Odio a los Youtubers (Vegetta y tu) ||Editando||

Capítulo 19

*Narra ___*

Por fin iba a saber quién era la chica que le gustaba a Samuel, pero justo en ese instante llegó Willy. Maldito corta rollos.

-¡AMOL! – escucho a mis amigas gritar.

-¡Chicas! – digo corriendo hacia ellas.

Y nos abrazamos las cuatro.

-¿Qué hacíais Vegetta y tu solos? – me pregunta Cris

-Nada… - respondo dándome la vuelta y volviendo al banquillo donde estaba sentada.

-Ya, ya… - escucho como habla Luz detrás de mí. A lo que respondo riendo.

Me siento en el banco, al lado de Samuel, y empezamos a hablar todos, noto la mirada de Samuel, todo el tiempo sobre mí, y me está empezando a poner nerviosa.

Me giro, y lo pillo mirándome con una pequeña sonrisa

-¿Qué pasa? – le pregunto

-Nada – dice reprimiendo una sonrisa – Em… ___, ¿podemos hablar un momento? – me pregunta

-Eh… valep

-Ven- dice cogiéndome de la mano y llevándome hacia un tipo de estatua, que se encontraba un poco alejada de donde estábamos.

-¿Qué pasa? – le pregunto

-Mira __..., antes te estaba preguntando como decirle a una chica que me gusta… - yo asiento – y pues me has dicho que le diga todo lo que siento y eso…

-Aha – afirmo extrañada

-Pues no me gusta mentirte – suspira nervioso y después traga saliva – me encanta como te asustas con las películas de miedo, como escondes tu cabeza en mi pecho, para sentirte protegida, como arrugas tu pequeña nariz cuando te enfadas, tus pequeños hoyuelos cuando sonríes, tus preciosos ojos color café, tu dulce aroma. Me encanta mucho más cuando me odiabas, como me mirabas y como ha cambiado ahora tu mirada hacia mí. Como te avergonzabas al principio de conocernos y como te enfadabas conmigo y con mis subscriptores por llamaros feas y esas cosas. Amo tus finos pero carnosos labios, cuando el día que te encontré llorando y viniste a mi casa, me robaste un beso… podría continuar, pero no terminaría nunca… pero con todo esto, solo te quiero decir una cosa, y es que desde el primer día que te vi… - suspira de nuevo – me encantaste, sabía que serias esa chica, que sabría hacerme feliz y que yo querría con toda mi alma. Te cuento todo esto para que sepas todos mis sentimientos y… que si no son correspondidos, que me lo digas sin preocupaciones, pero que sepas que si tu sientes lo mismo, sería el hombre más feliz del mundo.

¿Cómo? ¿Qu-que le gusto?

¿Qué le digo? Es precioso todo lo que me acaba de decir pero me ha pillado tan… de imprevisto que no sé cómo responder a todo esto.

-Mira __... sé que es difícil responder ahora, así que si ahora no sabes que decir, no digas nada y mañana me respondes, ¿vale? – me pregunta sonriente

Asiento sin decir nada, y los dos nos levantamos y caminamos de nuevo hacia donde estábamos antes. Caminando, nos interrumpe mi móvil, es de un número desconocido, Samuel me mira y con una simple mirada, me dice que me espera junto con mis amigos, para que pueda atender tranquila mi llamada

Aún desconcertada por todo lo que acaba de suceder, respondo a mi teléfono.

*Llamada*

-¿Sí?

-Hola preciosa… ¿Te lo estás pasando bien?

-Em… ¿Quién eres?

-Te estoy vigilando

-¿Quién cojones eres?

-Pronto lo sabrás…

*Fin Llamada*

Ese tipo extraño que me acababa de llamar, colgó. Yo iba a volver con mis amigos, pero justo en ese instante mi vista de hace negra, y unos brazos me rodean por la cintura, arrastrándome hacia algún lugar. Intento gritar, pero algo en mi boca me lo impide. Noto un pañuelo húmedo en mi nariz, que poco a poco… hace que… que… me duerma…