Capítulo 8 - ¡Un día libre!

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-Hola Nathaniel.-Pronuncié entrando a la habitación y cerrando la puerta atrás de mi.

-¿B-Brielle? ¿Hoy no vas a trabajar?.-Preguntó sin apartar la vista de mi.

-Claro que sí. Pero solo con un paciente.-Respondí.

-Que bueno que hoy. Porque dijeron que me harían unos exámenes fuera de aquí, y si no fuera así me molestaría que solo trabajaras para un paciente.-Dijo cruzándose de brazos. Yo reí y abrí la puerta.

-Vamos.-Dije apartandome de la entrada para que el pasara.

-¿A dónde Brielle?, sabes que yo no puedo salir.-Dijo negando.

-No irás a que te practiquen exámenes, y yo trabajaré solo contigo hoy. Así que sal de aquí.-Insistí.

-No entiendo, ¿puedes explicarme?.-Dijo Nath saliendo de la habitación.

-No hay tiempo Nathaniel, te explico en el camino. -Dije mientras subía las escaleras y Nath quedaba atrás de mi.

Salí del edificio y Nathaniel solo me seguía en completo silencio debido a su confusión. Subí al auto de mamá y quite el seguro de la puerta de Nathaniel. El entro, y se sentó.

-No sabia que podias conducir,Brille. Sigues sorprendiéndome.-Dijo Nath riendo.

-Bueno, ¿y en que creías que venía al Hospital?-Dije encendiendo el auto y conduciendo a la salida.

-Creí que venían a dejarte.-Rió y miro hacia abajo al lado izquierdo de su asiento, en donde estaba un disco, y lo tomo en sus manos leyendo.

-¿Dookie? Un raro nombre para un álbum, y es de, ¿Green Day? Wow, me he perdido de mucho mientras he estado en ese lugar.-Dijo colocando el disco en su lugar.

-Sí, Green Day es una banda que recién comencé a escuchar. Ese álbum es de este año. ¿Quieres escuchar?-Pregunte mientras encendía el estéreo,y el rápidamente lo apago.

-Solo quiero que me digas a donde vamos.-Dijo Nath. Y yo lo encendí de nuevo.

-Déjame escuchar,Nathaniel.

-No,dime.-Lo apagó de nuevo.

-¡Nathaniel West!.-Lo encendí.

-¡Dime Brielle Smith!.-Lo apagó.

-¡Deja!.-Lo encendí. Lo apagó.

-Nathaniel. Ya vamos a llegar.-Lo encendí.

-No quiero esperar.-Lo apagó.

-¡No toques el jodido estéreo!-Lo encendí.

-¡No me dirás que hacer,no hasta que me digas!.-Lo apagó.

-¡Basta!.-Lo encendí.

-¡No!.-Lo apagó.

-¡Nathaniel!.-Lo encendí. Y el riendo lo apagó, detuve el auto, me apoye en el asiento y lo miré de brazos cruzados, y el rápidamente lo encendió.

-Eres una aguafiestas.-Se cruzo de brazos apoyándose en su asiento.

Ambos estábamos de brazos cruzados viendo hacia nuestro frente. Y rompiendo el silencio nuestras risas comenzaron a liberarse. El volteo a mi riendo, y yo voltee a el riendo. En eso, el se dejo de reír al ver algo atrás de mi, por la ventana. Se quedo serio y tratando de divisar algo.

-¿Nathaniel?.-Dije dejando de reír y volteando atrás de mi.-¿Nath, qué pasa?.-El dejo de ver y me miro sonriendo.

-N-Nada Brielle,solo que, me pareció ver.. Oh nada olvidalo, vamos.-Se acomodo en el asiento.

-¿Seguro Nath?.-Lo mire realmente preocupada.

-Sí,Brielle.-Contestó.

-Bueno,Nathaniel,sabes que puedes decirme lo que sea.-El asintió, y puse en marcha el auto.

Luego de un tiempo conduciendo, me voltea a Nathaniel.

-Nath, espero que te gusten las playas.-Detuve el auto.

-¿Playas?.-El volteo a mi sorprendido.-No me digas que..

-¿Te traje a la playa?.-Interrumpí.

-¡Brielle!.-El abrió la puerta del auto, bajo de el y corrió un poco hasta poder ver la playa, el sonrió quito sus tenis y comenzó a correr por la arena.

-¡Estoy libre!.-Gritó. Baje del auto, cerré la puerta y caminé hasta la playa sin dejar de verlo. El corría y gritaba riendo. Volteo a mi, y corrió hasta donde yo estaba y me cargo, dando vueltas y vuelvas.

-¡Nathaniel detente!, ¡Detente!.-Grite riendo,pero el no se detuvo y corrió conmigo en sus brazos hasta el mar,en donde me soltó riendo,y dejando se hacerlo, me miro fijamente. Pude notar como en su rostro había algo que jamás había visto en el: Alegría. Sus ojos. No podía ver su rostro sin ver sus ojos azules. Pero de pronto, se cristalizaron lentamente, con un sonrisa en sus labios, y tomando mis manos con fuerza dijo:

-Brielle, gracias por todo. ¿A quién debería de agradecerle el haberte conocido? ¿Que estaría haciendo ahora mismo si no te hubiese conocido? Llorando probablemente. Pero Brielle, Brielle, Brielle. ¡No sé que decirte! Por que.. La verdad es que no tengo palabras. Me sacaste de ahí, me trajiste a un lugar que no veía hace 6 o 7 años. Yo, estoy demasiado feliz,y aun que sea solo por hoy me siento libre. No sé,simplemente no sé que decir. ¿Cómo agradecerte esto? ¡Es que no existen las palabras Brielle!.-Yo me quede completamente en silencio, sentía esas palabras hermosas. Entendía lo que trataba de decirme sin que le salieran las palabras, y sonreí leve.

-No tienes que agradecer nada Nathaniel. Soy yo quien debe agradecerte a ti el hecho de haberme permitido acercarme a ti.-Dije con una voz suave.-Me atrajo a el, apoyándome en su pecho, rodeándome con sus brazos, abrazándome con fuerza.

-Te voy a recompensar esto Brielle.-Susurro. Yo lo aparte y negué.

-No lo hagas Nath. En serio, lo hice con mucho cariño.-Sonreí.

-Brielle, ¿Has notado algo?-Preguntó.

-¿Qué cosa,Nath?.-Respondí.

-Que se nos ha hecho costumbre esto de hacer escenas gays.-Me tomo de la mano y corrió hacia el agua.

-¡¿Pero que..?! ¡Nathaniel West! ¡Detente!.-Dije mientras trataba de soltar su mano. Volvió hacer eso. De pronto estamos diciendo cosas muy, muy cursis y el las interrumpe. Eso de verdad me causaba mucha gracia. El agua nos llegaba a la cintura y el trataba de avanzar mas.

-¡Nathaniel no se nadar! ¡Para ya!.-Reí.

-Yo sí,bueno, recuerdo que sabia.-Dijo riendo.

-¡No,no,no! ¡De ninguna manera! ¡Regresa!.-Deje las risas y el miedo tomo su lugar.

-Ay Brielle, ¿vienes a una playa y no quieres entrar al mar?.-Dijo volteandose a mi, pero ya no estaba. Resulta que el muy inteligente de Nath, olvidaba que el era más alto que yo, y que a penas le llegaba al pecho, y el agua a el ya cubría hasta su barbilla. Y ahí fue donde lo recordó.

-¡Joder! ¡Brielle!.-Comenzó a reír y atrayendome a el con mi mano, y yo salí del agua sosteniéndome de su cuello.

-¡Nathaniel regresa a la orilla!.-Le grité.

-Espera,solo sujetate bien y no te muevas demasi..-No pudo terminar la palabra ya que el agua ya le cubría hasta la nariz y con mi peso y mis movimientos constantes fuimos más profundo y el no podía regresar. Levanto un poco su cabeza y dijo a penas:

-¡Recordé que a las doce casí muero ahogado!.

-¡Nathanieeeel!.-Le grite tratando de no hundirme. Pero era inútil y ambos estábamos ya bajo el agua.

Kings Park AsylumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora