3 - Cara a Cara

110 19 0
                                    

Tenía experiencia con el alcohol, no se me movía el piso. Eso denoto de parte de los que me observaban un grado de respeto o tan solo se burlaban de mí por ser el menor de todos allí.

La bailarina quiso invitarme más alcohol, pero se lo negué, quizás por eso se fue con otro a tocar el órgano, será una gran baterista desde luego.

No podía distraerme sabía que era la hora de cumplir con la misión de una vez por todas antes de que Clarisa decidiera botarnos de su casa por cualquier cosa. Últimamente dicen que se volvió histérica, fría y dura. Bueno al menos en lo último teníamos algo en común.

Fui en su búsqueda, pero no la encontré, ¿Dónde se habrá metido esta chica? solo me topaba con borrachos primerizos, parejas eufóricas por drogas y algunos amantes del perreo bailando como endemoniados. Ah y la baterista en un concierto exclusivo para 4 personas.

También vi al chico de los tatuajes metiéndose algo por la nariz en la cocina.

Decidí volver al cuarto rocanrolero que últimamente sentía como mío, aparentemente el tipo que residía en ese lugar era un rockero neto ya que reconocí grandes bandas como Thousand Foot Krutch, Blackbriar, Evanescence y Three Days Grace. A pesar de conocer pésimos ritmos musicales aun no perdía la exquisitez de la buena música que inculco Arce en mí.

Me tire un rato a descansar, no tenía ganas de hacerla. Pensé en que mejor no hubiera incomodado en la mañana a Alina, ella es una chica muy ocupada y no valgo la pena para que se preocupe por mí.

Recordé como la conocí, ella iba en el transporte público y yo detrás de ella.

Hasta de espaldas me parecía hermosa.

Usualmente encontraba a los <amores de mi vida> en ese medio de transporte, pero daría todos los días por solo tenerla a ella.

Un joven de mal aspecto se acercaba a ella, supe que era el cobrador cuando vi que discutían por el pasaje. El sujeto le exigía pagar de más a pesar de que ella le mostro su carnet de medio pasaje.
— No ve que soy Universitaria ¿Por qué tengo la obligación de darle de más si la ley me ampara? No le daré un centavo más—dijo firmemente.

— Señorita que le cuesta si usted va aquí a chacla, nosotros los cobradores nos la llevamos difícil.

Sus palabras hicieron que Alina frunciera el ceño y es allí donde intervine.

— ¿No se da cuenta que usted no debe de cobrarle de más?

— Cállate tu mocoso si no te lo cobrare a ti.

— Ten tu dinero y no jodas —conteste inmediatamente

— Jaja payaso

— ¿Quieres tu dinero o no?

Le entregue una moneda de 5 soles porque no traía los 50 centavos que pedía el sujeto injustamente. No me devolvió el vuelto, pero no porque quizás él no tenía planeado dármelo si no porque simplemente no me importó.

Alina se dirigió hacia mí, sentí que el piso se movía, las orejas me ardían. Se sentó a mi lado y dijo:

— Gracias amigo fue un muy buen gesto, desde un comienzo no pensaba darle dinero de más a ese tipo porque sería no hacer respetar mi carnet... Ten toma el dinero que me prestaste —extendiendo su mano hacia mí, quede un poco desconcertado porque no mantenía comunicación con chicas habitualmente en ese momento de mi vida. Tarde unos momentos en contestar y le dije:

— No... no te preocupes —titubee, no es nada solo hice lo que cualquiera haría.

— Yo creo que no, porque nadie hizo nada por ayudarme.

Caminos entrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora