Caminos entrelazados

13 - Un alma detruída

¿Qué es lo que sucedió? Donde esta ella. Alguien me dice donde esta Hilary, dime de una vez donde esta ella —disparando al aire las palabras, porque lloran, porque hay tanta gente por favor que alguien me diga, por favor se los ruego que alguien me diga —dije desesperado

10 minutos antes...

— Hey chicos vamos a ese juego ¿total vinimos a mojarnos no?

— Pero Laskoni quedamos en que nadie se iba a mojar

— Solo serán unas gotas, vamos no se chupen.

— Yo voy —no yo iré primero, —si es que me ganas.

— ¿no qué no? Apuren chicos antes de que venga más gente, Hilary ven tú también con nosotros.

— No, yo me quedaré aquí a verlos a ustedes —no pues así que chiste— repliqué.

— ¿Es porque no te quieres mojar?

— Si es por eso, es que me dará gripe.

— Hace un solazo, vamos pues, que sin ti no será divertido.

— Ya sé. Espérame aquí, iré a alquilar unas toallas. Espérame.

No me decidía si en esperarla o acompañarla, eso me tomo varios minutos mientras veía al grupo jugar.

Corrí lo más rápido que pude para alcanzarla, hecho un loco. Si iba a gastar mis ahorros que mejor momento que este cuando me la estoy pasando tan bien.

No la encontré donde las alquilan, pero tenía la toalla entre mis manos, vi a lo lejos como los chicos hacían una ronda y sin divertirse ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué ya no juegan?

— Tienes que ponerte bien, la secuestraron la secuestraron, un señor que vestía de negro se la llevo de la mano y ella no parecía poner resistencia.

— Están hablando en broma ¿a quién secuestraron?

— A Hilary

— Me estas fastidiando, eso no es posible. Díganme de una buena vez donde esta ella, ya basta no me gusta estas bromas.

— Oí una vez que Hilary no se metió al colegio por casualidad, estaba escapando de algo o alguien —dijo una de mis amigas.

— Pero qué tontería dices Amanda, ella se fue a alquilar toallas.

— ¿Es en serio lo que me están diciendo?

Me costaba creerlo, pero las caras de mis amigos realmente lucían aterradas.

— ¿A dónde se la llevaron?

— Hacia la salida del otro extremo del parque, Aurora ya fue a avisar a los guardias para que nos avisen si la ven.

Ella no puede estar desaparecida, no puede ser, no está pasando, no está pasando.

Me desmayé.

Desperté en un auto con mis amigos al lado.

— ¿Te sientes mejor Laskoni?

Se, secuestraron a mi amiga, estábamos en el parque, fui por unas toallas y desapareció —lloré por todos esos días que disfruté de la felicidad.

— Los padres de Hilary están enterados, me dijeron que ya dieron aviso a la policía —añadió Amanda.

Guarde silencio, solo quería estar solo para poder llorar a gusto. Porque me tuvo que pasar esto a mi ¿Qué le hice a Dios para que me castigue de esta manera? En mi ignorancia solo trataba de hallar culpables ¿No es suficiente con lo bien que me porto? ¿De qué valió aguantar tantas provocaciones? Mi corta existencia no entendía, lo que sucedía aun en el mundo.