Capítulo 14

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Aidan

Desperté repentinamente con el sonido de mi celular, tanteé en la mesa de luz hasta alcanzar el aparato y tomarlo, miré la pantalla con algo de dificultad, era una llamada de la clínica, rápidamente contesté. Pegué un saltó de la cama en el instante en el que escuché que Ilan se encontraba en la clínica y que pedía verme. Corté la llamada, me alisté lo más rápido que pude y, sin perder un segundo, me subí a mi auto para salir hacia la clínica. Llegué en pocos minutos, pregunté a la enfermera que se encontraba en la recepción dónde se estaba Ilan. Luego me dirigí a una de las habitaciones de urgencias, toqué la puerta y esperé los segundos más largos de mi vida hasta que la puerta se abrió dejándome ver a una enfermera, ella me saludó y me dejó entrar.

—Buenas noches.

Dije captando la atención tanto de Ivana como de la doctora que estaba atendiendo las heridas de Ilan, ella simplemente hizo un gesto con la cabeza, siguió con lo que hacía y luego salió junto con la enfermera. Me acerqué a Ilan, quien rápidamente bajó la mirada. Me volví hacia Ivana

—¿Puedo hablar con él a solas? —la mujer asintió, acto seguido, salió de la habitación cerrando la puerta. Volví a mirar a Ilan—. ¿Él de nuevo? —asintió, me abrazó colocando su cabeza en mi pecho—. ¿Te sientes mejor?

—L-lo estoy mientras esté lejos de él.

Solté un pequeño suspiro, lo separé de mí y miré su rostro unos instantes; tenía el rostro rojo tanto por los golpes, como por haber estado llorando.

—Ya estás bien, Ilan —le acaricié suavemente la mejilla intentando tranquilizarlo un poco—. ¿Quieres contarme lo que pasó? —negó con la cabeza—. Está bien.

Le dediqué una pequeña sonrisa, aunque estaba bastante preocupado por verlo de aquella manera. Sentí de repente como se aferraba a mi camisa y se acercaba un poco a mí, comprendí que lo que quería era que lo besara. No me sentía seguro haciendo algo así en un lugar como este, pero Ilan había pasado por algo fuerte de nuevo y lo último que necesitaba es que yo lo rechazara. Acorté la distancia que nos separaba y lo besé. Él correspondió al instante, pero no duró mucho el beso, dado al lugar en el que nos encontrábamos.

—¿Por qué no te acuestas? Pediré que te lleven a otra habitación —le besé en la frente y me separé para salir al pasillo. Al instante, Ivana se me acercó con rostro preocupado.

—¿Ilan está bien? Lo único que ha dicho luego de todo lo que sucedió fue que quería que lo llamaran a usted.

—Está bien más allá de lo físico, no ha dicho mucho, pero si ha hablado conmigo —le dediqué una pequeña sonrisa—. Pasará la noche aquí para que ya no tengan más problemas —la invité a sentarse—. Será mejor que Ilan no se quede en su casa, tiene que evitar que su padre vuelva a hacerle algo así. No es solo malo para su estado físico, sino, también, para su estado mental —la mujer asintió con una mirada preocupada—. Iré a pedirle otra habitación para que pase la noche, es tarde y tiene que descansar. ¿Por qué no le hace compañía hasta que lo trasladen?

Volvió a asentir y entró a la habitación de Ilan. Me dirigía hacia la recepción a informarle a la enfermera que se encontraba allí que quería que le dieran a Ilan una habitación para pasar la noche cómodamente. Un rato después, cuando ya habían reubicado a Ilan e Ivana, me dirigí con ellos con el expediente de mi paciente entre las manos. Una vez allí toqué la puerta, pero, al no recibir respuesta, abrí y entré con sumo cuidado, notando que ambos estaban dormidos. Me acerqué lentamente a Ilan, le besé en la frente y salí de la misma manera que había entrado.

Pasé toda la noche ocupándome de asentar lo que acababa de pasar en el expediente de Ilan; aunque no tenía demasiados detalles de lo que había pasado en su casa, solo tenía lo que imaginaba. Cuando terminé, ya era de mañana, tenía que ocuparme de mis demás pacientes, pero no quería dejar a Ilan sin saber concretamente que le había sucedido. De repente, vi que la puerta de la habitación se abría, Ivana salió de esta y me dirigió una mirada cansada.

Broken BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora