Tres golpes en la puerta me hicieron despertar.
-¿Quién? – Grite con la voz adormilada.
-Así que aquí estas bella durmiente.
Mire borrosa la figura que entraba a mi habitación, pero por la voz reconocía quien era. Me cubrí la cara con la almohada.
-Te dije que hoy saldríamos. – Me jaló de los pies.
-¡Déjame! – Le aventé la almohada que rápidamente esquivo.
-No, ya teníamos un plan, no dejaré que lo arruines.
-¿Qué plan? ¿De qué estas hablando? – Me senté en la cama.
-Tú, yo, unos amigos, toda la noche en el antro, bebiendo hasta entrar en coma alcohólico.
-Estas loco, no iré a ningún lado, ya te puedes retirar. ¿Acaso has visto la hora? ¡Son las 11:30 de la noche!
Antes de volver a recostarme me sostuvo del brazo.
-Nada de volver a la cama Eva, te dije que, si o si te llevaría hoy fuera del palacio, así que vístete bien porque por nada del mundo te dejaré aquí, o ¿Prefieres que la fiesta sea en tu habitación? Mira que he descubierto donde guardan la bebida y...
-Bien, bien, ya entendí. – Rodee los ojos. - ¿Puedo ir en pijama?
-Si crees que no llamaras la atención con esa corta bata de seda, me parece bien.
Instintivamente me tapé del cuello a los pies.
-¿Dónde es el lugar?
-El mismo de siempre. "Fragance"
-¿Debo de ir como Eva, princesa Eva o tu nueva conquista?
-Yo digo que una combinación de las tres.
-¿Te basta que nos vayamos a media noche?
-Media hora solo para cambiarte, ¿Me estas bromeando cierto?
-Tú eres el que quiere salir, a mí me gusta mi cama.
-Bien, solo media hora. – Se sentó en la cama, mientras yo me encaminaba al closet.
No iba a ser fácil encontrar algo que no llamase la atención, últimamente mis vestuarios habían sido cambiados y ahora que todos ya me reconocían como Princesa no había mucho por lo que optar. Me enrolle en mi bata de baño y me enjuague la cara, me desenredé el cabello y le aplique productos para que se notase como recién lavado, me maquillé, me ondulé el cabello y me deshice del pijama de seda, lo cambié por un jumspsuit negro corto con mangas largas y brillos por todas partes, lo único diferente era que la espalda en corte V terminaba en la cadera. Las zapatillas de tacón color negro dieron el toque perfecto a una noche muy larga.
-¡Ya es media noche princesa!
-Si sigues gritando todos sabrán que nos fugaremos. – Entré a mi habitación.
-Tu recamara es más grande que la mía, es como un pequeño departamento, ¿Cómo quieres que no grite para localizarte? – Nicolas estaba con la vista al techo.
Al incorporarse silbó. Y me revisó de pies a cabeza.
-¡Vaya alteza! Usted es la que va a robar alientos el día de hoy.
-Espero que no me reconozcan.
-No lo harán, nunca lo hacen... bueno... solo aquella vez que casi lo echas a perder. – Ladeo la sonrisa.
-¡Ya he dicho que lo siento! – Me cubrí la cara.
-Vamos ya, toma tu bolso que la música y el alcohol nos esperan.
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Reglas del juego.
Teen FictionSegunda parte de "¿Jugamos?" A veces la vida nos pone obstáculos para saber que tan fuertes somos, algunos duelen y otros simplemente nos dejan un raspón que se cura fácilmente. Esta vez a Charlotte le dejaron el corazón hecho añicos. Durante su a...