Biblioteca

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Pateó los libros que se encontraban a su paso intentando abrirse camino, rodeando con su brazo la cintura del más alto mientras este lo usaba de soporte abrazándolo por los hombros. Se movían con lentitud buscando estabilizarse, la respiración del bicolor aun levemente pesada y sus piernas tambaleantes.

Caminaron al unísono por la oscuridad mientras sus compañeros prendían las linternas. Usando la luz de los aparatos Momo buscó en las paredes los interruptores de la habitación y encendió las ampolletas del distante techo, revelando así la inmensidad del recinto en el que estaban.

Lleno de estantes que llenaban hasta el último rincón de los metros delante suyo y cuya altura casi alcanzaba el inicio del segundo piso, el suelo cubierto de una gastada alfombra y el resto del lugar decorado con cuadros antiguos, espejos rotos y perturbadoras estatuas de piedra. La enorme biblioteca no daba señales ni de uso ni de vida, los ejemplares dañados en el suelo indicando el abandono sufrido un tiempo atrás.

El enorme ascensor a sus espaldas poseía sus puertas bien abiertas con su interior hueco, imposible de ocupar, el mesón vacío a su derecha con el cuaderno de prestaciones intacto y un par de sillones a su izquierda que terminaban de formar el aspecto de sala de estar antes de aventarse de verdad en lo que era la biblioteca; dos peldaños separándolos del inicio de los libreros.

Izuku se dirigió hacia uno de los sillones, con delicadeza sentando a Shouto en él. Su rostro seguía pálido y unas gotitas brillantes de sudor aún vivían en su frente, pero su semblante denotaba mucha más serenidad.

Miraron a su alrededor en busca del anuncio pero el escenario frente a ellos no se inmutó. Nada nuevo, ningún cartel al que mirar. Se quedaron unos minutos observando en silencio en busca de algo que parecía no querer llegar. La pelinegra revisaba su cronómetro de cuanto en cuanto para verificar si realmente la demora era tan grande como se sentía.

Eso ya se estaba volviendo más que extraño. Darles niveles cada vez más largos, con más tiempo para dormir, el relleno que había sido el mundo túnel, el glitch inexplicable del nivel anterior y ahora una tardanza extendida de la entrega de la información. No era primera vez que un anuncio demoraba en manifestarse, pero jamás como a ese puno: ocho minutos y no había señas de él.

— ¿Qué deberíamos...?

Y como si la voz fuese el recordatorio que el villano necesitaba, las letras se dibujaron en el cielo.

Que el mundo se llamara biblioteca no resultó sorpresa para ninguno.

"Misiones: Resolver por qué el lugar fue clausurado. Encontrar la salida secreta.

Cada jugador podrá llevarse consigo un libro de su elección, siempre y cuando no haya leído su contenido. El incumplimiento de esta regla será severamente sancionado."

Cuatro horas y cuarenta minutos, vestuario casual.

Apenas se cambiaron sus ropajes observaron a su alrededor. El lugar era tan grande que no podían ni contar el número de pasillos existentes, el segundo piso en forma de media luna también parecía ser de una gran extensión.

— Una forma clásica de encontrar una puerta secreta es levantar un libro en específico en un librero, pero creo que eso aquí... — Kirishima hizo una mueca—. En realidad, con el humor que tiene GameMaster, no me sorprendería que fuese así.

— Tendremos que separarnos, ¿no?

— Como dijo Yaomomo en el castillo, de a pares por sector pero cada uno buscando por su cuenta. Es demasiado terreno que recorrer.

Izuku le ofreció la mano a Todoroki para ayudarlo a pararse, con la intención además de que así quedase claro que quería que fueran juntos. Por una parte porque si estaban a solas podría aprovechar alguna pausa o momento de descanso para así hablar, por otro lado porque si el joven tenía alguna otra crisis quería estar cerca para socorrerlo.

En un mundo diferente (BNHA)(TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora