Rompiendo la rutina

Kaiba + Wheeler = Familia

En la mansión Kaiba el ambiente que se respiraba era completamente diferente a la situación en la empresa, para empezar todo estaba muy tranquilo, Yusei se encontraba haciendo macarons para los pequeños y para Atticus, mientras que todos ellos se relajaban en el jardín disfrutando de la cálida tarde, tomando una limonada y conversando entre ellos sobre toda la situación que tenían en su colegio, prácticamente estaban en su mundo sin imaginar la locura que estaba sucediendo en KaibaCorp.

-Ojalá papá este bien... - murmuró Angela un poco decaída, no había tenido la oportunidad de pasarla en familia, aunque disfrutara el tiempo con Zane o con sus hermanos, realmente le hacía falta Joey y hasta podría decirse que extrañaba a Seto, pero ellos desde que había ocurrido el final de la prometida habían estado tan ocupado que era muy extraño verlos en la mansión descansando.

-Tranquila, sabes que él siempre cae de pie y ahora que tiene ese gato a su lado, le será más fácil hacerlo – respondió divertido Atticus, intentando sacarle una sonrisa a la menor, cosa que funcionó – venga, relájate, cuéntame ¿cómo te va con tus nuevos hermanos? – le preguntó curioso, tenía ganas de descubrir lo que había pasado mientras él no estaba y aprovechando que los gemelos parecían concentrados en su conversación decidió aprovechar.

-Estoy feliz...– respondió un poco avergonzada – aunque, ahora mismo tengo un problema en mis manos, y es que la cantidad de fans de mis hermanos ha crecido demasiado ¡Cada día tengo que alejar a más niñas de alrededor de ellos! Vieras como esas brujas se acercan intentando llamar su atención – soltó de pronto con una mirada irritada, acompañada de una sonrisa burlona – Piensan que por ser bonitas pueden estar a su lado – agregó inflando las mejillas.

-Ay pequeña... déjales tener sus aventuras, llegará el punto en donde tu encanto atraerá a muchos chicos – contestó el mayor con diversión, pero ella solo le bafeó – venga ellos merecen encontrar un corazón del cual enamorarse – le era gracioso tener que hablarle de amor a la pequeña, parecía que quien le fuera enamorar la tendría ruda, la chica no caería por palabras bonitas, igual que su padre Joey.

-No me interesa, Papá siempre me ha enseñado a como moverme y tratar a los hombres, así que sabré manejarlo – consideró con mucho orgullo – pero ellos no pueden, Seth enamora con cada sonrisa y Sebak hace sonrojar con cada mirada penetrante, no saben controlarse, un día de estos serán secuestrados por esas féminas – criticó gruñendo, haciendo reír de sobremanera a Atticus, que sentía que iba a caer en carcajadas por la actitud de la menor.

Durante años comprendió que la menor no era como Joey la dibujaba, su apariencia era muy similar a la de Serenity, tenía un aire tan angelical, su sonrisa brillaba y aunque no se parecía tanto, parecía enamorar de la misma forma, pero por dentro era igual a Zane, ahora que le conocía podía comprender de donde sacaba esa frialdad y testarudez, ese nivel de análisis y perfección había sido heredado, era afortunado que Joey la hubiera educado, así podía seguir siendo una niña de dulce corazón.

-Quizás te preocupas demasiado... - finalmente respondió con una risa divertida, igual que con ella, Atticus tenía una opinión de los pequeños, no los conocía tanto, pero podía ver algo diferente en ellos, no eran unos inocentes, y si tenían ese apellido alguna maldad tendrán en su interior.

-Yo no lo creo, además... - iba a decir que al parecer Sebak había conseguido a alguien, pero en eso fue interrumpida por la presencia de Yusei, haciendo que cerrara la boca y sonriera encantada, ya que, habían llegado sus adorados dulces.

-Disculpen, aquí tienen para que disfruten – Yusei finalmente había llegado con los delicados dulces de diversos colores, todos se acercaron como abejas a él, sin darle la oportunidad de darle a cada uno su parte – ¡e-esperen jóvenes! – exclamó intentando detenerlo, pero todos tomaron uno sin escuchar quejas y de repente abrieron los ojos maravillados.