acabe de confirmar, que sí lo era.

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