Capítulo 15

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Abrí cada una de las puertas del baño, una por una. Apestaba a orines, como si no los lavaran en siglos. Pateé las puertas, no me importaba causar tremendo ruido porque de todas maneras estaba segura que nadie pondría atención. Todos parecían estar más enfocados en sudar, emborracharse y subirse a las mesas a hacer desastres. Pateé la última puerta, solté un quejido.

Ella no estaba.

—No está en los baños —dije en cuanto salí. Dave se llevó las manos detrás del cuello, exasperado.

—Tampoco está entre la gente... No pudo haber ido muy lejos, ¡acabamos de llegar! Ni siquiera nos tardamos más de diez minutos.

—¿Dónde está? —Rick llegó, cada parte de su cuerpo estaba en llamas de furia. Estaba realmente frustrado.

—No lo sé —dije, viendo hacia todas partes.

En cuestión de segundos, mi espalda impactó contra la pared y sentí unas manos apretarme los hombros. El dolor del repentino golpe llegó a toda mi columna y la parte de atrás de mi cabeza apesar de que había tenido suerte en no golpearla. Solté un jadeo cuando quise enderezarme y el dolor me lo impidió.

—¿Qué...? —abrí los párpados con temor, con sorpresa, Rick estaba frente a mí, sus ojos suplicando.

—¡Isabela dime dónde está! ¡Dime que te dijo el tipo ese!

—¡Dijo que no lo sabe! —Dave lo empujó lejos de mí y me dejé caer sobre sus brazos. Mi espalda dolía.

Apreté la mandíbula, no era momento para quejarme.

—Mierda. Isabela, lo siento, yo... —Rick comenzó a decir mientras intentaba acercarse.

—¡Quédate ahí, Rick! Joder. ¿Qué demonios te pasa? Bela, ¿estás bien? —asentí. Dave buscó mis ojos y apartó el cabello de mi cara. La poca iluminación del pasillo del club no nos permitía vernos bien.

—Estoy bien. Encontremos a Stella.

—Debe estar borracha.

—Por lo mismo no será difícil encontrarla. Ni siquiera ha de poder caminar bien. Salgamos de acá, dudo que se encuentre aquí dentro.

Dave volteó a ver a Rick.

—Contrólate —fue lo único que le dijo antes de dirigirnos hacia afuera.

Los tres salimos al estacionamiento, ignorando las parejas que se besuqueaban y los adolescentes borrachos apoyados en la pared. Buscamos por cada lugar, cada esquina y rincón pero esta no estaba por ninguna parte. Comencé a sentir calor, a estresarme. La busqué con la mirada por todas partes, el oscuridad del lugar jugando en mi contra pues no se podía ver con exactitud más allá del club.

—No está —informó Dave mientras Rick le seguía, podía notar la frustración en sus ojos. Estaba sudado y las venas de su cuello resaltaban.

Me volteé.

—Hay que ir más allá.

—Isabela...

—¡Dave no pienso dejar a mi mejor amiga borracha y sola en este lugar! ¡Tenemos que separarnos y busc...! —me detuve cuando noté detrás de él una silueta caminando de lado a lado con lo que parecía ser un monedero en la mano—. ¡Stella!

Salí corriendo en su dirección, Rick y Dave me rebasaron llegando a su lado para sostenerla antes de que pudiera desmayar. Mi respiración se descontroló, traté de calmarla pero ver a Stella en ese estado sólo la empeoró. Mi corazón latía demasiado rápido.

—Sus padres van a matarla... —la preocupación en la voz de Rick era obvia—. Voy a traerla conmigo.

—Te acompaño —declaré.

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⏰ Última actualización: Sep 16, 2019 ⏰

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