Broma = Amor

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Habían pasado un mes desde el compromiso y la oscura reunión que habían tenido algunos integrantes de la familia, por lo cual todo había regresado a una cómoda tranquilidad ya no había prensa persiguiéndoles, además que sus padres se habían vuelto a ir cosa que agradeció Kaiba, ya que, la noche anterior por terminar papeleo insoportable en KaibaCorp, se acostó demasiado tarde, pero ahora lo único que deseaba hacer era abrazar a su amante como todas las mañanas, pero cuando se giró para tomarlo entre sus brazos, se encontró con las frías y vacías sabanas de su cama, aquello lo terminó de despejar, era totalmente extraño que Joey no se encontrara allí, usualmente ellos no se levantaban hasta darse un beso de buenos días.

La única forma es que... ¿estuviera molesto con él? Pero eso era imposible o por lo menos en la mente del castaño, que consideraba no haber hecho nada malo aún, ambos habían llegado tarde, y si no mal recordaba, la computadora le había informado que Joey tenía todos los documentos al día, así que no se debía a un tema laboral.

-¿Joey? – lo llamó con la esperanza de que quizás estuviera en el baño, pero su cama estaba lo suficientemente fría para hacerle saber que ya llevaba un rato afuera de la habitación, ¿una reunión? Imposible, lo hubiera llamado – espero que realmente que no sea porque estés molesto – murmuró para si mismo.

Decidió levantarse para ir a darse una ducha encontrándose con un baño un poco más vacío de lo habitual, sentía como si faltasen algunas cosas, pero no le dio demasiada importancia, tomó una rápida ducha para luego cepillarse los dientes, pero al tomar su cepillo verificó que no estaba el de su pareja y es más fue entonces que se percató que el sentimiento de vacio, se debía a que todos los productos que él usaba no se encontraban.

¿Qué demonios?

No pudo evitar extrañarse mucho más, terminó de arreglarse rápidamente para salir de nuevo a la habitación, tomó su celular y decidió llamarlo, quizás era alguna tontería suya, pero se sentía inquieto, algo le estaba gritando que no era normal y cuando decidió abrir las gavetas lo poco que Joey había traído tampoco estaban.

-Contesta demonio... - gruñó, pero en cada intento de llamarlo le salía la contestadora haciéndolo irritar más, ¿Qué estaba inventando ahora su amante? No lo sabía y Kaiba se estaba desesperando más – Joey, contesta el maldito teléfono – le dejó en la contestadora para terminar de arreglarse y salir de la habitación.

Consideró que estaba exagerando, pero que repentinamente sus pertenencias desaparecieran de la habitación sin una discusión previa le hacía preocupar, ¿en que estaba pensando su cachorro? No lo tenía claro y necesitaba respuesta de lo contrario podría volverse loco, por eso decidió bajar al comedor esperando que sus hijos estuvieran desayunando, cosa que fue así, algo que agradeció internamente.

-Niños... Buen día – saludó intentando aparentar suma tranquilidad, ellos estaban comiendo solos, pero parecían bastante relajados, al verle le respondieron el saludo con la cabeza, sin decir nada, inquietándolo - ¿alguno ha visto a Joey? – preguntó curioso, en un principio se giraron a verle para después regresar a su comida, eso le confundió, pero trató de esperar alguna respuesta de parte de ellos, hasta un "no sabemos" le hubiera bastado, pero no hubo nada -Seth, Sebak... ¿me están ignorando? – preguntó severamente, aquello alertó a los menores que negaron con la cabeza bruscamente.

-No... papá... - respondió desinteresadamente Seth, como si su pregunta no fuera algo de lo que preocuparse.

-¿cómo crees? Eso jamás – Sebak fue un poco más sarcástico, para mirar a su hermano, y patearlo por debajo de la mesa sin que su padre se diera cuenta, parecían darse un poco de fuerza.

Rompiendo la rutinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora