Viejo Zorro = Peligro

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El calor que lo abrazaba era tan agradable y relajante que Joey solo pudo acurrucarse más, intentando disfrutar todo lo que pudiera de esa deliciosa sensación, su cuerpo le estaba pidiendo que se levantara por la costumbre, pero se sentía tan cómodo que intentaba ignorarlo todo lo que podía. Su alarma todavía no sonaba lo que significaba que todavía podía dormir un poco más, hasta que a lo lejos comenzó a escuchar un sonido muy leve, no sabía de qué se trataba, pero se comenzó a volver más intenso y más insistente.

-Mmm... - se quejó incomodo, para abrir los ojos y ver los brazos que le estaban rodeando, las mejillas de Joey se colorearon de un rosa suave, ni en sus mejores sueños se imaginó despertar en la cama con una persona que de verdad quisiera, siempre pensó que eso solo pasaba en las películas, o en la ficción.

Sonrió pensando en la noche anterior, se habían quedado hasta tarde disfrutando de la unión de sus cuerpos sintiendo una paz solo por estar uno al lado del otro, había sido tan cálido y encantador, jamás había quedado a dormir con un amante, para empezar le era incomodo porque la mayoría de las veces no recordaba ni sus nombre y luego estaba su hija, siempre había tenido cuidado con llegar tomado o de madrugada a la casa, deseaba que ella lo viera como un hombre responsable y amoroso.

Kaiba había vivido en pareja, por lo cual hasta cierto punto Joey pensó que sería "normal" para él aunque sabía de buena mano que el castaño tampoco se quedaba con sus parejas femenina por mucho rato, usualmente solo las usaba para una fiesta o una noche de sexo, por lo cual se imaginó que despertar ahora con un hombre le sería raro o cuanto menos curioso, después de todo muchas veces se declaró totalmente heterosexual, aunque posiblemente lo hubiera dicho por lo presión social que había sobre él.

El sonido volvió aparecer, por lo que se giró buscando al culpable de irritante ruido, encontrándose el celular especial de Kaiba el cual era el único que tenía cobertura y podía llamar, según lo que le había explicado lo había hecho con tecnología para recibir llamadas de ciertas personas en la isla, un poco injusto a su parecer.

Respiró profundo sabía que ya era lunes y que ya deberían estar trabajando, pero era una exageración que tan temprano estuvieran molestando, aunque no era la primera vez, siempre existían emergencia cuando se trataba de manejar una empresa tan poderosa como resultaba ser KaibaCorp, y si con eso anexamos el hecho de que la junta directiva se empleaba de socios con compañías igual de fuertes, podía ser un verdadero caos.

Usualmente se levantaría de la cama corriendo, para intentar solucionar el problema que estuviera sucediendo, pero estar en una isla a miles de kilómetros de su trabajo y en la cama con su jefe le impedía hacer algo más aparte de esperar y desear que nada malo estuviera pasando.

Se sentó en la cama sin sacar los pies de ella, teniendo cuidado de no despertar a Kaiba, para tomar el celular preguntándose quien sería, sorprendiéndose de ver el número del señor Yami, aunque estaba agradecido de que no fuera alguien que le incomodara o inquietara, se giró para ver al castaño, quien estaba durmiendo pacíficamente, se veía hermoso... y perfecto, no comprendía como alguien podía verse así después de haber tenido sexo gran parte de la noche.

-¿Cómo demonios puedes verte tan bien durmiendo? – preguntó entre dientes, le tocó el hombro e intentó moverlo gentilmente – Seto... Seto... Kaiba - le hablaba de forma suave y serena, el contrario arrugó el rostro e intentó girarse, pero Joey se lo impidió tomándole firmemente, recibiendo un gruñido como respuesta.

-¿Qué...? – preguntó todavía dormido, no quería levantarse estaba muy cómodo, aunque estaba disgustado por no tener en sus brazos ese calor que lo estaba reconfortando, igualmente no pensaba levantarse, aunque le estuvieran diciendo que la isla se estaba hundiendo, quería seguir en cama.

Rompiendo la rutinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora