Capítulo N° 22

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Narra Matteo

3 de noviembre de 2019: domingo

Me levanté respirando profundo. En mis brazos aún estaba mi Simón con su cabeza en mi pecho. Me quedé un rato viéndolo, es muy hermoso.

En las otras camas estaban Nico y Pedro, habían llegado. Besé la frente de Simón y me fui al baño.

Luego, salí de casa para comprar desayuno para todos. Compré pan y una barra de chocolate para que Simón hiciera chocolate caliente.

Al llegar su casa, vi a Simón en el sofá. Estaba solo por lo que creí que Nico y Pedro estaban durmiendo.

- Buenos días - Saludé

- Matteo - Se levantó Simón para abrazarme.

- ¿Qué pasó? - Susurro.

- Te esperaba, amor - Responde. Su corazón estaba acelerado.

- Sólo salí a comprar - Dije y fue cuando caí en cuenta - Eso ni lo pienses, Simón. Siempre estaré para ti, ayer no mentí. Te amo y eso no cambiaría. Nunca me iré de nuevo de tu vida, a menos que tú lo pidas.

Simón se acercó a mis labios y los besó, cerramos nuestros ojos y profundizamos nuestro beso. Tomé su cintura con mi mano libre y seguimos el beso.

- Vamos, traje algo para desayunar - Dije agotado pero con ganas de seguir el beso.

Simón colocó sus brazos detrás de mi cuello y sus piernas alrededor de mi cintura. Coloqué mi mano en su trasero para evitar que se cayera y en ese momento, Simón volvió a besarme.

Caminé hasta el sofá para colocar allí lo que había comprado para poder tomar con mis dos manos a Simón. Aún mis labios seguían junto a los suyos, estaba muy pegado a ellos, no quería separarme.

- ¿Hoy iremos a mi casa? - Pregunto

- ¿Quieres que vayamos? - Dijo

- Sí - Contesté

- Está bien, Matty - Responde

Lo solté y besé rápido su mejilla. Tomé la bolsa con una mano y con la otra la mano de Simón.

- Te amo - Dije

- Te amo, Matty

Simón me pidió que pasara todos los ingredientes y él preparaba el chocolate. Cuándo le pasé todo, me quedé parado, viendo como cocinaba. Era tan increíble, parecía un cocinero, un hermoso y tierno cocinero.

- Simón.

- Ah? - Dijo mientras seguía preparando.

- Eres hermoso - Respondí

- Matteo - Dice riendo.

- Es cierto - Contesto

- Tú eres hermoso - Sigue

Después de perderme en Simón, él había terminado. Fuimos a ver si los chicos estaban despierto, estaban hablando los dos.

- Buenos días, chicos - Saludé

- Hola Matteo, hola Simón - Saludaron

- Ya el desayuno está listo, Matteo lo compró - Mencionó

- Gracias, Matteo, ya bajamos - Respondió Pedro

Simón y yo bajamos para servir todo. Lo colocamos en la mesa y los chicos bajaron. Comimos juntos, Pedro y Nico tenían mucha hambre porque terminaron rápido y al terminar de lavar su plato, subieron a la habitación.

¿Seguiré Siendo Tu Amor Inevitable? (Sitteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora