Parte 8. Lágrimas.

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Pov. _____.

Cass: ¿__-____? - miré al frente y ahí se encontraba la castaña, de cercas le seguía su sobrino menor, ambos venían agitados, parecían haber corrido, debo decir que incluso venían en pijama.

Ahora me siento peor de lo que creí que me sentiría.

Hiro: Tú...¿Estás bien?

_____: Eh...- reí nerviosa - ¿Quién? ¿Yo? - me señalé tontamente - Si, estoy bien.

Cass: ¿Y la llamada!? ¡Creí que estabas muriendo! - se acercó a mí y me tomó de los hombros, me miró confundida, después me revisó de pies a cabeza rapidamente.

_____: Tra-tranquila tía Cass...y-yo estoy bien - expresé sujetando sus brazos para que se calmara.

Hiro: Entonces...¿Qué ha pasado? ¿Por qué nos has llamado? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué tienes ojeras? ¿Qué esta sucediendo? ¿Por qué te ves así?

_____: ¿Tan mal me veo? - le miré confundida, al instante negué con la cabeza recordando el motivo por el que todos estábamos aquí - Descuiden, les respondére todo luego, por ahora hay algo que tienen que saber.

Hiro: ¿Tan importante es como para que nos hayas pedido venir a esta hora? - le miré tallar uno de sus ojos con pesadez.

_____: Si Hiro, es muy importante, tanto que yo...no sé como...explicarlo...- suspiré y me dí la vuelta - Por favor...vengan.

Comenzé a caminar, escuché sus pasos a mis espaldas, no paso mucho para que llegáramos a la habitación del chico.

Llevé mi mano hasta la perilla de la puerta y giré lentamente, introduci mi cabeza un poco en el cuarto y el chico se giró a verme.

_____: He vuelto...- comenté agitando mi mano hacia el chico a modo de saludo, el regresó el saludo algo extrañado.

Abrí la puerta por completo y entré a la habitación, me hice a un lado e invité al par a entrar a la habitación.

Ambos pasaron extrañados, al hacerlo dirigieron su vista hacia el pelinegro en la camilla.

Tadashi: Hiro...Tía Cass...- pronunció al verlos.

Por consiguiente, los dos miraron al chico son sorpresa y guardaron silencio un par de segundos.

Cass llevó su mano hasta su rostro y cubrió su boca, miré como sus ojos se volvieron acuosos y las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas.

Cass: No puede ser...- su voz se escuchó quebrantada por el llanto, a paso lento caminó hasta la camilla y al estar justo al lado de su sobrino, se lanzó sobre él y le envolvió en un abrazo - Cariño...estás...estás...vivo! - expresó mientras le besaba la coronilla y se aferraba a él.

El pelinegro menor tardó un poco en reaccionar, le miré agachar la cabeza y llevar su mano hasta su rostro, seguidamente le escuché sorber por la nariz, estaba llorando.

En segundos ya se había unido a la castaña y a su hermano y ahora los tres compartían un aferrante abrazo.

La escena me causo una extraña sensación, me conmovió verlos.

Sentí mis ojos aguarse por lo que comenzé a darme un poco de aire con las manos esperando que las lágrimas no comenzaran a caer por mis ojos, eso no paso.

Pronto me encontraba llorando al ver como la pequeña familia de tres se reunía y dos de ellos lloraban con desenfreno.

No quería llorar frente a ellos y llamar la atención, así que salí de la habitación, dejando la puerta abierto.

Me senté en una de las bancas que estaban a unos metros de la puerta y escondí mi rostro entre mis palmas, ahí me permití llorar libremente.

Cielos, no pensé que esto me haría llorar, aunque debí sospecharlo, lloro con las películas, ¿Cómo rayos no lloraría con una escena como esta en vivo?

Honey: ¡_____! - aparté mis palmas y miré a la rubia corriendo curiosamente por llevar tacones, no pudé evitar sonreír aún sintiendo las lágrimas en mis mejillas.

Limpié la humedad de mi rostro y me pusé de pie.

Wasabi: ¿Qué ha pasado? Cass nos ha llamado, ha dicho que estabas en el hospital y que estabas muriendo - expresó revisandomé de pies a cabeza comprobando que estuviese bien.

Gogo: ¿Porqué estás llorando?

_____: E-es solo que...algo ha pasado y ustedes deben verlo por sus propios ojos...- señalé la habitación próxima donde yacía la familia.

Ellos caminaron hasta el cuarto algo dudosos y entraron al sitio, pronto escuché gritos, llantos y varias palabras que solo me hicieron volver a llorar.

Maldita sea, puede que ni haber dormido bien también este involucrado en tanta lágrima de mi parte.

Salí del sitio y fuí hasta la oficina de Jaz.

Entré al sitio y cerré la puerta, me senté justo al lado del gran ventanal y recargué mi espalda en la pared mientras abrazaba mis piernas.

Créo que esto es lo más bueno que he hecho en mi vida, una de las pocas cosas buenas que me han salido bien, al menos desde aquello.

Cuando me tranquilizé por todas las emociones que estaba teniendo, saqué mi móvil e hice una videollamada a Jazmín.

No paso mucho oara que contestasé.

Jazmín: ¿_____? - bostezó - ¿Qué sucede? ¿Ha pasado algo? ¿Porqué me llamas a esta hora?

_____: Hola Jaz...perdón por llamar a esta hora...

Jazmín: ¿Estuviste llorando? No me digas que...- de inmediato negué.

_____: No, no es nada de eso, simplemente...tu paciente ha despertado.

Jazmín: ¿¡Qué!? ¿¡Cómo que ha despertado!? ¿¡Cuando!?

_____: Hace algunas horas...su familia ya esta aquí y resultó ser el hermano de un chico al que conozco...todo ha sido muy emotivo, sabes como soy con las escenas conmovedoras...no pude evitar llorar - sonreí un poco avergonzada.

Jazmín: Oh~ así que ha sido por eso, pensé que era por--

_____: ¿Qué es lo más rapido que puedes venir? Deberías ser tú la que haga el chequéo a Tadashi.

Jazmín: ¿Tadashi?

_____: ¿Tu paciente?

Jazmín: Así que ese es su nombre...bueno, ni te preocupes partiré para allá apenas salga un camión hacia San Fransokyo.

_____: Te lo agradezco mucho...

Jazmín: Deberías dormir un poco y darte una ducha, te ves del asco...

_____: Muchas gracias por tu apoyo - sonreí.

Jazmín: Vamos, deberías ir con la familia del paciente - hizo una seña de que debía marcharme - Te llamó en unas horas, quiero dormir un poco más - reí.

_____: De acuerdo, hasta luego - colgué la llamada.

Guardé mi móvil y de nuevo aprecie la ciudad desde lo alto del hospital.

Permitiré que los chicos estén a solas con Tadashi un rato más, no puedo arruinarles el momento.

(...)

Abrí mis ojos, al parecer me había quedado dormida.

Mi mejilla estaba entumida debido a que había dormido con esta apoyada contra el vidrio.

Por la ventana pudé ver que aún era muy temprano, un reloj en la paared me lo comprobó, son las cinco de la mañana.

Unos toques en la puerta del sitio hicieron que me pusiera en pie, lo hice casi tropezando.

Llegué hasta la hoja de madera y la abrí, en el sitio me encontré con Hiro.

Su cabello estaba igual de desordenado que siempre, había pequeñas ojeras en sus ojos y su pijama estaba arrugada.

_____: Hiro, ¿Qué pasa? - sin decir nada me abrazó.

Cerebrito (Tadashi y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora