Capítulo 16: La Revelación II

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Todos me decían que me estaba pasando con Sanem, que la mirara a los ojos por unos instantes y que no la hiciera sufrir más.
En la fiesta, cuando la vi entrar con ese vestido azul, me quede embobado, al momento vi como Fabri le decía que le gustaba que se hubiese puesto el vestido… y para rematarlo Fabri anunció que esa fiesta era por su cumpleaños, me sentó muy muy mal. Se había vestido para él,  vi como soplaba las velas pero me fui. No podía quedarme ahí, al salir, nos cruzamos Sanem y yo, quiso explicarme, pero no le dejé, le dije que a partir de ese momento era una más de la agencia ya no era mi Sanem. Se despidió del trabajo dijo que salía de mi vida del trabajo y que no la volvería a ver más, y se fue. Esa mirada no se la había visto antes.
Realmente no iba a venir? Entramos a la reunión como cada día, tampoco llegó para la reunión. Salí de mi oficina y la busqué, no estaba, fui a por algo de beber y escuché como Ceycey la había llamado y estaba hablando con ella sobre todos los rumores que corrían por la agencia, que era amante de Fabri pero sobre todo, le dijo que sentía mucho haberle dicho que la fiesta la había preparado yo, que Aylin se lo decía a Guliz.  Que estaría planeado ahora está mujer. Apareció Fabri en ese momento y fuimos a hablar al despacho. No me gustó como apareció, ni mucho menos que preguntara por ella. Le dije que a ella no le gustaban esas cosas, que se había sentido incomoda por la fiesta y por eso se fue pronto.
Me molestaba tantas atenciones hacía ella, pero tampoco la miraba a la cara.  Simplemente la despreciaba, no podía evitarlo . No estaba con ella pero no quería que nadie la incomodara.
De repente apareció Sanem, con una caja en sus manos, fue directa a Fabri y le espetó en cara lo mismo que le había dicho yo. Le dejó las cosas claras, le devolvió el regalo, le dijo que no le gustaba tanta amabilidad y que no le pusiera otra vez en una situación incómoda, que si pasaba no trabajaría con él.
Entró en mi oficina, y me dio la renuncia, realmente se quería ir? Le cogí la renuncia, pero le pregunte el porque, y me dijo que no podía tener un jefe que la juzgara sin dejarla explicarse. Dijo que no lo entendia, ni lo iba a entender.  Y se fue. No podía detenerla.
Al poco tiempo, antes de que acabáramos de trabajar, Leyla entró en mi despacho y me dio un documento. Me dijo que Sanem me lo iba a dar,pero no lo encontraba y cuando me lo quiso contar no le dejé. Todo acababa  de ponerse en su sitio. Pero no podía confiar en ella.
Fui en busca de Emre, nos había traicionado a mi padre y a mi. Ya no tenía hermano. No quería escuchar nada y me fui. Mis pasos me llevaron hasta las rocas del paseo Marítimo. No podía parar de pensar en ella, y mis pasos me hicieron encontrarla. La observe de lejos, pero no me acerqué.
A la mañana siguiente, la fui a buscar a la tienda de su padre, estaba colocando los chocolates, y comiéndose uno de ellos. No quería que trabajará ahí, tenía de volver a la agencia, pasamos la mañana ahí vendiendo. Debía dinero a la agencia, por ahí podría convencerla, pero pretendía pagarme con lo de la caja…
Como su jefe, ahora le estaba diciendo que tenía de volver que tenían mucho trabajo por hacer.  Tenía una condición,  que no la tratará como a una más.
Vino por la tarde, y cuando nos íbamos, el ascensor se estropeó y nos quedamos encerrados. Tardaron en sacarnos, encontré un buen momento para pedirle perdón y decirle que lo sabia todo, lo del archivo que no apareció, lo de la fiesta, el regalo.. Quería que no llorara, eso ya no importaba, era muy importante ella para mi, casi la beso, pero me aparte y le dije que no podía confiar en ella como pareja, que la quería tener como amiga.
Quería empezar con ella de cero. Siendo amigos.
Steve: Can, no veas que movidas no? Pero volvisteis, me dijiste que le pediste matrimonio.  Esto está interesante hermano.
Can: Si, si, volvimos. Te sigo contando.
Continuará. …


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