Fan Fic Erkenci Kus

Capítulo 14: La Revelación I

No eras la prometida de Osman verdad?
Yo no me acerqué a ti en absoluto porque tenías novio, has visto esto. Y seguiste mintiéndome. Todos vosotros os burlasteis de mí.
Que se vio obligada a mentir me dijo. Stev todo fue una mentira….
Sólo quería hacerle unas preguntas para aclarar mi cabeza…
Steve : madre mía amigo y como fue esa conversación? Que le preguntaste?
Can: Claro. Le pregunté si vino a mi casa a robar, que estaba haciendo en mi casa. Por toda respuesta me dijó que buscaba un archivo.. ¿Qué archivo? Me contó que no sabia que contenía, que sólo sabia que yo, no lo podía ver. Me iba a volver loco Stev.  Cuando le pregunté quien le dijo que entrara en mi casa a robar y me dijo que fue Emre, no lo podía creer. Sanem me dijo que yo no tenía de estar en casa y cuando la pille, soltó lo de la chaqueta y de ahí la mentira del anillo, de su compromiso.
Me subí al coche, no podía mirarla a la cara, y fui a casa a hablar con mi hermano. Me dijo que era un tema relacionado con nuestra madre… no quería que tuviera nada que ver en lo que yo hacía. Al preguntarle como convenció a Sanem para hacer eso, me dijo que por dinero. Más adelante, me daría cuenta que me había mentido.
Cuando Sanem llegó a casa para intentar hablar conmigo,  yo no quise. Había confiado en alguien y me había enamorado por primera vez, había sido de ella.
Creí en su inocencia, en que era diferente. Donde estaba la Sanem que amaba…. Todo fue una mentira, no me interesaba nada relacionado con ella. Todo se había terminado, si ella no se iba, le rompería el corazón.
Necesitaba salir de ahí, me fui a la cabaña. Siempre fue mi refugio, una vez ahí, queme todas las fotos que tenía de ella,sólo me venían recuerdos de los momentos vividos con ella. Sólo hubo una que no pude quemar. Iba con su vestido blanco y una corona de flores que se hizo ella. 
Al día siguiente, por la mañana me fui a correr. No lograba dejar de pensar en ella, incluso las flores silvestres del camino, me hicieron recordar el momento que descubrí porque olía así.
Realmente la trate muy mal, incluso llegué a echarla de mi oficina, a mi hermano, de la oficina.
A ella tampoco le dejé que se fuera de la empresa, no hasta que devolviera con su sueldo las 40.000 liras que nos debía.
Pasaron algunas semanas, incluso me llegó a escribir una carta, pero no quería saber nada, llegaba tarde, y para demostrarlo rompí su carta sin abrirla delante de ella y la tiré a la basura.
La mandé lejos a imprimir documentos, cuando la vi salir, no pude dejar de observarla, ayudó a una mujer mayor a cruzar la calle, casi la atropellan. Me miro pero no me dijo nada. Cuando estaba llamando al autobús si no la llego a agarrar la atropellan. La tuve otra vez entre mis brazos… ese olor me volvía loco. Pero la solté rápido, estaba enfadado con ella. Me dio las gracias y desapareció.
Esa misma tarde, me enteré que Emre había pagado un soborno. Los rumores se extendieron, nos íbamos a la quiebra, tenía de hacer algo. Pusimos a la venta el 20% de las acciones.
Por muchos desprecios que le hiciera, o le dijera, Sanem siempre rondaba cerca de mí. 
Cuando íbamos a declarar la banca rota de la empresa a los medios, Sanem me dijo que me esperará, no lo iba a hacer, si algo había terminado, se cerraba el tema y a otra cosa. Siempre tenía alguna mala frase para ella, siempre con dobleces, porque la despreciaba? No podía entender porque aún estando enfadado y enamorado la despreciaba tanto.
Pero no iba a hacerlo, esperar el que? Un salvavidas caído del cielo? En ese momento, apareció Fabri y nos compro las acciones.
¿Cómo podía haber tenido razón? Después de haber firmado el contrato, delante de todos Fabri entre otras cosas, dijo que la razón por la que había actuado así era por Sanem. Quería que fuese a trabajar con él, que le vendiera su perfume, ella no quería dejar la agencia y por eso se asociaba con nosotros.
Otra vez me había salvado, esta vez también a todos los de la oficina. Realmente había vendido su perfume por mi?  Los recuerdos de esa fiesta, se agolparon  en mi mente, no me gustó como flirteaba con ella. Aún y con eso, seguía tratándola mal, muy mal. No tenía porque ofenderla.
Y lo hice, tres veces seguidas… la dejé de fácil, de interesada, de entrometida. Un momento que nos quedamos solos, la llamé pero me ignoró 2 veces, así que la cogí del brazo y la giré hacia mí y le pregunté de que perfume hablaban, no me lo quiso decir, se dio la vuelta y se iba pero volví a hacer lo mismo de antes, necesitaba saber que no era el nuestro. Pero no me contestó porque no quise escucharla. No me la podía sacar de la cabeza, la noche en que se de declaró en el jardín.
Me sorprendí a la mañana siguiente buscándola en la oficina. Era superior a mi. Esa misma tarde apareció Fabri, quería hacer una fiesta para celebrar la asociación, iba a ser al día siguiente por la tarde.
Continuará. ..