Aidan
Habían pasado dos meses desde que Ilan y yo tuvimos relaciones por primera vez. No ha sido la última vez que lo hemos hecho. Había cambiado mucho nuestra relación este último tiempo, aún seguimos viéndonos en las sesiones, más que nada para guardar las apariencias ante los padres de Ilan. De repente, mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, lo saqué rápidamente y miré la pantalla, era un mensaje de Ilan. Lo abrí sin perder un segundo.
—"¿Estás ocupado?" —pocos segundos después comenzó a escribir de nuevo—. "Mi padre me ha golpeado de nuevo. ¿Puedo quedarme en tu casa estos días?".
Solté un suspiro pesado; Ilan no podía seguir viviendo así. Temía que le hiciera algo peor.
—"Ven, te daré las llaves".
Le contesté rápidamente. Ilan no respondió, solamente vio el mensaje. Guardé el celular y me quedé en mi escritorio a esperarlo. Unos cuántos minutos después, escuché unos toques en la puerta, no contesté, no hizo falta, ya que la puerta se abrió dejándome ver a Ilan. Entró con la cabeza a gachas, solté un suspiro, me levanté al instante y me acerqué a él.
—Déjame verte.
Cerré la puerta tras él, tomé su mentón e intenté hacer que me mirara, pero me lo impidió.
—Ilan —lo nombré—. Ven —tomé su mano, lo llevé hasta mi escritorio y lo senté en él—. Déjame ver tu rostro, Ilan, por favor.
Negó con la cabeza. Me acerqué un poco más a él y pasé mi mano por su mejilla, Ilan la apartó rápidamente.
—Déjame ver que te hizo.
Soltó un bufido y levantó el rostro al fin sin mirarme, me quedé en silencio mirando sus moretones. Tenía varios morados: en el tabique, el pómulo y su ojo. Sin contar que su labio sangraba dado a una cortada.
—D-deja de verme, Aidan. Y-ya has visto antes como me deja con sus palizas —posé mi mano nuevamente en su mejilla, ésta vez un poco más suave. Suspiró tomando mi mano y presionándola levemente contra su rostro—. Tranquilo, estaré a salvo unos días. Me quedaré contigo.
—¿Traes tus cosas contigo? —dije mirando a su alrededor. Noté que no traía su mochila. ¿Había salido huyendo nuevamente?
—Sí, mi mochila la tiene Aksel. Me encontré con él cuando salía de mi casa. Iba a visitarme, pero se encontró con mi rostro así.
—Vamos, tienen que curarte esa cortada y ver si tu padre no te lastimó de mala manera la nariz —bajó la mirada hacia sus manos—. Vamos —suspiró, se bajó del escritorio y me miró.
—Está bien, vamos, pero antes de tener que fingir... —se acercó a mí, colocó sus manos en mis mejillas y me dio un corto beso—. Gracias por dejar que me quede en tu casa aun cuando no estás.
—No tienes que agradecerme, Ilan. Sabes que no quiero que te sigan haciendo esto —le di otro corto beso—. Ahora vamos, quiero que te revisen —lo llevé hasta la puerta y salimos. Al instante, un chico, que asumo se trata de Aksel, se acercó a nosotros.
—Aidan, él es Aksel —lo presentó. Le sonreí, él me extendió su mano que estreché rápidamente.
—Llevaré a Ilan al otro edificio para que revisen sus heridas —le informé—. ¿Vendrás con nosotros? —Aksel miró a su amigo, quien simplemente se encogió de hombros.
—Sí, está bien.
Dicho esto, los tres nos dirigimos hacia el otro edificio, donde Ilan había estado cuando nos conocimos. Rápidamente las enfermeras se encargaron de sus heridas y, luego, un doctor revisó su nariz. Por suerte se encontraba perfectamente bien. Cuando terminaron de revisar y curar sus heridas, le di mis llaves a Ilan y lo envié a mi casa junto con Aksel. Mientras, yo me ocupaba de mi trabajo, algo más tranquilo sabiendo que ahora se encontraba a salvo. Una vez que mi trabajo terminó, volví a mi hogar. Ilan me esperaba preparando la cena como cada vez que se quedaba aquí. Me acerqué a él y lo abracé por la espalda.
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Broken Boy
Novela Juvenil⚠️Mpreg⚠️ Un complejo de inferioridad, una cicatriz en el rostro, un maltrato continuo y él, el único faro de luz en la tiniebla de su vida. El único que es capaz de hacerle ver su belleza, de darle una nueva dirección a su vida, de darle una pequeñ...