Capítulo 13 - ¡Todo es culpa de Julio Verne!

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Al mirar como estaba actuando Nathaniel,salí de la habitación corriendo, baje las escaleras que me llevarían hacia el piso de Nath, y corrí por el pasillo sacando la tarjeta de mi bolsillo, al llegar baje las escaleras frente a su puerta, y pase la tarjeta rápidamente abriendo la puerta.

-¡Nathaniel!.-Nath estaba sentado en la esquina de su camilla apoyado a la pared. Estaba tranquilo.

-¿Qué? ¿Ya es la cena?.-Preguntó fríamente.

-N-No Nathaniel.. Pero ví lo que hacías.-Dije sentándome en su camilla rápidamente. El me miro molesto y respiro profundo.

-No hice nada Brielle. Solo vete y regresa para la cena, y así mañana por favor no vengas,manda a dejar mi comida.-Dijo Nath bajando de la camilla.

-Nathaniel ¡deja de comportarte así!.

-¿Cómo?.-Preguntó.

-Vete al carajo.-Me levante de la camilla y me dirigí molesta a la puerta. Y sentí como el tomo mi brazo con fuerza, y me abrazo tan fuerte que a penas podía respirar.

-N-Nath..-Dije con dificultad.

-No te vayas Brielle,te lo pido, por favor.-Dijo haciendo el abrazo menos fuerte.

-Nathaniel, no puedo hacer nada y lo sabes. Pero te prometo intentarlo.-Susurré abrazándole de la misma forma. El me soltó y asintió leve.

-Sí, Brielle.-Susurro.

-Vendré para la cena,no te quedes dormido como la última vez ¿bien?.-Reí.

-Te estaré esperando.-Sonrió con esfuerzo.

-Bien Nathaniel,si te sientes mal, por favor me lo haces saber con Zoe. Por cierto, ¿dónde esta?.-Pregunte mientras pasaba mi mirada por toda la habitación buscándola.

-En Nowhere Land.-Respondió y asentí.

-Regreso más tarde Nath.-Salí y cerré la puerta.

Pasé a dejar la cena mas tarde y luego me fui a casa, pase la noche leyendo '20.000 Leguas de viaje submarino' de Julio Verne. Me quede apegada a la historia que no podía dejar de leerla.

Cerca de las 4:00 a.m. Escuche ruidos en la sala, de la casa. Y decidí bajar para saber que pasaba. Abrí la puerta de la habitación y encendí la luz del pasillo, baje las escaleras hasta llegar a la sala y no había nada. Me voltee y miré a un cachorrito bajo la mesa. ¿Qué hacia un perrito ahí, cómo entraría?.-Me agache para poder verlo mejor, las sillas no me dejaban ver muy bien al cachorrito, y las moví tomando en brazos a aquel pequeño peludo. Me levante y reí.

-Hola bonito. ¿Tienes hambre?-Acaricie su cabeza y abrí el refrigerador para servir un poco de leche. Y de repente mi madre me hablo des de las escaleras.

-¿Brielle? ¿Qué haces despierta tan tarde?.-Preguntó.

-Escuche ruidos en la sala y vine a ver que pasaba, y encontré a este pe..-Levante un poco mis brazos para que pudiera ver. Pero no había nada. Nada..

-¿Qué cosa Brielle?-Preguntó ella confundida.

-Vine por algo de agua.-Sonreí sacando el recipiente y ella asintió.

-Te duermes temprano linda.-Dijo mientras subía las escaleras.

¿Qué fue eso? ¿Qué paso con el cachorrito? Todo fue real. No creo que tenga que ver con Nowhere Land o algo así.

Fui a mi habitación y cerré la puerta acostándome sobre la cama. Tomé el libro volviendo a la lectura.

Así pasé toda la noche. Y no me dí cuenta a que hora me quede dormida. Al despertar, me dí cuenta que se me había hecho tarde. Muy tarde a decir verdad. Demasiado. Pues eran ya las 3:56 p.m ¡Tenía siete horas de atraso!.

-¡Aaaag! ¡Soy una tonta!.-Dije mientras me quitaba la ropa rápidamente y entraba a la ducha, la cual fue una demasiado rápida y me cambie en segundos. Fui a la cocina y tome del microondas un Waffle doblandolo a la mitad y llevándolo a mi boca, salí de casa y corrí al auto, entrando y conduciendo como una completa loca con un waffle en la boca.

-¡Todo es culpa de Julio Verne!.-Dije con el waffle aun en la boca, presionando la bocina de mi auto para crear presión a los conductores de enfrente. En eso el conductor del auto que estaba a mi lado me grito molesto:

-¡Ten paciencia mujer!.

Y como yo también estaba molesta, tome el waffle de mi boca y se lo lancé en la cara, justo cuando los autos de enfrente avanzaron rápido y yo riendo avancé.

Pase por un auto-servicio de McDonald's y pedí tres hamburguesas. La de Stu, Sandra, y Nath. Pues se me había hecho demasiado tarde para cocinar.

-Paciencia joven, usted es culpable por atrasarse.-Dijo la chica del auto-servicio.

-¡Todo es culpa de Julio Verne!.-Le grite conduciendo de nuevo.

Luego de unos minutos llegué a Kings Park y deje el auto mal estacionado bajando de el y entrando al edificio rápidamente.

-¡Llegue!-Grité.

-Te atrasaste 7 horas,linda.-Dijo la Sra. Marshall riendo.

-¡Todo es culpa de Julio Verne!.

Kings Park AsylumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora