Capítulo 9

369 57 12
                                        

Ilan

—Dime, Ilan —levanté la mirada de mi celular—, ¿cómo te sientes? Hoy no tuviste sesión.

Lo miré unos instantes. Realmente no pensé mucho en lo que había pasado con mi padre, aunque me haya molestado todo el día prácticamente.

—Estoy bien.

Sonreí haciéndole una seña para que se sentara junto a mí en el sillón. Cuando lo hizo, me acerqué a él dejándole ver la pantalla de mi celular.

—Todas éstas veces me llamó hoy para intentar hacer que vuelva a mi casa —cuando terminó el largo registro de llamadas, bloqueé el celular—. Pero no me ha molestado mucho, así que me encuentro bien —sonreí nuevamente—. ¿Cómo estás tú con lo de tu acosadora? —no pude evitar soltar una risita al ver la mueca que apareció en su cara.

—No me deja tranquilo, ya sabes —soltó un suspiro—. Ahora que lo recuerdo...—se acercó un poco más a mí—. Sobre los besos de anoche...

Mis mejillas comenzaron a arder. Bajé la mirada rápidamente a mis manos con una sonrisa que no podía ocultar.

—¿Te molestó? —él me tomó del mentón haciendo que lo mirara nuevamente.

—Sabes que no deberíamos haber hecho eso, ¿no? Soy tu psicólogo y esto ha ido demasiado lejos —Sabía que no podía ser demasiado bueno. Seguramente se estaba arrepintiendo de haberme correspondido anoche. Aidan apartó su mano de mi mentón para posarla en una de mis manos—. No me ha molestado. Creo que empecé a verte de otra manera sin darme cuenta. Y sinceramente me ha gustado el beso —sonrió acercándose a mí—. Pero, de seguir así, tendremos que guardar muy bien el secreto.

¿Me estaba pidiendo que tengamos un romance secreto? De ser así, no quería darle la razón a Aksel, aunque puede que Aidan solo estuviera jugando conmigo, o que simplemente le diera pena.

—C-creí que no te gustaban los hombres —paseé mi mirada de sus ojos a sus labios, él volvió a alejarse.

—Es algo un poco confuso. No me había fijado en otro hombre antes, pero podemos intentar. Si tú quieres, claro.

—Claro —hice una pausa—. ¿Pero qué intentaremos exactamente? —Aidan desvió la mirada unos segundos.

—No lo sé. Solo sigamos como hasta ahora. Ciertamente, no nos llevamos mal —comenzaba a perderme en la conversación, ya no estaba entendiendo lo que quería que hiciera.

—¿Podremos besarnos?

No pude evitar mirar sus labios al decir eso. Él asintió; me sentí aliviado de saber esto. Solo eso me importaba ahora mismo, Aidan comenzaba a gustarme de verdad y si podía besarlo sin que me apartase con asco, lo aprovecharía.

—Está bien.

Me acerqué a su rostro. Aidan sonrió acercándose también, pero solo alcancé a rozar sus labios, dado que mi celular comenzó a sonar. Ambos soltamos un suspiro. Desvié la mirada hacia el móvil, era mi padre llamándome de nuevo. Decidí que sería un buen momento para mostrarle a Aidan como me trataba, así que contesté la llamada poniéndola en alta voz

—Hola.

—Mas te vale volver ahora mismo, maricón de mierda —la voz de mi padre resonó en la habitación—. Ya verás la paliza que te voy a dar por escaparte de la puta casa. La próxima vez vas a llegar inconsciente al hospital —Aidan abrió la boca para decir algo, pero rápidamente negué con la cabeza—. ¡Contesta de una puta vez! ¿O es que estas de putita en la casa de alguien?

—Volveré más tarde —me limité a decir, para luego cortar la llamada. Unos segundos después mi padre volvió a llamar, pero ya no contesté—. ¿Qué te parece mi padre? —pregunté recibiendo solo una mirada por parte de Aidan; parecía preocupado por lo que acababa de escuchar.

Broken BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora