Amor = Locura

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Al abrir los ojos perezosamente y sentir el calor de los rayos del sol sobre su cuerpo le hizo saber a Joey que ya era hora de levantarse y ponerse a trabajar, habían pasado un par de semanas desde que los niños se habían ido con sus abuelas a Francia, ellos esperarían que todo fuera tranquilo, pero en cambio el trabajo había llegado como una explosión, así que no habían tenido ninguna clase de descanso, y el agotamiento era cada vez mayor, llegaron a pensar que no tenía fin, pero es claro que todo tiene un final.

-Tu llegaste muy tarde a casa – murmuró al ver al castaño profundamente dormido, parecía que nada ni nadie lo iba a poder levantar, así que solo le dio un delicado beso en la mejilla para bajarse de la cama cuando sintió un débil toque sobre sus dedos que le hizo girarse encontrándose con la mano de Seto que parecía buscarlo débilmente – tranquilo, solo descansa un poco más – le susurró para apretar delicadamente sus dedos y terminar de levantarse.

Joey no deseaba que se levantara todavía, Seto había estado demasiado cansado, y ese día era importante que ambos estuvieran con energía, por fin habían sido citado a tribunales, con la ayuda de Shizuka y el trabajo de los abogados de KaibaCorp habían conseguido que un juez asumiera el caso de Gozaburo y Valentine, se haría justicia por cada modelo que ellos habían hecho sufrir y por lo daños causados a Kaiba.

Sin seguir pensando el rubio se fue al baño a asearte y prepararse para ir al trabajo, esos días debido que Yusei no estaba había decidido que él mismo se ocuparía del desayuno de ambos, impidiendo que los empleados se entrometieran en el descanso de Kaiba, ni que tampoco lo molestaran por cosas sin importancia, por lo cual cuando terminaba de hacer toda la rutina mañanera, preparaba el desayuno y se lo llevaba en bandeja al castaño hasta la cama

-Buenos días, Joey... - habló el castaño entre dormido y despierto cuando sintió su presencia en el cuarto – oh... gracias por el desayuno, yo... - y sacó de pronto un gran bostezo que hizo que le aguaran los ojos, a pesar de no tener unas ojeras tan grandes, se podía percibir un rostro cansado sobre él, estaba seguro de que se había logrado levantar por todo lo que ocurriría.

-Tómalo con calma, levántate cuando gustes, iré a preparar todo en la empresa – le comentó para darle un beso en los labios en forma de despedida – te lo comes todo, que si me entero de que tiras mi deliciosa comida arderá troya y espero que no me hayas dejado demasiado trabajo – infló sus mejillas para mirarle retadoramente haciendo que el castaño le mostrara una leve sonrisa.

-Eres mi secretario, así que imagínalo, nos vemos en la oficina – guiño el ojo para mostrar una mirada burlona mientras se despedía del rubio y se daba el gusto de tomar su desayuno, al cual ya se estaba acostumbrado, aunque al principio dudó de la cocina de su pareja, se encontró una gran sorpresa, no solo era buen padre, amante, secretario, también hacia muy buena comida, así que comenzó a disfrutar de ser atendido con mucho amor y sabor – Delicioso... - murmuró encantado.

Al llegar al edificio Wheeler saludó a la recepcionista y a los de seguridad para irse directo a la oficina, cuando estuvo allí su cuerpo se movió de forma automática ordenando la oficina, los papeles y preparando el café como lo había hecho durante 10 años, pero que curiosamente no había realizado desde que había comenzado su relación con Seto, ya que, la mayoría de las veces llegaban juntos o el castaño llegaba primero.

-Computadora, necesito que coloques la grabación que dejó Kaiba para mí – solicitó con mucha seriedad para acomodarse en el puesto de presidencia, cuando había comenzado a trabajar en KaibaCorp, Seto se había acostumbrado a dejarle grabaciones para no tener que decirle nada durante varios días, pero después no fue necesario ya que Joey se había encargado de hacer cada trabajo sin que tuvieran que decirle algo, al menos que fuera una información puntual, pero debido a que había sido mucho trabajo irregular esos últimos habían retomado esa rutina.

Rompiendo la rutinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora