Capítulo N° 11

100 4 0
                                    

Narra Matteo

Hablé con Viviana sobre lo que haré ahora. Cómo habíamos planeado, haríamos el videoclip en Buenos Aires pero lo adelantaríamos para dar a conocer a los fans otro espacio distinto al del primer video y para que se enteren que estuve allí por el vídeo y no por los periodistas. Ella tenía pensado hacer un concierto pero dijo que aún no porque los otros cantantes aún no llegaban.

- Viviana, ¿Cuándo y cómo hiciste todo esos cálculos? - Cuestiono

- Desde que llegamos hago esto - Dice - ¿Ya viste a tus amigos de los que hablabas en el aeropuerto? No quiero que estés triste porque estés en Argentina y no los hayas visto.

- Sí. Gracias, Viviana.

- Si quieres lo puedes llevar hacia dónde haremos el videoclip para que te sientas mejor - Dijo.

- Ok, lo pensaré - Respondí.

- Matteo, algo te pasa - Habla Viviana.

- Tranquila, sólo es que no me siento bien pero daré todo para el vídeo - Dije guiñando un ojo, tratando de convencerla. Algo que al parecer funciona.

- Bueno... Hasta mañana - Se despide.

- Hasta mañana y de nuevo gracias por todo.

27 de octubre de 2019: domingo

Me levanté un poco tarde. Hoy sería mi último día de descanso ya que comenzaríamos a grabar mañana el nuevo vídeo. Sólo me levanté para ir a caminar al hotel a pedir unos cuántos dulces, y para escuchar a Viviana decir que estaba muy fastidiado y dejara de estar gastando mi dinero. Puedo hacerlo siempre, le decía.

Un rato después de estar viendo televisión, escuché unos toques en la puerta. Cuando me levanté a abrir, mi corazón se aceleró y mi cuerpo estaba de un tanto nervioso.

- Hola... Matteo - Saludó

- Simón - Nombro a la persona que estaba delante de mi puerta.

- Quería hablar contigo - Susurra lentamente.

- Pasa - Ofrezco.

Aún estaba cómo lo recordaba, sólo que ahora con alguien que no era yo. Simón recorre con su mirada cada parte de la habitación, obteniendo al parecer los mismos recuerdos que yo tuve al llegar.

- Matteo... - Nombra volteándose a verme - No puedo creer que estés aquí, en Argentina.

Simón trata de acercarse para acariciar mi mejilla pero alejo mi cara y me volteo para no dejar que me viera.

- ¿Cómo supiste que estuve aquí? - Pregunto

- Tus amigos son los míos - Nombra. Pienso en Gastón pero era momento de decir que uno de mis amigos no es específicamente su amigo.

- Ramiro no es tu amigo, es tu pareja - Respondí cortante y volviéndome a verlo.

- Matteo, dijiste que jamás vendrías - Menciona. Escuché decir eso antes a Gastón

- Eso no borra que no me hayas esperado, Simón - Contesto

- Lo hice y cómo te dije antes de irte, me dolió. Pero pensar que no ibas a volver me hizo querer olvidarte - Dice

- ¿Y funcionó? - Pregunto

- No... - Responde en voz baja bajando la mirada - No funcionó.

Era ese momento en el que debía, debía tomarlo y besarlo pero yo sólo contenía mis ganas de hacerlo. Volteé mi cuerpo dándole la espalda para tocar mi ojos para poder creer lo que pasaba. De la nada, sentí las manos de Simón tocar mis hombros. Iba a apartarme, pero se sentía tan genial cuándo empezó a masajear que dejé que lo hiciera.

- Matteo, perdóname - Pide susurrando en mi oído.

Yo dudaba, si perdonarlo o no. No tenía de que perdonarlo, no hubiese hecho lo mismo pero... ¡Éste masaje que hace! Tengo que alejarme para saber que decir.

- Simón, para - Dije, él obedeció - No tengo de que perdonarte, pero no quiero estar ahora contigo - Mientras lo decía me acerqué a sentarme a la orilla de la cama.

- ¿Ahora? Entonces, puede que haya un nosotros después de todo - Dice sentándose a mi lado en la cama y tomando mi mano que estaba puesta a un lado

- Simón, no malinterpretes las cosas, no es lo que dije - Digo

- Matteo, sólo quiero saber qué piensas tú. ¿Quisieras estar conmigo? - Pregunta

- Yo... - No hallé que decir por lo que dejé todo a un lado y hice lo que pensé hace un rato. Tomé su mejilla rápidamente con mi mano libre y hice unir nuestros labios, amé ése beso, hubiese querido que fuera para siempre, pero no debía seguir siendo que él tenía una relación y sobre todo Ramiro.

- Simón, disculpa que te lo diga, pero es mejor que te vayas - Pido

- ¿Por qué?, ¿Qué pasa si me quedo? - Cuestiona

- Simón, no quiero estar con alguien que está tratando de olvidarme, no quiero estar con alguien que tiene a otro - Hablé

- Sólo dime qué quieres tú - Sigue

- Seguir con mi carrera musical, eso quiero - Dije

- ¿No habrá nosotros? - Pregunta

¿Quisiera yo que hubiese nosotros? Quería que fuésemos felices, pero trató de olvidarme, y si quería eso, quiero que siga haciéndolo, además, tiene a alguien a quién mantener conforme.

- No, Simón, prefiero que no haya nosotros. Sé feliz y yo seré feliz - Dije haciendo una mueca. Me dolerá demasiado pero es lo único que puedo hacer - Ahora, por favor, vete.

Simón con una carta triste, se acercó a la puerta pero no sin antes decir.

- Antes de irme, quiero darte algo que creo que te hará compañía asi cómo me hizo cuando tú no estabas - Sacaba de su bolso el mismo corazón de peluche que le había regalado - No quería terminar así, pero no puedo hacer nada para que cambies de opinión. Te amo.

Está vez se acercó a mí mejilla dándole un suave beso para perderse después mientras que yo me quedé sin hacer nada al respecto, había quedado pensativo hasta que reaccioné.

Cerré la puerta y me acosté en mi cama. ¿Podré ser feliz sin él? Miraba al corazón que una vez le dejé con Mike, un corazón que prefirió abrir después y no antes de irme. Ese momento antes de irme que pensaba en lo que iba a hacer y no en lo que iba a pasar, ahora todo se volvió peor que cuándo andaba aquí. Mientras ande por aquí en Argentina, sé que no lo podré evitar. Tengo que hablar con él, saber cómo estuvo durante este tiempo y qué cosas ha hecho mientras yo no estaba con él, saber si nos merecemos una segunda oportunidad pero, ¿Cómo?

¿Seguiré Siendo Tu Amor Inevitable? (Sitteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora