Capítulo 21

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Ilan

Al despertar, Aidan ya no estaba acostado a mi lado, me incorporé rápidamente pensando en que se podría topar con mi padre. Me levanté de un saltó y salí, corrí escaleras abajo con sumo cuidado de no tropezar y caerme. Al llegar al piso de abajo, dirigí mi mirada a la sala, no se encontraba allí, así que me dirigí hacia la cocina. Ivana y él estaban sentados en la mesa de la cocina, ambos me miraron ni bien me paré en la puerta.

—¿Sucede algo? —preguntó Aidan. No contesté, me acerqué a él y lo abracé—. ¿Ilan?

—Lo siento... —sentí como pasaba su brazo por mi cintura. Me separé de él recibiendo una sonrisa por su parte.

—Ven, tranquilízate y almuerza un poco —hizo que me sentase en sus piernas.

—¿Almorzar? —pregunté dirigiendo la mirada al reloj de pared, este marcaba las dos de la tarde. Había dormido más de lo que lo hacía normalmente.

Ivana no me dejó siquiera pensar, simplemente me dejó un plato lleno de comida frente a mí. Comencé a comer aún sentado en el regazo de Aidan, mientras él e Ivana continuaban su conversación. Cuando terminé de comer, Ivana levantó mi plato y empezó a lavarlo, me volví hacia Aidan, él me dedicó una pequeña sonrisa para luego besar mi mejilla.

—¿Qué te gustaría hacer hoy?

Me encogí de hombros centrando mi mirada en las lastimaduras de su rostro. Su pómulo ya estaba morado por culpa del golpe que le había dado mi padre y su labio estaba más inflamado que anoche. Pasé mi mano suavemente por su mejilla, intentando no producirle dolor.

—No te preocupes por eso. Estoy bien —me sonrió—. Se me olvidaba, tu padre se ha ido esta madrugada, así que podremos estar tranquilos —asentí colocando mi cabeza en su hombro.

—Hoy se librarán también de mi por unas horas —dijo Ivana recostándose contra la mesada—. Iré a ver a una amiga y creo que volveré para la hora de cenar —asentí—. Compórtense —sonrió, se acercó a mí y, como si fuera un niño, besó mi mejilla—. Ya me voy. Cuida de esa barriga, ¿sí? —acarició mi cabello con cariño, asentí sin despegarme de Aidan. Tomó su bolso y se fue dejándonos solos, me acomodé contra él cruzando mi brazo por su cintura.

—¿Te encuentras bien? Estás muy callado.

Cerré los ojos sintiéndome cansado; aún me sentía algo estresado por lo que había sucedido con mi padre.

—Solo estoy cansado. —solté un pequeño suspiro y me levanté de su regazo—. Iré a asearme, si quieres espérame en la sala.

Subí las escaleras, primero me metí en mi cuarto para tomar algo de ropa y luego me metí en el baño. Cuando terminé de asearme, bajé con Aidan, que se encontraba sentado en el sillón revisando su celular. Tomé el control remoto y me desplomé a su lado, prendí el televisor y puse lo primero que encontré, de todas maneras sabía que no nos concentraremos en absoluto lo que pasaran. Me acerqué a él y acaricié su mejilla con sumo cuidado, Aidan solo me sonrió.

—¿Solo haremos esto hoy? —me preguntó rodeándome con su brazo, lo miré asintiendo—. Me parece un buen plan.

Coloqué mi cabeza en su hombro soltando un suspiro. Mi padre me había dejado sumamente nervioso y tensionado después de lo de anoche. Intentaba calmarme, sobre todo por mi bebé y para no terminar preocupando a Aidan más de lo que seguramente ya se encontraba, pero me era imposible. Por alguna razón sentía que él aparecería en cualquier momento por aquí. Sentí como Aidan me acariciaba el cabello con suavidad.

—Ilan —me nombró haciendo que lo mirara—. Quiero que te relajes ahora. Todo está bien —asentí, él me miró unos instantes sonriéndome—. Ya no tienes que preocuparte por él, al menos no ahora que estoy contigo.

Broken BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora