Desperté con un poco de sueño, y al tomar la ducha este desapareció. Fui a l cocina, y mamá ya se había ido y Papá trabajaba.
Tome un poco de jugo de fresas y pase a tomar las llaves del auto en el desayunador.
Subí al auto y conduje hasta Kings Park. Baje de este y al entrar en el, la Sra. Marshall hablaba con un grupo de personas. Como el horario de cada día tenía que repartir el desayuno.
Al entrar a la habitación de Stu, el estaba sentado sobre la silla cerca de su camilla, al verme sonrió.
-Buen día Sr. Stu. Hoy para el desayuno le trajimos cereal. ¿Le gusta?.-Pregunté dejando el desayuno en su mesilla.
-¿Es comestible?.-Pregunto tartamudeando.
-Por supuesto. Cristina esta preparando comida últimamente.-Reí.
-Te ví Brielle.-Susurro a penas Stu.
-¿M-Me vio? ¿Dónde?.-Reí yendo por su cereal.
-En Nowherland, claro. -Dijo a penas pronunciando. De pronto me sorprendí y deje su desayuno a un lado.
-¿Qué es lo que sabe de ese lugar, y cómo llego hasta ahí?.-Me senté rápidamente a su lado.
-N-Nathaniel, el chico de ojos azules.-Pronuncio tartamudeando.
-¿Se lo mostro?-Pregunté con una sonrisa amplia.
-Me mostro como llegar también. Ayer te vi en uno de los campo de flores.-Dijo sonriendo leve.
-Entonces fue a usted a quien vi, rodeado de más personas ¿no es así?.-Pregunté.
-Todos son de Nowhere Land. Solo sé que Nathaniel y yo somos las únicas personas ahí, y tu, claro.-A penas pronuncio.
-Pero Nathaniel dijo que habían mas personas ahí..-Dije confundida.
-N-No lo creo Brielle.
-¿Puedo hacerle una pregunta?.-Dije mientras lo miraba aun confundida.
-Digame, Smith.
-¿Cómo llego hasta este lugar?. Hasta Kings Park.-El levanto la mirada a mi sonriendo.
-Trastorno obsesivo-compulsivo.-Respondió.
-Pero..¿Porqué esta aquí? No era necesario que lo..-El interrumpió.
-Claro que sí. Yo.. Tuve una compulsión desagradable.-Dijo mientras volteaba la mirada.
-Y supongo que fue ella la que lo arrastro hasta aquí. ¿Verdad?.-Dije.
-Así es. ¿Quieres saberla?.-Preguntó el.
-Sí.-Respondí con curiosidad, aun que quizá lograría entender lo que el dijera, ya que muchas veces tartamudeaba o cambiaba la conversación de repente.
-Fue hace unos años.. No sé cuantos, la verdad. Pero esa compulsión sé que jamás voy a olvidarla. Y es que era.. Que debía asesinar a mi hija, que en ese entonces tenía 27 años.. Idee un plan, aun que sabia que nada tenía sentido, y que era una estupidez, que no debía hacer. Pero no podía dormir, me estaba volviendo loco. No sé que me pasaba, todo me recordaba en asesinarla.-Yo estaba en shock, no creí que Stu estuviera en este lugar por algo así. Pero claro, era toda la culpa de su enfermedad.
-Yo.. Una tarde, intente llevar acabo el plan. Pero ella se dio cuenta, ella me encontró y solo comenzó a llorar, llamó a su esposo y recuerdo que le gritó al teléfono:
-"¡Papá esta loco! ¡Completamente loco! ¡Quiere asesinarme! ¡Llama a un hospital psiquiátrico, a la policía, no lo sé! ¡Pero se volvió loco!."
Ella no me denuncio a la policía, pero dijo que tendría que estar en un Hospital Psiquiátrico por el resto de mi vida. Y sé que ella tiene toda la razón.
-¡Es injusto! ¿Cómo es posible que ella haga esto?. Ella tiene que entender su enfer..
-Basta, niña, aquí soy feliz. He logrado controlar mis compulsiones.-Interrumpió.
-Pero, realmente lo veo injusto.-Insistí. Era una grosería lo que su hija había hecho.
-Me alegra demasiado que hallas vuelto a Kings Park, Brielle. Eres como una hija. Es decir, eres el ejemplo de como una hija debería de tratar a su padre anciano y enfermo.
-Todo estará bien Stu. Ya verá que sí.-Le sonreí.
-Sí, desde que tuve un encuentro con el jovencito West, todo ha ido mejor por esta habitación.-Dijo Stu, mostrando su mano.-¿Lo ves?.-Preguntó.
-¿Qué cosa?.-Yo dirigí la mirada a su mano y sonreí.
-La cereza azul.-Dijo abriendo la palma de su mano, y ahí estaba. Yo sonreí.
-Ese Nathaniel..-Tome la cereza y reí.
-¿Te gusta ese joven, no es así jovencita?.-Dijo tocando mi nariz con su dedo indice.
-¡¿Qué dice?! No, no, para nada.-Afirme.
-No mientas, pequeña. Ví como reías con el, y como lo ves cada vez que habla.-Dijo Stu.
-Normal. Tan normal como es escuchar a cualquier persona hablar.-Dije.
-No es cierto, señorita Smith.-rió y yo me puse en pie.
-Stu, disfrute su desayuno, iré a acabar de repartir los demás.-Salí de la habitación, y al cerrar la puerta reí. Era ridículo que Nathaniel me gustará.. Eso creo.
Acabé de repartir los desayunos, y al dirigirme a la cocina miré en medio del pasillo a un cachorrito. Era el mismo que había encontrado días antes en casa.
No dude ni un segundo en ir a el.
-¡Oye tu! Tu me hiciste quedar como una loca la última vez, he.-Reí extendiendo mis brazos a el. Y el solo se dirigió a mi, cuando lo tuve enfrente lo levanté. Era real.
-¿Vienes de Nowhere Land, pequeño?.-Dije acariciando atrás de su oreja.
-¿Brielle?.-Dijo Sandy mientras me miraba sujetar algo que según ella yo lo estaba imaginando, y estaba confundida.
-¡Sandy hola!.-Baje la mirada al cachorrito y ya no estaba, de nuevo.
-¿Qué haces?-Dijo viéndome como si yo estuviera loca.
-Nada, pf.-Pase caminando a su lado rápidamente. No entendía que me estaba pasando. Estaba viendo cosas extrañas últimamente, quizá Nathaniel lo sabia.
Así que decidí esperar a verlo para poder preguntarle.
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Kings Park Asylum
Mistério / SuspenseEl amor todo lo entiende y todo lo cree. "Quiéreme en mi locura, pues mi camisa de fuerza eres tu, y eso me calma, y eso me cura."-Txus di Fellatio Brielle Smith es una joven estudiante de último año. En espera de su mes final deben pasar unas corta...