Seto Kaiba + Joey Wheeler = Amor

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Pasado el tiempo las cosas se habían salido algo de control tanto para Kaiba como para Joey. Para empezar "la prometida" se había vuelto un boom, toda la farándula estaba escribiendo cosas referentes a ella, estaba apareciendo en diversas revistas, muchos intentaban pedir alguna entrevista, pero el castaño había prohibido que siquiera intentaran acercarse a su futura esposa, y aun así muchos parecían motivados a hacerlo, y a su vez exigían conocer la fecha del matrimonio, parecían unas arpías intentando cazarlos, pero ambos intentaban manejarlo lo mejor que podía, pero resultaba difícil, hasta decidieron que sus hijos fueran escoltados por Jack permanentemente.

Por otro lado, la empresa estaba en una situación tensa, la sociedad parecía enfrentar su peor momento, después del evento en Italia, las cosas fueron en picada, tanto la pasarela de Pegasus como la de Yami demostraron que había socios que ya no podían aguantar todos los requisitos que KaibaCorp pedía, y aunque eso era la excusa suficiente para echar a Gozaburo, quienes le apoyaban no estaban en mejor situación, por lo cual nadie parecía desear colocarse del lado de Kaiba.

Llegados a ese punto Kaiba parecía tener que hacer decisiones profundas, que necesitaría el apoyo de sus socios, por lo cual su tensión parecía no bajar, a tal punto que su frialdad parecía desquiciar a Joey, quien con ayuda decidió tomar cartas en el asunto de la manera más divertida para él.

Con su gran habilidad de convencimiento y actitud, el secretario había arrastrado a su jefe a su habitación que como siempre estaba tan limpia y ordenada que parecía brillar. Lo sujeto del cuello y lo besó sensualmente provocando una gran llama de pasión entre ellos, que poco a poco los empujó hasta caer en la cama, dándole la oportunidad a Joey de tomar el control, envolviéndolo y saboreándolo hasta que repentinamente lo encadena a la cama.

- ¿eh? – fue lo único que logró sacar de sus labios cuando sintió que no pudo alejar sus manos del respaldo de la cama - ¿Qué demonios significa esto Wheeler? – preguntó el castaño encontrándose aprisionado, su cuerpo se tensó de inmediato y buscó la manera de separarse, solo escuchando el sonido de las cadenas.

Joey se levantó con diversión y en vez de responderle le sonrió coquetamente y le dio la espalda mientras empezaba a quitarse la ropa dándole un espectáculo provocativo, tomándose todo el tiempo del mundo para molestarlo hasta que finalmente quedó desnudo.

- Maldición Wheeler suéltame de una vez – se quejó Kaiba para ver con que lo había sujetado, encontrándose con unas esposas de cuero rosa, con felpudo del mismo color en su interior - ¿de dónde carajos sacaste esto? – preguntó irritado haciendo que el contrario se riera divertido.

Kaiba no estaba jugando, tener a su amante desnudo frente a él, moviendo su trasero sexymente y sonriendo como un chico malo, lo hacía excitar al punto de querer romperlo.

-Relájate Kaiba ¿Qué te importa de donde las saque? – respondió con una leve risa, recordando la mirada pervertida de Atticus cuando se las pidió, después de todo, las suyas propias habían sido echadas a la basura hace mucho tiempo atrás junto a una gran variedad de juguetes cuando descartó el BDSM Soy tu secretario, se lo que necesita y eso es dejarme a mí al mando – agregó subiéndose a la cama gateando hasta llegar a él, deteniéndose solo para sentarse sobre su abdomen.

- para ser mi secretario eres demasiado mandón, sabes que a mí me gustan las cosas como mejor pueda manejarlas y por eso necesito que me sueltes, ahora - gruño como un gato a punto de sacar las garras, pero las cadenas eran más fuertes de lo que parecía

Rompiendo la rutinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora